El hombre más grande de todos los tiempos
“Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios vivo.” (Mateo 16:16.)
1, 2. a) ¿Cómo pudiera determinarse la grandeza de un hombre? b) ¿A qué personajes históricos se dio el título de Grande o Magno, y por qué?
¿QUIÉN cree usted que es el hombre más grande de todos los tiempos? ¿Cómo mide usted la grandeza de un hombre? ¿Por su genio como militar?, ¿por la superioridad de su capacidad mental?, ¿por su fortaleza física?
2 A varios gobernantes se les ha llamado Grande o Magno, como a Ciro el Grande, Alejandro Magno y Carlomagno, a quien se llamó “el Grande” aun mientras vivía. Por su imponente presencia, hombres como estos influyeron profundamente en los que fueron sus súbditos.
3. a) ¿Cómo se mediría la grandeza de un hombre? b) Si se midiera así, ¿quién sería el hombre más grande de todos los tiempos?
3 Es interesante el hecho de que el historiador H. G. Wells describió cómo mediría él la grandeza de un hombre. Más de 50 años atrás escribió: “Para el historiador, en esto consiste la prueba de la grandeza de alguien: ‘¿Qué dejó plantado para que se desarrollara? ¿Puso a los hombres a pensar en nuevas direcciones con un vigor que persistiera después?’”. Wells llegó a esta conclusión: “Si se aplica esta prueba, Jesús está en primer lugar”. Hasta Napoleón Bonaparte señaló: “Jesucristo ha ejercido influencia y mando sobre Sus súbditos sin Su presencia corporal visible”.
4. a) ¿Qué puntos de vista opuestos hay con relación a Jesús? b) ¿Qué lugar en la historia da a Jesús un historiador no cristiano?
4 Sin embargo, algunos han presentado la objeción de que Jesús no es una persona histórica, sino un mito. Muchos, al otro extremo, han idolatrado a Jesús como si fuera Dios, y han dicho que Dios vino a la Tierra. No obstante, Wells, fundando sus conclusiones solo en la prueba histórica de la existencia de Jesús como hombre, escribió: “Es interesante y significativo el que un historiador, sin prejuicio teológico alguno, descubra que no puede describir el progreso de la humanidad honradamente sin dar un lugar de prominencia a un maestro pobre de Nazaret. [...] Un historiador como yo, que ni siquiera se llama cristiano, descubre que el cuadro va girando irresistiblemente en torno a la vida y al carácter de este hombre tan significativo”.
¿Existió realmente Jesús?
5, 6. ¿Qué dicen los historiadores H. G. Wells y Will Durant respecto a la historicidad de Jesús?
5 Pero ¿qué hay si alguien le dijera que en realidad Jesús nunca existió, que, de hecho, fue un mito, una invención de hombres del primer siglo? ¿Qué respuesta daría usted a eso? Aunque Wells reconoce que “no sabemos todo lo que quisiéramos saber acerca de [Jesús]”, señala lo siguiente: “Los cuatro Evangelios [...] concuerdan en darnos un cuadro de una muy claramente definida personalidad; comunican la convicción de algo real. El suponer que él nunca vivió, que los relatos de su vida son invención, es más difícil y plantea muchos más problemas para el historiador que el aceptar como hecho los elementos esenciales de los relatos evangélicos”.
6 El respetado historiador Will Durant presentó un argumento similar cuando explicó: “El que unos pocos hombres sencillos [que se llamaron cristianos] hubiesen podido, en una generación, haber inventado una personalidad tan poderosa y atractiva, una ética tan elevada y una concepción tan confortadora de la hermandad humana, sería un milagro mucho más increíble que cualquiera de los consignados en los Evangelios”.
7, 8. Describa el gran efecto que tuvo Jesús en la historia humana.
7 Por eso, usted pudiera razonar de este modo con el escéptico: ¿Pudiera un personaje mítico —una persona que en realidad nunca hubiera existido— haber afectado tan notablemente la historia humana? La obra de consulta The Historians’ History of the World (La historia universal vista por historiadores) declaró: “El resultado histórico de las actividades [de Jesús] sobrepasó en importancia, hasta desde un punto de vista estrictamente seglar, los hechos de todo otro personaje histórico. Desde su nacimiento data una nueva era reconocida por las principales civilizaciones del mundo”. Considere eso. Hasta algunos calendarios de hoy día se basan en el año en que supuestamente nació Jesús. The World Book Encyclopedia explica: “Las fechas que antecedieron a ese año se designan a.C., o antes de Cristo. Las fechas posteriores a ese año se designan A.D., o anno Domini (en el año de nuestro Señor)”.
