La lucha del hombre contra las enfermedades
SÍ, LAS enfermedades son un enemigo, y por siglos el hombre ha estado luchando continuamente contra ellas. Durante los pasados 150 años, los médicos han ganado algunas victorias importantes. En algunos países, las mejoras en la higiene, como también las nuevas vacunas y drogas, han contribuido a que tales plagas antiguas, como la peste bubónica, sean tan solo un vago recuerdo.
Pero falta mucho para poner fin a la batalla. Los males continúan, algunos de ellos a pesar del adelanto de la ciencia médica, como muestra el recuadro que sigue. Aun si la ciencia descubriera remedios para todas las enfermedades modernas, todavía quedaría la plaga más grande de todas... la muerte. ¿Habrá algún alivio de esta condición?
[Recuadro en la página 4]
MÁS PERSONAS ENFERMAN DE LAS QUE TIENEN QUE ENFERMAR DEBIDO A QUE...
● Gran parte de la raza humana padece de desnutrición. Esto ha resultado en muchos casos de raquitismo, escorbuto, ceguera, bocio y otras enfermedades parecidas. Además, una persona desnutrida también es susceptible a otras enfermedades, tales como la tuberculosis y la pulmonía. El peligro de contraer estas enfermedades podría reducirse grandemente sencillamente mediante proveer mejor alimentación a la gente pobre.
● La mala alimentación hasta amenaza a los países adelantados. ¿Por qué? “Ha habido cambios en la alimentación de los estadounidenses que pudieran provocar una ola de desnutrición (tanto por el consumo excesivo como por el consumo deficiente) que resulte ser tan perjudicial a la salud de la gente de los Estados Unidos como lo fueron las enfermedades muy difundidas y contagiosas que hubo a principios del siglo. De las diez causas principales de muerte, seis . . . la enfermedad cardíaca, la apoplejía, el cáncer, la diabetes, la arteriosclerosis, y la cirrosis del hígado, se atribuyen al consumo excesivo de grasas, azúcar, sal y alcohol.”—”Health,” (Salud) 1979.
● La Organización Mundial de la Salud calcula que el 80 por ciento de todas las enfermedades del mundo se deben a que el agua o la higiene son inadecuadas. Anualmente, mueren entre 10 y 25 millones de personas como resultado de enfermedades causadas por el agua contaminada o inadecuada. Cada año una de estas enfermedades —la diarrea— causa la muerte a casi la misma cantidad de niños como de personas que murieron cada año durante la primera guerra mundial.
● El humo que despiden las industrias y los automóviles está contaminando el aire que respiramos. Los siguientes titulares revelan este hecho: “En Tokio aumenta el número de víctimas del aire contaminado”; “Nube de contaminación se hace más densa sobre los griegos mientras éstos se asfixian”; “Humo tóxico asfixia la Ciudad de México”; “El respirar dentro puede ser peligroso”; “Un estudio estadounidense advierte acerca de los grandes peligros de contaminación causada por bióxido de carbono.” Mientras tanto, los árboles, los grandes purificadores del aire que la creación provee, se están cortando a razón de 10 a 20 millones de hectáreas cada año. Nos espera una crisis de proporciones desconocidas.
● La inmoralidad ha resultado en una epidemia de enfermedades venéreas. El fumar tabaco ha hecho que el cáncer del pulmón, la enfisema, la bronquitis y la enfermedad cardíaca coronaria se conviertan en epidemias. Estudios que se han efectuado últimamente indican que no solo los fumadores sino también sus cónyuges e hijos son víctimas.
● Estas son algunas de las prácticas y algunos de los problemas sociales que impiden que hasta el conocimiento médico actual se aplique con éxito para el alivio de las enfermedades de la humanidad.