El Códice de Beza... un manuscrito singular
THÉODORE DE BÈZE, famoso conocedor francés de las Escrituras Griegas Cristianas, estuvo en estrecha asociación con el reformador protestante Juan Calvino, de quien fue sucesor. En 1562 Beza —como se le conoce generalmente— sacó a la luz un excepcional manuscrito antiguo. Afirmó que lo había obtenido del monasterio de “san” Ireneo, en Lyon, Francia, después del saqueo de la ciudad por los hugonotes. No se conoce con seguridad dónde se preparó originalmente el manuscrito, pero la fuente más probable es el África septentrional o Egipto.
El códice mide 25 por 20 centímetros (10 por 8 pulgadas), y comúnmente se reconoce que data del siglo V E.C., fecha algo posterior a la de los manuscritos Sinaítico, Vaticano y Alejandrino. El códice consta de 406 hojas y contiene solo los cuatro Evangelios y Hechos de Apóstoles, aunque con lagunas. Pero puede que el Códice de Beza haya incluido otras cartas originalmente, pues existe un fragmento de la tercera carta de Juan. Los Evangelios de Mateo y Juan preceden a los de Lucas y Marcos.
El manuscrito es un ejemplo antiguo de un texto bilingüe; tiene el griego en la página izquierda y el latín en la derecha. Es probable que sea una copia de un manuscrito en papiro de un texto primitivo, como otros papiros de los siglos III o IV, conocidos como P29, P38 y P48.
El texto del Códice de Beza, escrito en elegantes unciales (mayúsculas) negritas, no se extiende de un lado hasta el otro en las páginas. Está ordenado en líneas de longitud desigual, para que el final de cada línea represente una pausa en la lectura. Es curioso el dato de que el latín está escrito al estilo de los caracteres griegos, y en muchos casos el texto ha sido ajustado a las lecturas griegas. Por otro lado, el texto griego es bastante distintivo y ha sido corregido por muchas manos, entre ellas las del escriba original.
El Códice de Beza ha sido designado oficialmente como “D”. Es muy diferente de los demás manuscritos famosos, e independiente de ellos. Como lo indican las notas a pie de página de la Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras, el códice a veces concuerda con el Códice Sinaítico (א), el Vaticano (B) y el Alejandrino (A), y a veces discrepa de ellos. El gran valor de este códice estriba en que confirma otros manuscritos importantes, más bien que en sus omisiones y añadiduras particulares. (Véanse las notas a pie de página de la Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras [Con Referencias] en Mateo 23:14; 24:36; 27:49; Marcos 7:16; 9:44, 46; 11:26; Lucas 15:21; Juan 5:4.)
A pesar de algunas lecturas y variantes poco comunes, el Códice de Beza es otra prueba excelente de la conservación de la Biblia hasta la actualidad.
[Fotografía de Théodore De Bèze en la página 24]
[Reconocimiento]
Izquierda: Cortesía de Trustees of the British Museum
[Reconocimiento en la página 24]
Arriba: Por permiso de Syndics of Cambridge University Library