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  • La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1992
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La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1992
w92 15/7 págs. 13-18

Rechace las fantasías mundanas; busque las realidades del Reino

“Sigan, pues, buscando primero el reino y la justicia de Dios, y todas estas otras cosas les serán añadidas.” (MATEO 6:33.)

1. ¿Qué advertencia da la Palabra de Dios respecto al corazón figurativo, y cuál es una de las principales maneras como puede engañarnos?

“MÁS que todo lo demás que ha de guardarse, salvaguarda tu corazón, porque procedentes de él son las fuentes de la vida.” (Proverbios 4:23.) ¿Por qué tuvo que dar esta advertencia el sabio rey Salomón? Porque “el corazón es más traicionero que cualquier otra cosa, y es desesperado”. (Jeremías 17:9.) Una de las principales maneras como nuestro corazón figurativo puede engañarnos es haciendo que nos entreguemos a las fantasías mundanas. Ahora bien, ¿qué son fantasías? Son imaginaciones sin fundamento real, ensueños, divagaciones de una mente ociosa. Cuando estos ensueños se transforman en fantasías mundanas, ya no son simplemente una pérdida de tiempo, sino algo muy perjudicial. Por lo tanto tenemos que rechazarlas de plano. De hecho, si odiamos el desafuero al igual que Jesús, protegeremos el corazón de entregarse a las fantasías mundanas. (Hebreos 1:8, 9.)

2. ¿Qué son las fantasías mundanas, y por qué debemos rechazarlas?

2 Pero ¿qué son las fantasías mundanas? Son fantasías características de este mundo que yace en el poder de Satanás. Respecto al mundo, el apóstol Juan escribió: “Todo lo que hay en el mundo —el deseo de la carne y el deseo de los ojos y la exhibición ostentosa del medio de vida de uno— no se origina del Padre, sino que se origina del mundo”. (1 Juan 2:16; 5:19.) ¿Por qué tienen que rechazar los cristianos las fantasías mundanas? Porque despiertan deseos egoístas en la mente y el corazón. De hecho, soñar despierto con cometer un mal puede ser un ensayo mental de lo que se va a hacer en la realidad. El discípulo Santiago nos advierte: “Cada uno es probado al ser provocado y cautivado por su propio deseo. Entonces el deseo, cuando se ha hecho fecundo, da a luz el pecado; a su vez, el pecado, cuando se ha realizado, produce la muerte”. (Santiago 1:14, 15.)

Ejemplos amonestadores

3. ¿Cuál es el ejemplo amonestador más destacado de lo dañinas que son las fantasías egoístas?

3 Consideremos algunos ejemplos que muestran razones para rechazar las fantasías mundanas. El caso de Satanás el Diablo es el ejemplo más destacado del daño que puede causar entregarse de lleno a las fantasías egoístas. Él permitió que se desarrollaran sentimientos de engreimiento en su corazón, hasta el grado de envidiar la posición incomparable que ocupa Jehová como Soberano Universal y desear que lo adoraran a él. (Lucas 4:5-8.) ¿Era una fantasía sin fundamento real? ¡Por supuesto! Este hecho quedará demostrado de manera irrefutable cuando se ate a Satanás por mil años y, sobre todo, cuando se le arroje al “lago de fuego”, la muerte segunda. (Revelación 20:1-3, 10.)

4. ¿Cómo engañó Satanás a Eva?

4 Hallamos otro ejemplo amonestador en el caso de la primera mujer, Eva. Con el fin de realizar su ambición, Satanás sedujo a Eva al presentar ante su mente la fantasía de que no moriría si comía del fruto prohibido, sino que sería como Dios, conociendo lo bueno y lo malo. ¿Era esta una fantasía infundada y egoísta? Sin duda, como vemos por la condena que Jehová impuso en el juicio a Eva y a su esposo, Adán. Como consecuencia, perdieron el derecho a vivir en el Paraíso, tanto ellos como toda su descendencia imperfecta. (Génesis 3:1-19; Romanos 5:12.)

5. ¿Qué ocasionó la caída de algunos hijos angélicos de Dios, y qué les ocurrió como resultado?

5 Asimismo, tenemos el ejemplo amonestador de algunos hijos angélicos de Dios. (Génesis 6:1-4.) En vez de contentarse con las bendiciones que tenían en la presencia celestial de Jehová, fantasearon con las mujeres de la Tierra y lo placentero que sería tener relaciones sexuales con ellas. Por actuar en conformidad con estas fantasías, los ángeles desobedientes se hallan en la actualidad confinados a la oscuridad espiritual del Tártaro, aguardando su aniquilación al final del Reinado de Mil Años de Jesucristo. (2 Pedro 2:4; Judas 6; Revelación 20:10.)

