Cómo se nos dará lo que necesitamos

“DESPUÉS de 30 años de cooperación internacional, sigue aumentando la cantidad de personas que sufre de hambre”, dijo el director general de la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Él admitió que “la norma que se ha observado hasta ahora ha sido un fracaso”.

Debido a la actitud egocéntrica de las naciones, ningún esfuerzo internacional podrá ser alguna vez verdaderamente eficaz en cuanto a resolver el problema de satisfacer las necesidades fundamentales de toda la humanidad. Se necesita algo más. ¿Qué se necesita? Muchas personas pensadoras han concluido que lo que se necesita es:

Un gobierno mundial

Tiene que haber un gobierno mundial que tenga la autoridad y el poder para controlar los recursos del mundo y organizar una distribución equilibrada de bienes para garantizar que nadie sufra por estar necesitado. ¿Es posible que haya un gobierno así? Dos intentos por establecer un gobierno mundial, mediante la Sociedad de Naciones y la organización de las Naciones Unidas, han fracasado completamente en lo relacionado con resolver los problemas que ha causado el nacionalismo egoísta.

De modo que, ¿dónde puede hallarse un gobierno mundial eficaz? Está claro que tiene que venir de afuera de este sistema de cosas mundial. Pero ¿hay una autoridad como ésa que pueda organizar un gobierno mundial? Sí, hay una que tiene un registro de profundo interés en el bienestar de la humanidad. Esta autoridad es Dios.

En este materialista siglo veinte puede que esto suene extraño. ¿Es apegarse a la realidad el esperar que Dios provea una gobernación mundial? ¿Hay prueba de que Dios siquiera esté interesado en ser gobernante mundial? Y si así es, ¿sería su gobernación mejor que la gobernación humana, la cual hemos soportado por tanto tiempo?

Una esperanza apegada a la realidad

Muchas personas piensan —incluso muchas que creen en Dios— que los asuntos religiosos están algo apartados del “mundo de la realidad”. Por ejemplo, está bien hablar de ir al cielo cuando mueran. Pero opinan que no es apegarse a la realidad el esperar que Dios haga algo aquí en la Tierra, como verdaderamente gobernar el mundo. ¿Opina usted así?

¿Ha pensado usted alguna vez en el grado al que dependemos de las leyes de Dios aun ahora? El aire que respiramos, la lluvia, el Sol, todo lo que hace posible que haya vida está gobernado por lo que a menudo se llaman las leyes de la naturaleza, las cuales en realidad son leyes divinas. Sea que la gente alegue que cree en Dios o no, depende totalmente de Dios. (Mateo 5:45; Hechos 14:17). ¿Debería ser causa de sorpresa el que Dios, cuyas leyes controlan el viento, la lluvia y el Sol, también pueda establecer leyes que gobiernen los asuntos humanos?

Además, ¿sabía usted que hace unos 3.500 años Jehová Dios escogió a un pueblo, lo organizó como nación y le proveyó un gobierno en el que él era Rey? Aquella nación fue Israel, y uno de sus profetas escribió después: “Jehová es nuestro Juez, Jehová es nuestro Dador de Estatutos, Jehová es nuestro Rey; él mismo nos salvará”. (Isaías 33:22.)

La gobernación de Dios y sus resultados

¿Qué resultados produjo aquel gobierno para los israelitas? Mientras obedecieron la ley de Dios, prosperaron en todo sentido. Después de los primeros cuarenta y cinco años de gobernación por Dios, uno de los líderes de la nación informó: “No falló ni una promesa de toda la buena promesa que le había hecho Jehová a la casa de Israel; todo se realizó”. (Josué 21:45.)

La experiencia de los israelitas demuestra que es razonable hablar sobre gobernación por Dios. Tal como él gobernó directamente sobre aquella pequeña nación del Oriente Medio, puede gobernar toda la Tierra. ¿Lo hará?

Hace dos mil años el apóstol cristiano Juan oyó algo que nos da razón firme para confiar en que Dios tomará acción a favor de la humanidad. Juan recibió una visión de las cosas que vendrían, y en medio de aquella visión escuchó este grito jubiloso: “El reino del mundo sí llegó a ser el reino de nuestro Señor y de su Cristo, y él gobernará como rey para siempre jamás”. Entonces Juan oyó la siguiente expresión de aprecio: “Te damos gracias, Jehová Dios, el Todopoderoso, [...] porque has tomado tu gran poder y has empezado a gobernar como rey”. (Revelación 11:15, 17.)

Aquella visión —que Dios mismo inspiró— predijo que Dios tomaría el control del “reino del mundo”. Sí, él sería el gobernante mundial, y “su Cristo”, Jesús, sería su administrador nombrado. Por eso tenemos la garantía firme de que Jehová Dios establecerá un gobierno mundial.

Este gobierno divino es el tema central de la Biblia. Jesús nos enseñó a orar por él en el padrenuestro, al decir: “Venga tu reino. Efectúese tu voluntad, como en el cielo, también sobre la tierra” (Mateo 6:10). Mediante muchos profetas, Jehová Dios había señalado a este Reino como el único medio por el cual se resolverían para siempre los problemas de este mundo, que están profundamente arraigados. ¿Tendrá éste mayor éxito que los gobiernos humanos? Bueno, consideremos este asunto.

