BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
Español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • w85 15/3 págs. 8-9
  • Un hombre arruinado por la avaricia

No hay ningún video disponible para este elemento seleccionado.

Lo sentimos, hubo un error al cargar el video.

  • Un hombre arruinado por la avaricia
  • La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1985
  • Información relacionada
  • Perdió todo por codicioso
    La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 2012
  • Guehazí
    Ayuda para entender la Biblia
  • Guehazí
    Perspicacia para comprender las Escrituras, volumen 1
  • La niña ayuda al grande
    Mi libro de historias bíblicas
Ver más
La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1985
w85 15/3 págs. 8-9

La Palabra de Dios es viva

Un hombre arruinado por la avaricia

NAAMÁN está agradecido por haber sido curado de su lepra. En muestra de gratitud, trata de dar a Eliseo un regalo de miles de piezas de oro y plata, así como diez mudas de prendas de vestir de buena calidad. Pero Eliseo rechaza el regalo. En realidad fue Jehová quien ejecutó la curación milagrosa, y Eliseo rehúsa atribuirse crédito alguno por medio de aceptar dicho regalo.

Pero ¿qué hay de su servidor, Guejazi? Con avaricia mira las hermosas prendas de vestir y todo aquel dinero. ¿Qué sucedería si Guejazi siguiera deseando algunas de estas cosas? Pudiera ser provocado y atraído seductoramente por el deseo incorrecto, lo cual lo llevaría a hacer lo que es malo. (Santiago 1:13-15.)

Pues bien, con el tiempo Naamán y sus siervos se despiden y emprenden el viaje de regreso a su hogar, en Siria. Pero Guejazi no deja de pensar en las hermosas prendas de vestir y en todo aquel dinero. ¡Mire! Guejazi está corriendo. ¿Adónde va?

Guejazi corre tras Naamán, y lo alcanza. Naamán saluda a Guejazi y le pregunta: “¿Va todo bien?”.

‘Sí —responde Guejazi—. Pero Eliseo me envió a decirte que acaban de llegarle dos visitantes. Y Eliseo quisiera darles dos mudas de ropa y un poco de plata.’ Pero esto es mentira. Es Guejazi mismo quien quiere estas cosas. Pero Naamán no lo sabe, y con mucho gusto le da el regalo que solicita. Hasta insiste en que Guejazi acepte más dinero del que pidió.

Cuando Guejazi llega a su casa, Eliseo le pregunta: ‘¿Dónde has estado?’.

‘Oh, en ninguna parte’, contesta él. No obstante, Jehová ha revelado a Eliseo la cosa mala que Guejazi ha hecho. Así, Eliseo le dice: ‘¡No es tiempo de aceptar dinero ni ropa! Ahora la enfermedad de Naamán se te pegará a ti y a tu prole’. Inmediatamente Guejazi es herido de lepra, y vive aquejado de esta terrible enfermedad el resto de su vida. Lo que le sucedió a Guejazi muestra que la avaricia puede causar la ruina. (2 Reyes 5:5, 15-27.)

    Publicaciones en español (1950-2025)
    Cerrar sesión
    Iniciar sesión
    • Español
    • Compartir
    • Configuración
    • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
    • Condiciones de uso
    • Política de privacidad
    • Configuración de privacidad
    • JW.ORG
    • Iniciar sesión
    Compartir