Rechace las fantasías mundanas

6, 7. ¿Por qué son dañinas y engañosas las fantasías mundanas de riqueza material?

6 Examinemos a continuación una de las fantasías más comunes y peligrosas que fomenta Satanás. Mediante los medios informativos se nos tienta a entregarnos de lleno a las fantasías mundanas. Estas fantasías suelen ser fruto del anhelo de la riqueza. En sí, no hay nada incorrecto en ser rico. Aunque varones piadosos como Abrahán, Job y el rey David eran muy acaudalados, no ansiaban la riqueza material. Las fantasías materialistas estimulan a la gente a trabajar con afán durante años para acumular riqueza. Estas fantasías también les llevan a caer en toda clase de juegos de azar, como las apuestas en las carreras de caballos y la adquisición de billetes de lotería. No nos ilusionemos con las riquezas. Si creemos que la riqueza material nos va a dar seguridad, reflexionemos en este proverbio realista: “Las cosas valiosas no serán de ningún provecho en el día del furor, pero la justicia misma librará de la muerte”. (Proverbios 11:4.) De hecho, la riqueza material no nos valdrá de nada para sobrevivir a la “gran tribulación”. (Mateo 24:21; Revelación 7:9, 14.)

7 La riqueza material puede engañarnos con facilidad. Por ello se nos dice: “Las cosas valiosas del rico son su pueblo fuerte, y son como un muro protector en su imaginación”. (Proverbios 18:11.) Sí, solo “en su imaginación”, pues la riqueza material ofrece poca protección en tiempos de inflación galopante, quiebra económica, agitación política o enfermedad incurable. Jesucristo nos advirtió que es una insensatez confiar en las riquezas materiales. (Lucas 12:13-21.) Además, tenemos esta amonestación del apóstol Pablo: “El amor al dinero es raíz de toda suerte de cosas perjudiciales, y, procurando realizar este amor, algunos han sido descarriados de la fe y se han acribillado con muchos dolores”. (1 Timoteo 6:10.)

8. ¿Hasta qué grado están extendidas las fantasías mundanas de tipo erótico, y qué peligros representan?

8 Otras fantasías tienen que ver con las relaciones sexuales ilícitas. Una muestra de cuánto le gusta a la naturaleza pecaminosa del ser humano recrearse en las fantasías eróticas, es la popularidad de la inmundicia verbal que se escucha al marcar ciertos números telefónicos que difunden mensajes pornográficos. El erotismo telefónico es un negocio de miles de millones de dólares en los Estados Unidos. Si permitiéramos que nuestra mente se recreara en relaciones sexuales ilícitas, ¿no seríamos hipócritas, cristianos puros tan solo de fachada? Además, ¿no existe el peligro de que estas fantasías nos lleven a relaciones íntimas inmorales? En realidad, así ha ocurrido, lo que ha resultado en la expulsión de algunos de la congregación cristiana por haber cometido fornicación o adulterio. En vista de las palabras de Jesús en Mateo 5:27, 28, ¿no son culpables de adulterio en su corazón los que persisten en entregarse de lleno a estas fantasías?

9. ¿Qué buen consejo de las Escrituras nos advierte del peligro de las fantasías mundanas?

9 Para contrarrestar la tendencia de nuestros corazones pecaminosos a entregarse a fantasías de este tipo, es necesario tener en cuenta la advertencia de Pablo: “No hay creación que no esté manifiesta a la vista de [Dios], sino que todas las cosas están desnudas y abiertamente expuestas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta”. (Hebreos 4:13.) En toda ocasión debemos imitar a Moisés, quien “continuó constante como si viera a Aquel que es invisible”. (Hebreos 11:27.) Sí, siempre debemos tener presente que las fantasías mundanas desagradan a Jehová y solo nos pueden perjudicar. Hemos de interesarnos en cultivar los frutos del espíritu de Dios, particularmente el autodominio, pues es ineludible que si sembramos con miras a la carne, segaremos de la carne la corrupción. (Gálatas 5:22, 23; 6:7, 8.)

Las realidades del Reino

10, 11. a) ¿Qué hechos testifican de que el Creador es real? b) ¿Qué prueba que la Biblia es realmente la Palabra de Dios? c) ¿Qué prueba que el Rey del Reino de Dios es una realidad?