8 Por sus dinámicas enseñanzas y por la manera como vivió la vida en armonía con ellas, Jesús ha afectado vigorosamente la vida de incontables multitudes de personas por casi 2.000 años. Como bien lo expresó cierto escritor: “El conjunto de cuanto ejército haya marchado y cuanta armada haya sido construida y cuanto parlamento haya funcionado y cuanto rey haya gobernado no ha tenido en la vida del hombre sobre esta Tierra un efecto que iguale al de él”. Con todo, los críticos dicen: ‘Todo lo que en verdad sabemos de Jesús está en la Biblia. No hay otros registros contemporáneos sobre él’. Sin embargo, ¿es cierto eso?
9, 10. a) ¿Qué dijeron acerca de Jesús historiadores y escritores seglares de la antigüedad? b) Sobre la base del testimonio de historiadores antiguos, ¿a qué conclusión llegó una respetada enciclopedia?
9 Aunque son pocas las referencias a Jesucristo por historiadores seglares de la antigüedad, esas referencias existen. Cornelio Tácito, respetado historiador romano del primer siglo, escribió que el emperador romano Nerón ‘presentó como culpables de la quema de Roma a los cristianos’, y entonces Tácito explicó: “El autor de este nombre [cristianos] fue Cristo, el cual, imperando Tiberio, había sido justiciado por orden de Poncio Pilato, procurador de la Judea”. Suetonio y Plinio el Joven, otros escritores romanos de aquel tiempo, también mencionaron a Cristo. Además, Flavio Josefo, historiador judío del primer siglo, escribió en su obra Antigüedades de los judíos acerca de la muerte del discípulo cristiano Santiago (Jacobo). En una explicación Josefo dice que Jacobo era “hermano de Jesús que se llamó Cristo”.
10 Por eso The New Encyclopædia Britannica llega a esta conclusión: “Estos relatos independientes prueban que en la antigüedad ni siquiera los opositores del cristianismo dudaron alguna vez de la historicidad de Jesús, que fue disputada por primera vez y sin base adecuada a fines del siglo XVIII, durante el XIX y a principios del XX”.
¿Quién era, realmente, Jesús?
11. a) ¿Cuál es, esencialmente, la única fuente de información histórica sobre Jesús? b) ¿Qué pregunta se hicieron los propios seguidores de Jesús en cuanto a Su identidad?
11 Sin embargo, esencialmente todo lo que en la actualidad se conoce acerca de Jesús fue escrito por sus seguidores del primer siglo. Sus informes se han conservado en los Evangelios... los libros bíblicos escritos por dos de sus apóstoles: Mateo y Juan, y dos de sus discípulos: Marcos y Lucas. ¿Qué revelan los relatos de estos hombres en cuanto a la identidad de Jesús? ¿Quién era él, realmente? Los que se asociaron con Jesús en el primer siglo se hicieron esa pregunta. Cuando vieron que con una reprensión Jesús calmó un mar azotado por el viento, se preguntaron con asombro: “¿Quién, realmente, es este[?]”. En una ocasión posterior Jesús preguntó a sus apóstoles: “Ustedes, ¿quién dicen que soy?”. (Marcos 4:41; Mateo 16:15.)
12. ¿Cómo sabemos que Jesús no es Dios?
12 Si a usted se le hiciera esa pregunta, ¿qué contestaría? ¿Quién era, realmente, Jesús? Por supuesto, en la cristiandad muchos dirían que era el Dios Todopoderoso en forma humana, Dios encarnado. Sin embargo, los que se asociaron personalmente con Jesús nunca creyeron que él fuera Dios. El apóstol Pedro lo llamó “el Cristo, el Hijo del Dios vivo”. (Mateo 16:16.) Y, sin importar cuánto busque uno, nunca leerá que Jesús afirmó que fuera Dios. Más bien, dijo a los judíos que era “Hijo de Dios”, no Dios. (Juan 10:36.)
13. ¿En qué sentido difería Jesús de los demás hombres?
13 Cuando Jesús anduvo sobre un mar tormentoso, de nuevo los discípulos quedaron impresionados por el hecho de que no era un hombre como cualquier otro hombre. (Juan 6:18-21.) Era una persona muy especial. Esto se debía a que él había vivido anteriormente como espíritu con Dios en los cielos, sí, como un ángel, al que se llama en la Biblia el arcángel. (1 Tesalonicenses 4:16; Judas 9.) Dios lo había creado antes de crear todas las demás cosas. (Colosenses 1:15.) Así, por edades incontables, antes de que siquiera se creara el universo físico, Jesús disfrutó de compañerismo íntimo en el cielo con su Padre, Jehová Dios, el Magnífico Creador. (Proverbios 8:22, 27-31; Eclesiastés 12:1.)
14. ¿Cómo llegó a tener existencia humana Jesús?
