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La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1983
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Preguntas de los lectores

◼ ¿Sería incorrecto el que un cristiano, bajo tratamiento médico, permitiera que le aplicaran sanguijuelas para extraerle sangre?

El permitir que se saque sangre para uso médico y el deshacerse de ella no estaría en contra de la Palabra de Dios. Pero el hacerlo mediante el uso de sanguijuelas sí estaría en conflicto con lo que dice la Biblia. Es cierto que las sanguijuelas ya no se utilizan comúnmente hoy día. Sin embargo, sí surgen preguntas en cuanto al uso de éstas, particularmente en Europa. El considerar lo que dice la Biblia en cuanto a la sangre puede ayudarnos a evaluar dichos tratamientos.

Por siglos se pensó que muchas enfermedades podían aliviarse mediante la sangría. Los cirujanos-barberos de la Edad Media practicaban este arte, de quienes se ha conservado el poste de franjas rojas y blancas que en algunos lugares identifica a una barbería. Pero los médicos practicaban la sangría también. En 1799, es muy probable que repetidas sangrías hayan acelerado la muerte de George Washington, el primer presidente de los Estados Unidos de América. Hasta cuando no causaba la muerte, la práctica de sangrar dejaba a muchos pacientes en estado de anemia.

Una forma de sangría que era común en Europa era la de aplicar cierta cantidad de sanguijuelas a la piel para que éstas se llenaran de la sangre del paciente. En un informe procedente de Mainz, Alemania, el Dr. L. K. Altman escribió: “En 1850, cuando los pacientes posiblemente usaban hasta 80 sanguijuelas a la vez para una amplia variedad de malestares, se vendieron unos 100 millones de sanguijuelas en Francia. Tan reciente como en 1953, médicos rusos emplearon sanguijuelas para tratar a Stalin antes de que éste muriera”. (Times de Nueva York, 17 de febrero de 1981.)

El Dr. Altman señaló que hasta en la medicina moderna algunos médicos de Europa y los Estados Unidos emplean sanguijuelas en situaciones especiales. Por ejemplo, se han usado para remover coágulos de sangre en ciertos casos de cirugía plástica o para sacar sangre acumulada de dedos que han sido restaurados mediante microcirugía.

¿Qué posición adoptan los cristianos en cuanto a la extracción de sangre, y sería apropiado acceder a ello mediante el uso de sanguijuelas?

Después del diluvio del día de Noé, Dios dispuso un cambio en la dieta vegetariana que él había dado a los animales y a los humanos en el jardín de Edén. Jehová dijo:”Todo animal moviente que está vivo puede servirles a ustedes de alimento. Como en el caso de la vegetación verde, de veras se lo doy todo a ustedes. Solo carne con su alma —su sangre— no deben comer” (Génesis 9:3, 4; 1:30). Dios explicó más detalladamente el asunto en la ley mosaica. Dijo que la sangre representa la vida, un don de Dios, y es sagrada. Entonces, ¿qué debía hacerse con la sangre de un animal al que se le diera muerte para sacrificio? La sangre no debía usarse en la preparación de fertilizantes, alimento para animales ni ninguna otra cosa por el estilo. Ésta debía derramarse y cubrirse con polvo; en cierto sentido, se devolvía a Él. (Levítico 17:10-14.)

Los cristianos deben esforzarse por manifestar que reconocen lo sagrado de la sangre (Hechos 15:28, 29). Por consiguiente, si se extrae sangre del cuerpo, ésta debe descartarse de manera similar a como lo hacían los israelitas cuando derramaban la sangre sobre el suelo.

A veces los médicos quizás tengan razones médicas para aconsejar que se extraiga sangre del cuerpo (flebotomía). Por ejemplo, en el caso de la enfermedad de la sangre llamada policitemia, la persona tiene una cantidad excesiva de glóbulos rojos en la sangre (lo opuesto a la anemia). La sangre, espesa debido a la cantidad de glóbulos rojos, puede producir coágulos que aumentan el peligro de apoplejías o ataques al corazón. Hay varias maneras de tratar dicha condición, pero a veces el tratamiento que se escoge es el de venesección, el sacar un poco de sangre de una vena. El consejo de la Palabra de Dios no descartaría este método siempre y cuando se deseche la sangre que se saque. De modo similar, la conciencia de muchos cristianos ha permitido que les extraigan pequeñas cantidades de sangre para análisis médicos, porque comprenden que, una vez terminados los análisis, la sangre será desechada.

Sin embargo, aunque actualmente en su estado natural las sanguijuelas se alimentan de manera parasítica de la sangre, no sería apropiado que el cristiano permitiera que sanguijuelas le sacaran sangre (Proverbios 30:15). Aun en los casos en que se instara a hacer esto por razones médicas y después se descartaran las sanguijuelas, el uso de éstas envolvería el deliberadamente dar de comer sangre a estas criaturas. Esto estaría en conflicto con la indicación bíblica de que la sangre, por ser sagrada y representar la vida, debe desecharse si se extrae del cuerpo.

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