10 La mejor manera de rechazar las fantasías mundanas es buscar de continuo las realidades del Reino. Estas, que son obra de Dios, contrastan notablemente con las fantasías mundanas. ¿Es Dios una realidad? Su existencia es indudable. La creación visible testifica a su favor. (Romanos 1:20.) Esto nos recuerda lo que se afirmó hace más de 100 años en el libro El Plan Divino de las edades, publicado por la Sociedad Watch Tower. Decía: “Quien a la simple vista o con un telescopio dirigiere su mirada al firmamento para en él contemplar la inmensidad de la creación, su simetría, belleza, orden y diversidad, y con todo dudare aún que el Creador de todo esto es infinitamente su superior tanto en sabiduría como en poder, o quien siquiera por un momento supusiera que todo esto se debe a la casualidad, una de dos: o ha perdido la facultad de razonar, o la desconoce hasta el grado de, según la opinión de la Biblia, ser considerado como un insensato, esto es, el que no tiene raciocinio, o el que no hace uso de él”. (Salmo 14:1.)

11 Todo lo referente al Reino lo aprendemos en la Santa Biblia. ¿Es la Biblia en realidad la Palabra escrita de Dios? Sin la menor duda, como se desprende de su armonía, exactitud científica, poder para cambiar la vida de la gente y, sobre todo, del cumplimiento de sus profecíasa. ¿Qué se puede decir del Rey del Reino de Dios, Jesucristo? ¿Existe en realidad? Los relatos evangélicos y las cartas divinamente inspiradas de las Escrituras Griegas Cristianas testifican de manera inequívoca y elocuente de su historicidad. En cuanto al carácter histórico de Jesús, también está el testimonio del Talmud judío, que se refiere a él como persona, y el de los historiadores de Israel y Roma del siglo I E.C.

12, 13. ¿Qué hechos testifican de la realidad del Reino de Dios?

12 ¿Qué hay de la realidad del Reino mismo? La cristiandad casi lo pasa por alto, como lo muestra esta queja de un presbiteriano eminente: “Han pasado con seguridad más de 30 años desde que escuché a un ministro tratar de explicar a los feligreses que el Reino era algo real para ellos”. No obstante, la santificación del nombre de Jehová mediante el Reino es el tema de su Palabra. Dios mismo hizo la primera promesa del Reino cuando dijo: “Pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu descendencia y la descendencia de ella. Él te magullará en la cabeza y tú le magullarás en el talón”. (Génesis 3:15.) La nación de Israel prefiguró al Reino, sobre todo durante el reinado de Salomón. (Salmo 72.) Además, el Reino fue el tema de la predicación de Jesús. (Mateo 4:17.) Lo destacó en muchas ilustraciones, entre ellas las del capítulo 13 de Mateo. Jesús nos mandó orar por el Reino y seguir buscándolo primero. (Mateo 6:9, 10, 33.) De hecho, el Reino de Dios se menciona casi 150 veces en las Escrituras Griegas Cristianas.

13 El Reino es un gobierno real, con poder y autoridad, que satisfará todas las debidas expectativas. Tiene su cuerpo de leyes, que se hallan en la Biblia. El Reino ya ha realizado muchas cosas. Tiene súbditos leales: más de 4.000.000 de testigos de Jehová. Estos predican las buenas nuevas del Reino de Dios en 211 países en cumplimiento de Mateo 24:14. Durante el año de servicio de 1991, dedicaron 951.870.021 horas a predicar el mensaje del Reino. Esta actividad produce resultados tangibles y duraderos a medida que las multitudes aprenden el “lenguaje puro” de la verdad bíblica. (Sofonías 3:9.)

Busquemos las realidades del Reino

14. ¿Cómo podemos fortalecer nuestro aprecio por la realidad del Reino?

14 ¿De qué manera, pues, podemos buscar las realidades del Reino? Nuestra esperanza tiene que estar bien fundada en una firme convicción. El nuevo mundo que Dios ha prometido tiene que ser real para nosotros. (2 Pedro 3:13.) También debemos tener fe en la promesa de que Dios “limpiará toda lágrima de [nuestros] ojos, y la muerte no será más, ni existirá ya más lamento ni clamor ni dolor”. (Revelación 21:4.) ¿Qué seguridad tenemos de que esta promesa no es ninguna fantasía? Se realizará sin falta cuando Dios lo estime oportuno, pues es imposible que él mienta. (Tito 1:1, 2; Hebreos 6:18.) Debemos meditar en estas promesas. Imaginarnos en el nuevo mundo de Dios, disfrutando de sus bendiciones, no es una fantasía infundada, sino una muestra de fe. Según la definió Pablo, “fe es la expectativa segura de las cosas que se esperan, la demostración evidente de realidades aunque no se contemplen”. (Hebreos 11:1.) Fortalezcamos nuestra fe alimentándonos con regularidad de la Palabra de Dios y las publicaciones cristianas que nos ayudan a entenderla y aplicarla. Cuanto más tiempo dediquemos a hablar a otros del Reino, en un marco formal e informal, más fortaleceremos nuestra fe y avivaremos nuestra esperanza en él.