14 Entonces, casi 2.000 años atrás, Dios transfirió la vida de su Hijo a la matriz de una mujer. De ese modo Jesús llegó a ser un hijo humano de Dios, nacido de una mujer del modo normal. (Gálatas 4:4.) Mientras Jesús se desarrollaba en la matriz de su madre, María, y después cuando se criaba como niño, dependió de las personas a quienes Dios había seleccionado para que fueran sus padres terrestres. Con el tiempo Jesús llegó a ser hombre, y parece que entonces se le concedió recordar toda su asociación anterior con Dios en el cielo. Esto sucedió ‘cuando los cielos le fueron abiertos’ durante su bautismo. (Mateo 3:16; Juan 8:23; 17:5.)
15. ¿Cómo sabemos que Jesús fue enteramente humano cuando vivió en la Tierra?
15 En verdad Jesús era una persona singular. Con todo, era un hombre, el igual de Adán, a quien Dios originalmente creó y colocó en el jardín de Edén. El apóstol Pablo explicó: “‘El primer hombre, Adán, llegó a ser alma viviente’. El último Adán llegó a ser un espíritu dador de vida”. Se llama a Jesús “el último Adán” porque, como el Adán original, Jesús fue un ser humano perfecto. Pero después que Jesús murió fue resucitado, y volvió como espíritu a su Padre en el cielo. (1 Corintios 15:45.)
La mejor manera de aprender acerca de Dios
16. a) ¿Qué hacía de la asociación con Jesús un gran privilegio? b) ¿Por qué podía decirse que ver a Jesús era lo mismo que ver a Dios?
16 ¡Piense por un momento ahora en el maravilloso privilegio que tuvieron algunos de asociarse personalmente con Jesús cuando estuvo en la Tierra! ¡Imagínese lo que sería escuchar y ver a Aquel que había pasado quizás miles de millones de años como compañero íntimo de Jehová Dios en el cielo, y hasta hablar y trabajar con él! Jesús, como hijo fiel, copiaba a su Padre celestial en todo lo que hacía. De hecho, Jesús imitaba tan perfectamente a su Padre que pudo decir a los apóstoles poco antes de su ejecución: “El que me ha visto a mí ha visto al Padre también”. (Juan 14:9, 10.) Sí, en toda situación que afrontó aquí en la Tierra, Jesús hizo precisamente como habría hecho su Padre, el Dios Todopoderoso, si hubiera estado aquí. Por eso, cuando estudiamos la vida y el ministerio de Jesucristo, en realidad estamos aprendiendo precisamente qué clase de persona es Dios.
17. ¿Qué excelente propósito cumplió la serie de artículos sobre “La vida y el ministerio de Jesús” que se publicó en La Atalaya?
17 Por consiguiente, la serie de artículos sobre “La vida y el ministerio de Jesús” —que apareció en números sucesivos de La Atalaya desde abril de 1985 hasta junio de 1991— no solo suministró un cuadro excelente del hombre llamado Jesús, sino que también dio mucha información acerca de su Padre celestial, Jehová Dios. Después de los primeros dos artículos un ministro precursor escribió con aprecio a la Sociedad Watch Tower: “¡No hay mejor manera de acercarnos al Padre que llegando a conocer mejor al Hijo!”. ¡Cuán cierto es eso! La ternura con que el Padre se interesa en la gente, y lo generoso de su corazón, se magnifican en la vida del Hijo.
18. ¿Quién es el Autor del mensaje del Reino, y cómo reconoció eso Jesús?
18 Ciertamente es hermoso observar el amor de Jesús a su Padre, como se manifiesta por su completa sumisión a la voluntad de Dios. “No hago nada por mi propia iniciativa —dijo Jesús a los judíos que procuraban matarlo—; sino que hablo estas cosas así como el Padre me ha enseñado.” (Juan 8:28.) Como se ve, Jesús no era el autor del mensaje del Reino que predicaba. ¡Ese autor era Jehová Dios! Y en varias ocasiones Jesús lo atribuyó al Padre. “No he hablado de mi propio impulso —dijo—, sino que el Padre mismo, que me ha enviado, me ha dado mandamiento en cuanto a qué decir y qué hablar. [...] Por lo tanto, las cosas que hablo, así como el Padre me las ha dicho, así las hablo.” (Juan 12:49, 50.)
19. a) ¿Cómo sabemos que Jesús enseñó tal como lo hace Jehová? b) ¿Por qué fue Jesús el hombre más grande de todos los tiempos?
19 Sin embargo, Jesús no simplemente habló o enseñó lo que el Padre le dijo. Hizo mucho más. Lo habló o enseñó tal como el Padre lo habría hablado o enseñado. Además, en todas sus actividades y relaciones se comportó y obró precisamente como se habría comportado y habría obrado el Padre en las mismas circunstancias. “El Hijo no puede hacer ni una sola cosa por su propia iniciativa —explicó Jesús—, sino únicamente lo que ve hacer al Padre. Porque cualesquiera cosas que Aquel hace, estas cosas también las hace el Hijo de igual manera.” (Juan 5:19.) Jesús reflejó a perfección en todo respecto a su Padre, Jehová Dios. ¡Por eso no es raro que Jesús fuera el hombre más grande de todos los tiempos! De seguro, pues, ¡es muy vital que consideremos cuidadosamente a este hombre tan importante!
