¿Nos ha dado la religión lo que necesitamos?
MARÍA fue monja católica romana por 21 años. Se crió en un ambiente muy religioso. Cuando niña, ¡hasta se levantaba de noche para orar por otros! Sin embargo, con el tiempo la pobreza, el sufrimiento y la injusticia que han persistido a pesar de miles de años de influencia religiosa la llevaron a preguntarse: ‘En realidad, ¿nos ha dado la religión lo que necesitamos?’.
La mayoría de las religiones abogan por grandes ideales y elevados principios de moralidad. Pero no es raro que se vea a la religión como causa de problemas, como un factor que, en vez de darnos lo que necesitamos, nos aflige con más dificultades. Por ejemplo, considere estos comentarios de observadores del escenario religioso: “La religión es la razón más íntima de la inhumanidad” (National Review). “Ahora el motivo principal de la guerra no es la codicia, sino la religión” (Toronto Star). “El Holocausto [matanza de judíos por los nazis] ‘fue la obra de cristianos bautizados’” (The Tampa Tribune).
¿Debería sorprendernos el que la gente no concuerde con las alegaciones de la religión de que satisface nuestras necesidades? La gente ha visto su fruto. Por ejemplo, “el sintoísmo, la religión nativa del Japón, no solo dio apoyo pleno a la maquinaria de guerra, sino que le suministró su mismísima razón de ser”, dijo The Christian Century. Muchas religiones han hecho precisamente eso: ¡‘Han dado apoyo pleno a la maquinaria de guerra’! Piense en las masacres y represalias por budistas e hindúes en Sri Lanka, los asesinatos y atrocidades entre católicos y protestantes en Irlanda... ¡la lista no parece tener fin! “Por siglos, sectas hindúes, musulmanas, sijs y de otros tipos han estado implicadas en mutuo derramamiento de sangre en la India”, fue el lamento de la revista U.S.News & World Report.
Otras personas quizás no vean a la religión como un impulso al mal, pero ciertamente no la consideran impulso poderoso al bien. El periódico National Catholic Reporter mencionó “que la iglesia tradicional no satisface como debe los deseos y necesidades humanos”. Y la publicación Liberty dijo que aparentemente la sociedad ve al clérigo como un “bendecidor-santificador” que oficia sólo en ceremonias. Añadió: “Para muchos, es el ministro del statu quo”. ¿Ha visto usted así a la religión... como algo que quizás no cause mal, pero que tampoco nos beneficia mucho?
Hoy día la situación religiosa es muy parecida a la que existía cuando Jesucristo estuvo en la Tierra. Él dijo que los líderes religiosos de su día solo honraban a Dios con los labios. El resultado era que, en vez de suplir a la gente lo que necesitaba, ponían más carga sobre ella. “Atan cargas pesadas y las ponen sobre los hombros de los hombres”, dijo Jesús. (Mateo 23:4.) Hoy la religión promete mucho, pero parece dar muy poco. Por eso, ¿hay razón para creer que pueda darnos lo que necesitamos?