15. ¿Qué obligación tenemos con relación al ministerio cristiano?

15 A fin de trabajar en armonía con las realidades del Reino, tenemos que mejorar la calidad de nuestro ministerio. Ya que queda mucho por hacer, ¿cómo podemos lograrlo? (Mateo 9:37, 38.) Es cierto el dicho de que nunca se es demasiado viejo para aprender. Sin importar cuántos años llevemos en la obra de testificar, podemos mejorar. Si nos hacemos más eficientes en el manejo de la Palabra de Dios, estaremos mejor capacitados para ayudar a los demás a oír la voz del Rey, Jesucristo. (Compárese con Juan 10:16.) En vista de que está en juego el destino eterno de la gente, deberíamos abarcar por completo el territorio para brindarles reiteradamente la oportunidad de demostrar su postura, sea como “ovejas” o como “cabras”. (Mateo 25:31-46.) Esto implica, claro está, llevar registros exactos de los que no estén en casa y sobre todo de los que muestren interés en el mensaje del Reino.

Sigamos buscando el Reino

16. ¿Quiénes han dado un buen ejemplo de buscar las realidades del Reino, y cómo se “asen” de él?

16 Se requiere gran esfuerzo para persistir en la búsqueda de las realidades del Reino. ¿No nos estimula el ejemplo celoso del resto de los cristianos ungidos? Llevan décadas en busca de las realidades del Reino. Esta búsqueda se describe en las siguientes palabras de Jesús: “Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora el reino de los cielos es la meta hacia la cual se adelantan con ardor los hombres, y los que se adelantan con ardor se asen de él”. (Mateo 11:12.) Aquí no se presenta la idea de enemigos que se apoderen del Reino. Más bien, se refiere a la actividad de los que van a recibir el Reino. Cierto escriturario dijo: “Así se describe ese esfuerzo y esa lucha ansiosa e irresistible en pos del Reino Mesiánico que se acerca”. Los ungidos no han escatimado esfuerzos para obtener el Reino. Las “otras ovejas” han de realizar los mismos esfuerzos vigorosos a fin de satisfacer los requisitos para ser súbditos terrestres del Reino celestial de Dios. (Juan 10:16.)

17. ¿Qué destino tendrán los que buscan las fantasías mundanas?

17 En verdad vivimos en un período especial de oportunidad. Los que buscan las fantasías mundanas despertarán un día a la cruda realidad. Su destino se describe atinadamente con estas palabras: “Tiene que suceder justamente como cuando alguien que tiene hambre sueña, y, fíjate, está comiendo, y realmente despierta y su alma está vacía; y justamente como cuando alguien que tiene sed sueña, y, fíjate, está bebiendo, y realmente despierta y, fíjate, está cansado y su alma está reseca”. (Isaías 29:8.) Con certeza, las fantasías del mundo nunca darán a nadie satisfacción ni felicidad.

18. En vista de la realidad del Reino, ¿qué proceder debemos seguir, y con qué perspectiva?

18 El Reino de Jehová es una realidad. Domina de manera activa, a diferencia de este sistema de cosas inicuo, que tiene ante sí una destrucción inminente y definitiva. Por ello, tomemos a pecho el consejo de Pablo: “No sigamos durmiendo como los demás, sino quedémonos despiertos y mantengamos nuestro juicio”. (1 Tesalonicenses 5:6.) Mantengamos el corazón y la mente fijos en las realidades del Reino y disfrutemos de bendiciones eternas. Que nuestro destino sea oír al Rey de aquel Reino decirnos: “Vengan, ustedes que han sido bendecidos por mi Padre, hereden el reino preparado para ustedes desde la fundación del mundo”. (Mateo 25:34.)

[Nota a pie de página]

a Véase el libro La Biblia... ¿la Palabra de Dios, o palabra del hombre?, publicado por Watchtower Bible and Tract Society of New York, Inc.

¿Qué respuesta daría usted?

◻ ¿Qué son las fantasías mundanas, y por qué debemos rechazarlas?

◻ ¿Qué ejemplos muestran la insensatez de entregarse a las fantasías mundanas?

◻ ¿Qué hechos prueban que son reales el Creador, su Palabra escrita, Jesucristo y el Reino?

◻ ¿Cómo podemos fortalecer nuestra fe en las realidades del Reino?

[Fotografía en la página 15]

Las fantasías mundanas suelen deberse al anhelo de la riqueza material

[Fotografía en la página 16]

Predicar las buenas nuevas es un modo de buscar las realidades del Reino

[Fotografía en la página 17]

¿Busca usted las realidades del Reino mediante el estudio diligente de la Palabra de Dios?

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