El amor de Dios visto en Jesús
20. ¿Cómo podía saber el apóstol Juan que “Dios es amor”?
20 ¿Qué aprendemos, especialmente, de un estudio profundo y cuidadoso de la vida y el ministerio de Jesús? Pues bien, el apóstol Juan reconoció que “a Dios ningún hombre lo ha visto”. (Juan 1:18.) Sin embargo, Juan escribió con absoluta confianza en 1 Juan 4:8: “Dios es amor”. Juan podía decir eso porque conocía el amor de Dios mediante lo que había visto en Jesús.
21. ¿Qué rasgo de Jesús hizo de él el hombre más grande de todos los tiempos?
21 Al igual que el Padre, Jesús era compasivo, bondadoso, humilde y abordable. Los débiles y oprimidos se sentían cómodos en su presencia, lo mismo que personas de toda clase: hombres, mujeres, niños, los ricos, los pobres, los poderosos, y pecadores notables también. Sí, fue especialmente el sobrepujante ejemplo de amor de Jesús, a imitación de su Padre, lo que lo hizo el hombre más grande de todos los tiempos. Según informes, hasta Napoleón Bonaparte dijo: “Alejandro, César, Carlomagno y yo fundamos imperios, pero ¿sobre qué cimentamos las creaciones de nuestro genio? Sobre la fuerza. Solo Jesucristo fundó su reino sobre el amor, y hoy día millones de hombres morirían por él”.
22. ¿Qué tuvieron de revolucionarias las enseñanzas de Jesús?
22 Las enseñanzas de Jesús fueron revolucionarias. “No resistan al que es inicuo —exhortó Jesús—; antes bien, al que te dé una bofetada en la mejilla derecha, vuélvele también la otra.” “Continúen amando a sus enemigos y orando por los que los persiguen.” ‘Hagan a otros como quisieran que les hicieran a ustedes.’ (Mateo 5:39, 44; 7:12.) ¡Cuán diferente sería el mundo si toda persona obedeciera esas sublimes enseñanzas!
23. ¿Qué hizo Jesús para conmover el corazón de la gente e impulsarla a hacer el bien?
23 Las parábolas o ilustraciones de Jesús llegaban al corazón y movían a la gente a hacer el bien y evitar el mal. Usted quizás recuerde su bien conocida narración sobre un samaritano despreciado que, viendo a un hombre de otra raza herido, lo ayudó cuando hombres devotos de la misma raza de aquel hombre no quisieron hacerlo. O la narración de un padre compasivo y dispuesto a perdonar y su hijo pródigo. ¿Y qué podemos decir del relato sobre el rey que perdonó a un esclavo una deuda de 60.000.000 de denarios, pero el esclavo, en cambio, hizo que un esclavo compañero de él que no pudo pagar una deuda de solo 100 denarios fuera arrojado en prisión? Con ilustraciones sencillas, ¡Jesús hizo que los actos de egoísmo y codicia parecieran repugnantes y los actos de amor y misericordia muy atractivos! (Mateo 18:23-35; Lucas 10:30-37; 15:11-32.)
24. ¿Por qué podemos decir que Jesús fue indudablemente el hombre más grande de todos los tiempos?
24 Con todo, lo que en especial hizo que la gente se acercara a Jesús y la impulsó a hacer lo bueno fue que la propia vida de él estaba en perfecta armonía con lo que enseñaba. Él practicaba lo que predicaba. Soportó con paciencia las faltas y debilidades de otros. Cuando sus discípulos riñeron en cuanto a quién era el mayor, los corrigió con bondad en vez de reprenderlos con dureza. Atendió humildemente las necesidades de ellos, y hasta les lavó los pies. (Marcos 9:30-37; 10:35-45; Lucas 22:24-27; Juan 13:5.) Por último, sufrió voluntariamente una muerte dolorosa, no solo por ellos, ¡sino por toda la humanidad! No cabe duda de que Jesús fue el hombre más grande de todos los tiempos.
¿Qué contestaría usted?
◻ ¿Qué prueba hay de que Jesús fue realmente persona histórica?
◻ ¿Cómo sabemos que Jesús fue humano, pero cómo difirió de los demás hombres?
◻ ¿Qué hace que el estudiar la vida de Jesús sea la mejor manera de aprender acerca de Dios?
◻ ¿Qué podemos aprender sobre el amor de Dios al estudiar acerca de Jesús?
[Ilustración en la página 10]
Los apóstoles de Jesús se preguntaron con asombro: ‘¿Quién, realmente, es este?’