Cómo el matrimonio sobrevive al ataque
UNA mujer casada dijo en cierta ocasión: “En la vida no hay muchas cosas que puedan igualar la felicidad de un buen matrimonio. Y no hay muchas cosas peores que un matrimonio infeliz.” Esto hace que el matrimonio parezca un juego en el que se gana o pierde mucho. La pareja puede o ganarse la felicidad para toda la vida, o experimentar mucha infelicidad.
Sin embargo, el matrimonio no tiene que ser tal juego. En cierto sentido es como viajar por una zona que uno nunca ha visitado antes. Si uno emprende la travesía con tan solo una idea vaga de cómo llegar a su destino, realmente está arriesgándose. Pero se puede reducir el riesgo considerablemente por medio de consultar con alguien que haya hecho el viaje con éxito antes que usted. Y a nuestro alrededor hay muchas personas que están teniendo éxito en el matrimonio hoy día. ¿Qué podemos aprender de ellas?
Guías experimentados
En el Canadá se efectuó un estudio que abarcó a varias parejas que habían estado casadas por quince años o más. El profesor Schlesinger, de la Universidad de Toronto, preguntó cuáles eran algunas de las cosas que habían contribuido al éxito de sus respectivos matrimonios. Su investigación hizo resaltar la importancia de cuatro cualidades: el amor, el respeto, la confianza y la comunicación.
Un periodista entrevistó a una pareja que había estado felizmente casada por setenta años. ¿Cuál era el secreto de su éxito? La pareja mencionó la confianza, el tratar de no discutir, el mostrarse cariño uno al otro, y el tener en común la meta de ayudar a otras personas.
Estas ideas quizás suenen anticuadas, pero dieron resultados positivos. Si usted conoce a personas que han estado casadas con éxito por muchos años, ¿por qué no les pregunta cuál es el secreto de ellas? Es muy probable que le digan cosas similares a las susodichas.
Pero, puede que usted piense que lo que tiene resultados positivos en el caso de otras personas no los tendría en el suyo. Los antecedentes, personalidad o problemas de usted y los de ellas son algo diferentes. En un viaje a través de un territorio desconocido, lo ideal sería tener una guía turística que advirtiera sobre todos los peligros posibles, de modo que usted pudiera planear su viaje de tal manera que evitara los problemas que serían particularmente difíciles para usted. ¿Hay una guía como ésta para el matrimonio? Sí, la hay. Y nadie debe emprender el viaje del matrimonio sin consultarla.
La guía necesaria
No hace mucho un joven llamado Alex descubrió esa guía. Entre los antecedentes de Alex estaban la delincuencia, el beber en exceso y la toxicomanía. Además, era un desilusionado veterano de la guerra de Vietnam. Tenía una esposa joven y un bebé recién nacido, pero su matrimonio estaba pasando por terreno rocoso. Cierta mañana, después de haber sido el anfitrión de una fiesta de ex compañeros del ejército en la que tomaron bebidas alcohólicas toda la noche, su esposa dijo: “Me estás desatendiendo. ¡Te olvidas de que siquiera existo!”
Felizmente, Alex y su esposa consultaron la guía. Poco después él dijo: “Hemos perdido la mayoría de nuestros viejos amigos, pero nos sentimos felices ... especialmente como marido y mujer. No puedo describir la belleza... es un sentimiento que no puedo expresar con palabras. ... Nuestra personalidad ha cambiado y nuestra familia nos mira con admiración.”
¿Qué guía mostró a Alex y a su esposa el camino que podía llevarlos de la discordia matrimonial a un matrimonio feliz? Fue la Biblia. Este libro, aunque antiguo, da el consejo más sabio y eficaz sobre cómo realizar un matrimonio feliz que cualquier otra fuente disponible hoy día. Considere algunas de sus máximas.
Palabras sabias
Nadie es perfecto. Los cónyuges tienen que aprender a convivir con las debilidades de cada uno. Por eso la Biblia dice: “Vístanse de los tiernos cariños de compasión, bondad, humildad de mente, apacibilidad y gran paciencia. Continúen soportándose los unos a los otros y perdonándose sin reserva los unos a los otros si alguno tiene causa de queja contra otro. Como Jehová los perdonó sin reserva a ustedes, así también háganlo ustedes. Pero, además de todas estas cosas, vístanse de amor, porque es un vínculo perfecto de unión.”—Colosenses 3:12-14.
¿No tendría éxito cualquier matrimonio en el que el esposo y la esposa siguieran este consejo? Ciertamente vencerían muchos de los problemas de la vida cotidiana. Pues, hasta recién casados que no se conocieran uno al otro estarían en camino a un matrimonio feliz si hubieran cultivado esas cualidades.
Hay informes que hablan sobre esposos que son desconsiderados, egoístas o hasta crueles. Pero la Biblia aconseja: “Esposos, continúen amando a sus esposas, así como el Cristo también amó a la congregación ... Los esposos deben estar amando a sus esposas como a sus propios cuerpos.” (Efesios 5:25, 28) El esposo que se preocupa por el bienestar de su esposa y hace sacrificios por ella con toda probabilidad tendrá éxito en su matrimonio.
