Los proclamadores del Reino informan
Confiaron en Jehová
LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ han recibido de Jehová el mandato de predicar las buenas nuevas del Reino por todo el mundo para que gente de todas las naciones tenga la oportunidad de obtener conocimiento acerca del nuevo mundo de Dios. En algunos países se han impuesto restricciones a nuestra obra, muchas veces a instigación del clero de la cristiandad. Así ha sucedido en cierto país de África. Pero allí los testigos de Jehová hacen lo que hizo el rey David. Él dijo: “En Dios he cifrado mi confianza. No tendré miedo”. (Salmo 56:11.) Las experiencias de nuestros hermanos de ese país muestran que ellos confían en Jehová y siguen efectuando la obra importante que él les ha asignado.
Un Testigo que era director de una escuela persistió en obedecer a “Dios como gobernante más bien que a los hombres” y declaró que era neutral en cuanto a los asuntos del Estado. (Hechos 5:29.) Por esto fue golpeado severamente, y se esperaba que lo declararan traidor. Todo el mundo pensaba que le darían muerte. Sin embargo, el Testigo confió en Jehová. Permaneció fiel y explicó las razones de conciencia que lo llevaban a tal postura. ¿Cuál fue el resultado? Fue absuelto, y luego llevado de vuelta al pueblo donde vivía, después de lo cual los agentes del Estado que lo habían golpeado le pidieron disculpas. ¡A este Testigo fiel lo aceptaron de nuevo en el magisterio y lo ascendieron a inspector de escuelas!
El coordinador de cierta escuela hizo que despidieran a un maestro que era Testigo. Un mes después el coordinador aceptó el libro Usted puede vivir para siempre en el paraíso en la Tierra que le ofreció un precursor especial, y accedió a estudiar la Biblia. Cuando terminó de estudiar el capítulo 6, renunció a su puesto de coordinador de la escuela y, junto con su esposa, empezó a asistir a todas las reuniones de los testigos de Jehová. Un domingo por la mañana el maestro que había sido despedido tuvo la grata sorpresa de encontrarse con el que había sido responsable de que lo despidieran y descubrir que este estaba en camino a ser un hermano espiritual suyo.
Otra experiencia del mismo país ilustra cómo los testigos de Jehová infunden respeto por los arreglos de Jehová y se esfuerzan por mantener limpia la organización. Cierto precursor especial que predicaba en territorio aislado experimentó mucha oposición. Puesto que era de otra tribu y región, los enemigos de la verdad querían echarlo de la aldea. No obstante, el jefe de la aldea señaló a la buena conducta y los excelentes resultados del ministerio del precursor, y no permitió que lo echaran. El jefe había notado que desde la llegada del precursor especial la gente honraba a las autoridades pagando sus impuestos y participando una vez a la semana en el trabajo comunal que se hacía en las carreteras. (Romanos 13:1, 7.)
Entonces, una noche otro Testigo y una mujer que no era Testigo fueron sorprendidos en el acto de cometer adulterio. Hubo un escándalo, y el jefe mandó llamar al precursor especial y le presentó esta crítica: “Aquí está uno de sus hermanos a quien sorprendieron cometiendo adulterio. Ustedes los testigos de Jehová no son diferentes de las demás religiones”. Con todo, el precursor especial explicó: “Aunque somos imperfectos, somos diferentes de las demás religiones, porque no toleramos los actos de los que cometen pecados crasos”.
El Testigo que cometió adulterio cumplió su sentencia de prisión y pagó una multa. Además, fue expulsado de la congregación como malhechor que no se había arrepentido. Esta acción impresionó al jefe y les cerró la boca a los que se burlaban de los testigos de Jehová. El jefe comentó: “No hablen mal de los testigos de Jehová. Ellos tienen la verdad. Otras religiones no toman tal acción”.
Los Testigos fieles de ese país siguen la exhortación que se encuentra en Salmo 37:3: “Confía en Jehová y haz el bien; reside en la tierra, y en todo trata con fidelidad”. ¿Confiaremos nosotros en Jehová como lo hacen estos cristianos?