‘Gracias por abrirnos los ojos’
EN EL siglo doce, en los hermosos valles del sur de Francia, vivía un grupo religioso cuyos miembros se llamaban los valdensesa. Estas personas, que sinceramente buscaban la verdad, creían en la Biblia como la Palabra de Dios y se esforzaban por vivir en armonía con los principios expuestos en ella. Pero debido a que predicaban a otros lo que habían aprendido de las Escrituras, los acosaban como a herejes. Para escapar de la persecución, muchos de ellos huyeron a otros países, y algunos se refugiaron en el norte de Italia, donde una comunidad valdense ha sobrevivido hasta el día de hoy. Sin embargo, en el transcurso del tiempo muchas de las doctrinas y prácticas bíblicas de los valdenses primitivos quedaron abandonadas.
Ya hace algún tiempo que varios valdenses que viven en el norte de Italia han estado estudiando la Biblia con los testigos de Jehová. Últimamente escribieron una carta a la sucursal que la Sociedad Watch Tower tiene en Italia. En ella dijeron lo siguiente:
[Recuadro]
“Todos estamos enterados de las persecuciones que sufrieron por muchos siglos [los valdenses primitivos]. Pero muchas personas no saben que hoy esta gente ha regresado a las costumbres paganas y ya no se atienen a la Biblia.
”Actualmente solo se les puede reconocer por su símbolo (la cruz hugonota) sujetado a una cadenita, el cual exhiben claramente en las parabrisas de sus automóviles o cuelgan en las botellas de enebro u otros recuerdos.
”Les damos las gracias a ustedes hermanos y hermanas de los testigos de Jehová por haber sacrificado horas de su tiempo para abrirnos los ojos y hacer que la verdad penetre en nuestra mente terca. [...] El tiempo que dedican a nosotros es de gran valor, de mucho más valor que el dinero. El amor altruista (el amor verdadero sin ostentación) que ustedes le tienen a su prójimo los identifica como aquellos discípulos a quienes Jesús describe en Juan 13:35 y Mateo 24:45. La investigación que hemos hecho nos ha llevado a descubrir que en tiempos pasados los valdenses usaban el nombre de Dios, Jehová. [...] Pero hoy día rechazan categóricamente este nombre, aunque en Hechos 15:14 se menciona que Dios tomaría de las naciones ‘un pueblo para su nombre’. Podemos ver que hoy día este pueblo puede identificarse con los testigos de Jehová, puesto que ellos son los únicos que llevan el Nombre (Isaías 43:10-12). ‘Ciertamente iremos con ustedes, porque hemos oído que Dios está con ustedes’ (Zacarías 8:23).”
[Nota a pie de página]
a Para una consideración más detallada de los primeros valdenses, vea La Atalaya del 15 de diciembre de 1981, páginas 12 a 15.