Algunos esposos se quejan de las riñas y la importunación constantes. No obstante, la Biblia dice: “La esposa le debe tener profundo respeto a su esposo.” (Efesios 5:33) La esposa que sigue este consejo está contribuyendo en gran manera a su propia felicidad.
Esos dos elementos desintegradores del matrimonio: la borrachera y la inmoralidad, se condenan rotundamente en la Biblia. “Ni fornicadores, ... ni adúlteros, ... ni borrachos ... heredarán el reino de Dios.” (1 Corintios 6:9, 10) “Que el matrimonio sea honorable entre todos, y el lecho conyugal sea sin contaminación, porque Dios juzgará a los fornicadores y a los adúlteros.”—Hebreos 13:4.
¿Qué hay de las ocasiones en que interviene la familia? La Biblia muestra que la joven pareja debe respetar a sus respectivos padres. Sin embargo, la principal obligación del hombre es para con su esposa. Jesús dijo: “’El hombre dejará a su padre y a su madre y se adherirá a su esposa, y los dos serán una sola carne’ ... Por lo tanto, lo que Dios ha unido bajo un yugo, no lo separe ningún hombre.” (Mateo 19:5, 6) La joven pareja debe aceptar alegremente el consejo de sus padres. Pero no debe permitir que sus padres dirijan su vida.
Consejo que surte efecto
Algunas personas quizás consideren anticuado dicho consejo en el mundo de hoy. Pero, ¿qué registro se ha hecho el mundo en el campo del matrimonio? Un registro muy malo. Sin embargo, ¿leyó usted cuidadosamente lo que dijeron los que habían tenido éxito en su matrimonio? Ellos atribuyeron su felicidad a cualidades que —sea que ellos lo supieran o no— se recomiendan en las Santas Escrituras. ¿Puede usted argüir contra el éxito?
Si cultivamos la actitud de dar que la Biblia recomienda, ¿saldremos perdiendo de algún modo? No. El dar es realmente una parte fundamental del matrimonio. Toda persona que se casa sacrifica algo, pero, cuando su matrimonio tiene éxito, la pareja recibe de vuelta el céntuplo en felicidad. ¿Por qué? Porque: “Hay más felicidad en dar que la que hay en recibir.”—Hechos 20:35.
‘Eso es excelente en teoría,’ quizás diga usted. ‘Pero seguramente ningún matrimonio obtiene dichos resultados en la práctica.’ La respuesta es que muchas, muchas personas tienen matrimonios felices hoy día porque las parejas se esfuerzan por seguir dicho consejo bíblico. Hasta en los casos en que hay problemas graves —como los hubo en el caso de Alex y su esposa— las Santas Escrituras muestran qué meta deben esforzarse por alcanzar. Si la pareja trabaja junta para alcanzar esa meta, obtendrá rápidamente resultados felices.
Pero, ¿qué hay si solo uno de los cónyuges trata de aplicar estos principios? Bueno, el problema se hace más difícil, pero no es desesperanzado. Es mejor que uno de los socios haga las cosas bien, y no que ambos las hagan mal. Además, con perseverancia, todavía se pueden obtener buenos resultados.
Un esposo de Corea solía golpear a su esposa cuando estaba bajo la influencia de bebidas alcohólicas. Su esposa no quiso poner fin a la relación, aunque la vida se le hizo muy difícil. Ella opinó que un matrimonio feliz era una meta a la que valía la pena aspirar. Por consiguiente, sin la cooperación de su esposo, siguió el consejo de la Biblia, particularmente el consejo que ésta da a las esposas tocante a cultivar “el espíritu tranquilo y apacible, que es de gran valor a los ojos de Dios.”—1 Pedro 3:4.
Durante once años ella perseveró. ¿Valió la pena? Sí, porque con el tiempo su esposo se sintió movido a examinar la guía por sí mismo. ¿Por qué? Si usted se lo preguntara a él, él contestaría que “el espíritu tranquilo y apacible” de su esposa lo movió a averiguar el secreto de la conducta excelente de ella. El reconoció la sabiduría del consejo bíblico y cambió su modo de ser.
El matrimonio verdaderamente puede ser “uno de los modos más agradables y satisfacientes de vivir la vida.” Quizás esto no deba sorprendernos, ya que quien nos dio vida, Jehová Dios, es el Mismo que nos dio el don del matrimonio. (Salmo 36:9; Génesis 2:18-24) Y él es Aquel que suministró la guía, la Biblia, para ayudarnos a tener éxito en nuestro matrimonio.
Hoy la institución del matrimonio está bajo ataque debido a las presiones del mundo en el cual vivimos. Pero, puesto que el matrimonio proviene de Dios, está sobreviviendo al ataque. Y si usted sigue el consejo de Dios que se registra en la Biblia, su matrimonio sobrevivirá, y usted, también, lo hallará un modo muy agradable de vivir la vida.