Ponderando las noticias
Dios y César
En un artículo que apareció en el Daily Times de Nigeria, el periodista Andy Akporugo dijo: “Cuando el Señor Cristo mismo dijo ‘Den a César lo que es de César y a Dios lo que es de Dios’, no pudo haber querido que los testigos de Jehová interpretaran esto en sentido literal” (Mateo 22:21). Al periodista evidentemente le parece que los testigos de Jehová se han extralimitado poniendo a Dios en primer lugar cuando hay conflicto entre las peticiones de Dios y las de César. En su argumento, el periodista Akporugo hizo referencia al filósofo Tomás de Aquino, quien combinó las enseñanzas no cristianas de Aristóteles con la doctrina cristiana. El periodista también se refirió a las ideas no cristianas de Platón y el filósofo islámico Ibn Kajldun. Pero ¿deberían las opiniones de filósofos no cristianos servir de base para entender lo que quiso decir Jesús?
Las palabras de Jesús tienen que comprenderse a la luz de sus declaraciones respecto a que su Reino y sus seguidores “no son parte del mundo” (Juan 17:16; 18:36), y que los cristianos deben buscar “primero el reino” de Dios (Mateo 6:33). Por lo tanto, los testigos de Jehová tienen razón para optar por “obedecer a Dios como gobernante más bien que a los hombres”. (Hechos 5:29.)
Católicos perturbados
Cierto profesor (católico romano) de religión comentó recientemente sobre el hecho de que el papa concediera audiencia al líder de la Organización para la Liberación de Palestina, Yasser Arafat. “Muchos de los que nos consideramos católicos —escribió Harry James Cargas en Los Angeles Times— nos sentimos profundamente decepcionados de que el papa Juan Paulo II haya concedido audiencia a un terrorista bajo cuya dirección se ha matado a niños en las escuelas simplemente porque eran judíos. [...] Pero tal vez esto no sea muy sorprendente. Cuando al vicario eclesiástico de los ritos melquitas de Jerusalén, el arzobispo Hilarion Capucci, se le sentenció a 12 años en una cárcel israelí por pasar armas y municiones de contrabando a disidentes árabes en Israel, el Vaticano hizo arreglos para que se le pusiera en libertad. El acuerdo fue que Capucci abandonaría sus actividades políticas; sin embargo, él no solo ha posado públicamente abrazando a Arafat, sino que también ha asistido a reuniones de la Organización para la Liberación de Palestina que se han celebrado en Siria y El Líbano, y ha viajado por Italia haciendo propaganda a favor de la O.L.P. Por lo visto, el Vaticano no le ha censurado”.
El profesor Cargas pasó a añadir: “Nosotros los católicos también tenemos que reconocer la vergüenza de las Cruzadas, la Inquisición, la institución de la judería o ghetto, los pogromos. Y claro, hay el caso del gran silencio que guardó el papa Pío XII mientras en la Europa cristiana se ejecutó la política de Hitler en cuanto a eliminar del mundo al pueblo judío”.
¿Cómo ha de considerarse tal participación religiosa en prácticas injustas? Jesucristo declaró: “Por sus frutos los reconocerán. [...] Un árbol bueno no puede dar fruto inservible”. (Mateo 7:15-20.)
A los expertos se les hace “difícil creer”
Cierto representante del periódico judío Allgemeine Judische Wochenzeitung, que se publica en Alemania, entrevistó recientemente al profesor J. T. Radday, quien usó un ordenador para hacer un “análisis lingüístico de textos bíblicos”. Por largo tiempo ciertos doctos bíblicos han negado que Moisés fuera el único escritor del Pentateuco. No obstante, el análisis que se hizo mediante el ordenador reveló que el libro de Génesis “con toda probabilidad fue escrito por un solo autor”. El cálculo de probabilidad del ordenador fue de 82 por 100. “¿Es 82 por 100 un alto porcentaje o no?”, preguntó el profesor Radday. En respuesta, dijo que la probabilidad de que Moisés fuera el escritor era “enormemente grande” en comparación con análisis parecidos que se han hecho de obras escritas por otros autores.
Por otro lado, dijo: “A los expertos —es triste decirlo— se les hizo muy difícil creer esto. En otras palabras, se han resistido a aceptarlo, y no es maravilla: Es difícil que alguien abandone una teoría con la que no solo esté familiarizado, sino una con la que se identifique, con la cual haya crecido y que haya enseñado personalmente por décadas”. Tales actitudes nos ayudan a comprender por qué el apóstol Pablo declaró: “No muchos sabios según la carne fueron llamados [...] sino que Dios escogió las cosas necias del mundo, para avergonzar a los sabios”. Las personas humildes están dispuestas a que se les corrija, aunque sus semejantes tal vez las consideren necias. (1 Corintios 1:26, 27.)