Punto de vista sabio sobre la educación
LA BIBLIA aconseja a los padres a criar a sus hijos en “la disciplina y regulación mental de Jehová.” (Efesios 6:4) Dicha instrucción es muchísimo más valiosa que la educación seglar.
Cierto padre de Nigeria concuerda con esto. El dice: “Consideraba regularmente con mis hijos cosas de índole espiritual, incluso el texto diario. Quería ayudarles a que amaran a Jehová y obedecieran los consejos de él. También quería que tuvieran una fe firme.
“Yo sabía en cuanto a las influencias no cristianas a las que ellos se enfrentaban en la escuela. Así que, no los matriculé en una escuela de internos. Yo quería que vinieran a casa todos los días para poder seguir instruyéndoles conforme a las Sagradas Escrituras. Recuerdo que cierto día mi hija me dijo que, después de horas escolares, un hombre rico la había invitado a visitarlo. Fui a hablar con él y descubrí que él tenía intenciones inmorales para con ella. Me alegré de que ella no estuviera en una escuela de internos, donde ella hubiera estado lejos de mí y de la guía que le podía suministrar.
“También puse ante ellos la meta del servicio de precursor [predicación de tiempo completo], y tres de ellos emprendieron el servicio de precursor tan pronto terminaron la escuela. Cuando Miguel asistía a la escuela, él expresó el deseo de llegar a ser farmacéutico como yo. Le dije que él pensaba emprender una buena profesión, pero que el asistir a la universidad lo expondría al riesgo de envolverse en este sistema mundano. Pues, yo había observado que muchos graduados de universidad habían desarrollado cualidades indeseables. Algunos de ellos se habían hecho orgullosos y habían perdido el aprecio a Dios y al servicio de él.
“Parece que Miguel reflexionó seriamente sobre estas cosas porque, unos años después, no aceptó ciertas oportunidades que le ofrecieron para asistir a la universidad y, más bien, emprendió el servicio de precursor. El y su esposa, Eunice, que también comenzó a servir de precursora cuando salió de la escuela, sirven actualmente en Betel [sucursal de la Sociedad Watchtower] de Lagos.”
Los padres del joven Christian también inculcaron la verdad en él, y sus abuelos maternos, quienes son precursores, le dieron mucho estímulo. Al terminar la escuela secundaria, él mismo comenzó a servir de precursor por varios meses y dijo que deseaba hacer de ésta su carrera en la vida.
Pero, a su padre le parecía que era importante que él adquiriera una educación universitaria que le garantizara un futuro seguro. Así, él insistió en que Christian se matriculara en un curso universitario de cinco años.
¿Qué haría Christian? Pues, de acuerdo con su conciencia él obedeció a su padre, tal como manda la Biblia. (Efesios 6:1) Pero él tomó medidas para salvaguardar su espiritualidad mientras asistía a la universidad. De hecho, cuando halló que el curso que él tomaba no le consumía tanto tiempo, emprendió el servicio de precursor.
Al principio, su padre se opuso a este arreglo, pero con el tiempo cedió. Christian resumió sus sentimientos cuando dijo a su padre: “Agradezco muchísimo todo lo que has hecho por mí y quiero obedecerte. Por eso concordé en asistir a la universidad, y quiero cumplir con ese acuerdo. Sin embargo, también me he dedicado a Jehová y eso significa que tengo que poner los intereses de él en primer lugar. Creo que el servir de precursor es una de las mejores maneras de hacer eso.”—Mateo 6:33; Eclesiastés 12:1.
En ambos casos susodichos, los jóvenes disfrutaron de bendiciones. Pero, ¿cuál debería ser el punto de vista de los cristianos en general con respecto a la educación? Sírvase leer el siguiente artículo.