Agua potable: Jehová Dios es el Creador de la Tierra. Entiende cabalmente cómo funcionan los sistemas ecológicos de ésta. Reveló al profeta Amós que Él es “Aquel que llama las aguas del mar, para derramarlas sobre la superficie de la tierra” (Amós 9:6). Él tiene conocimiento pleno de cómo funciona el ciclo del agua de este planeta y puede ejercer control completo sobre éste.

Cuando gobernaba directamente a los israelitas de la antigüedad, Dios prometió: “Jehová te abrirá su buen almacén, los cielos, para dar la lluvia sobre tu tierra en su temporada” (Deuteronomio 28:12). Mientras su pueblo fuera fiel, él cumpliría con aquella promesa. Y también puede garantizar que habrá abundantes suministros de agua para todas las personas que vivan bajo su gobierno mundial.

Alimento: Los expertos dicen que la barrera del nacionalismo es uno de los obstáculos más grandes que impiden que se pueda alimentar a las personas hambrientas. El gobierno mundial de Dios tiene el poder para derribar tales barreras. El profeta escribió por inspiración: “[Dios] ciertamente [...] enderezará los asuntos respecto a poderosas naciones lejanas. Y tendrán que batir sus espadas en rejas de arado y sus lanzas en podaderas. No alzarán espada, nación contra nación, ni aprenderán más la guerra”. (Miqueas 4:3.)

¿Es eso posible? Ciertamente lo es. De hecho, ¡está sucediendo ahora mismo! Hay una sociedad que se compone de millones de personas por todo el mundo que ya está sujeta al Reino de Dios. Estas personas ya no consideran las cosas desde un punto de vista irrazonable, nacionalista o racista, sino que se consideran hermanos entre sí y trabajan juntos en hacer la voluntad de Dios. La existencia de este grupo de personas prueba que el gobierno mundial de Dios es una realidad. ¿Quiénes son ellas? Hablamos de los testigos de Jehová.

Jehová Dios ha prometido que bendecirá la Tierra y que ésta producirá en abundancia. Mediante el salmista, Él dijo: “La tierra misma ciertamente dará su producto”. “Llegará a haber abundancia de grano en la tierra; en la cima de las montañas habrá sobreabundancia” (Salmo 67:6; 72:16). Sí, bajo la gobernación mundial del Reino de Dios no habrá ningún obstáculo que impida que se supla abundantemente estas cosas esenciales.

Ropa y abrigo: Jesús mostró que Dios se interesa amorosamente en el bienestar físico de sus siervos, al decir: “Aprendan una lección de los lirios del campo, cómo crecen; no se afanan, tampoco hilan; pero les digo que ni aun Salomón en toda su gloria se vistió como uno de éstos. Bueno, pues, si Dios viste así a la vegetación del campo, [...] ¿no los vestirá a ustedes con mucha más razón?”. (Mateo 6:28-30.)

Sí, Dios se interesa en sus siervos aun ahora. Los testigos de Jehová pueden dar testimonio sobre esta verdad. Por eso podemos estar seguros de que cuando Su gobierno mundial rija toda la Tierra, no faltará nada que sea esencial para nuestra felicidad.

¿Tendrá usted parte en ello?

¿No suena atractivo este gobierno mundial? Está claro que toda persona razonable quisiera vivir en un sistema como ése. Sin embargo, primero tenemos que estudiar la constitución del gobierno. Esta ya está publicada en la Santa Biblia. Es preciso que aprendamos en cuanto a las leyes que tenemos que obedecer para vivir bajo el gobierno de Dios.

Esto pudiera envolver el hacer cambios en nuestra vida. El egotismo, que está tan arraigado en este sistema de cosas, no tiene lugar en el arreglo divino. Los súbditos del Reino de Dios tienen que amarlo con todas sus fuerzas, y también deben amar a su prójimo como a sí mismos. Además, el continuar practicando cosas como la mentira, el hurto, la inmoralidad, el engaño, la borrachera y la afición a las drogas nos haría inelegibles para vivir bajo este gobierno. (Mateo 22:37-39; 1 Corintios 6:9, 10.)

¿Vale la pena el esfuerzo? ¡Ciertamente que sí! Solo Jehová Dios sabe lo buena que será la vida en este planeta bajo la clase correcta de gobierno. Nos ha dado algunas indicaciones en la Biblia. Los que ahora sirven sinceramente a Dios ya sienten parte de la felicidad y tranquilidad de ánimo que existirá entonces.

De acuerdo con todas las pruebas, muy pronto los que lleguen a ser súbditos del Reino de Dios verán y disfrutarán de todo el cuadro. Sí, los sucesos que vemos hoy en cumplimiento de la profecía bíblica indican que el Reino de Dios está cerca y a punto de tomar el control de este mundo de manos de los gobiernos divididos, que han fracasado (Lucas 21:25-28, 31; Daniel 2:44). ¿Quisiera usted tener parte en todo esto? ¿Por qué no investiga más sobre el asunto por sí mismo? Aprenda a confiar en Jehová Dios y en su gobierno mundial, la única solución a los problemas de nuestro día.

[Recuadro en la página 7]

Solo el Reino de Dios proveerá a toda la humanidad...

◻ Mucho alimento bueno

◻ Agua pura en abundancia

◻ Ropa apropiada

◻ Viviendas cómodas