La Palabra de Dios es viva
¿Cómo será el Día del Juicio?
LA BIBLIA describe el Día del Juicio de manera muy diferente a como muchas personas se lo imaginan. No es un día al que temer o por el cual preocuparse. Mire estas ilustraciones. Dan una idea de lo maravilloso que será para la humanidad el Día del Juicio.
Las Escrituras muestran que Dios ha nombrado a Jesucristo para ser Juez durante el Día del Juicio. (Hechos 17:31) Y podemos estar seguros de que él será imparcial y justo al juzgar.—Isaías 11:3-5.
Contrario a la opinión general, Cristo no juzgará a los que sean resucitados sobre la base de los pecados que cometieron antes de morir, muchos de los que tal vez se cometieron por ignorancia. La Biblia explica que con la muerte se libera o se exime a la persona de cualesquier pecados que haya cometido. Esta dice: “El que ha muerto ha sido absuelto de su pecado.” (Romanos 6:7) Esto significa que después de ser resucitada, se juzgará a la persona de acuerdo con lo que haga durante el Día del Juicio, no sobre la base de lo que haya hecho antes de morir y ser resucitada.
Por eso, el Día del Juicio no es un día literal de 24 horas. Durará 1.000 años. Es el mismo período de 1.000 años durante el que Cristo y sus reyes asociados gobernarán a la humanidad redimida. (Revelación 20:4, 6) Durante ese período la gente trabajará en unidad para hacer de la Tierra un paraíso. A su debido tiempo se dará la bienvenida a los muertos que serán resucitados para vivir en la Tierra.—Lucas 23:43.
¡Cuánta felicidad habrá cuando parientes que por mucho tiempo estuvieron separados por la muerte, se reúnan con sus familias otra vez! Sí, ¡qué agradable será vivir en paz, disfrutar de buena salud y recibir instrucción respecto a los propósitos de Dios! Durante el Día del Juicio todos los que estén vivos en la Tierra aprenderán acerca de Jehová Dios y sus caminos. Tendrán la oportunidad de obedecerle y servirle.
Los que escojan servir a Jehová durante el Día del Juicio estarán en camino a recibir vida eterna. Pero, aun bajo estas circunstancias tan favorables, algunos rehusarán servir a Dios y se volverán a obras inicuas. Como dice el texto: “Aunque al inicuo se le muestre favor, simplemente no aprenderá justicia. En la tierra de derechura actuará injustamente.” (Isaías 26:10) De modo que las personas inicuas que rehúsen cambiar su proceder serán destruidas. Solamente a los justos se les permitirá disfrutar del paraíso terrestre.