¿Cómo puede beneficiarle el Evangelio?
SE RECONOCE universalmente el valor literario de la Biblia, incluso en círculos ateos. Sin embargo, la realidad es que pocas personas la leen con el propósito de aplicar lo que dice. Además, ya que las buenas nuevas que la Biblia contiene se escribieron hace casi 2.000 años, a mucha gente le parece que deberían modernizarse, ponerse al día. ¿Es el Evangelio arcaico o anticuado? ¡De ninguna manera!
Hay millones de hombres y mujeres, jóvenes y viejos, que saben que la Biblia es una inapreciable fuente de ayuda. Como dice el prólogo de una versión inglesa: “La Biblia no es simplemente una gran obra literaria que debe admirarse y reverenciarse; contiene Buenas Nuevas para todas las personas, un mensaje que hay que entender y aplicar en la vida diaria”.
¿Qué significa el Evangelio para usted? ¿Vive cada día en armonía con él? Note cómo el escuchar las buenas nuevas benefició tanto a personas del primer siglo como del día moderno.
Personas que se beneficiaron del Evangelio
En los días de Jesús trabajadores arduos como pescadores y amas de casa aceptaron las buenas nuevas y aprendieron la verdad acerca del propósito de Dios para el hombre. Las buenas nuevas cambiaron por completo su vida y en muchos casos les ocasionaron gran alivio. Por ejemplo, María Magdalena fue librada de posesión demoníaca. Zaqueo, quien era un principal recaudador de impuestos, abandonó su modo de vivir codicioso. (Lucas 8:2; 19:1-10.) Los ciegos y los leprosos recibieron ayuda cuando vinieron a Jesús, el predicador de las buenas nuevas. (Lucas 17:11-19; Juan 9:1-7.) Jesús pudo decir con toda razón: “Los ciegos ven otra vez, y los cojos andan, los leprosos quedan limpios, y los sordos oyen, y los muertos son levantados, y a los pobres se declaran las buenas nuevas”. (Mateo 11:5.)
Sin embargo, más importante aún que la facultad curativa de las buenas nuevas fue la manera como cambiaron la vida de esas personas. Las de corazón sincero recibieron una esperanza para el futuro. Confiaron en el Reino de Dios, algo mejor que cualquier evangelio social. (Mateo 4:23.) La muerte de Jesús no frustró sus esperanzas. Describiendo lo que tuvo lugar incluso después de la muerte de Jesús, Hechos 5:42 dice respecto a sus discípulos: “Todos los días en el templo, y de casa en casa, continuaban sin cesar enseñando y declarando las buenas nuevas acerca del Cristo, Jesús”. En el primer siglo personas de muchos países recibieron ayuda espiritual porque respondieron a esa predicación.
Las noticias acerca del Reino eran las mejores noticias de aquel tiempo. ¿Son buenas nuevas todavía el mensaje del Reino?
¿Qué significan las buenas nuevas hoy día?
Si usted anhela un mundo pacífico y seguro, entonces las nuevas del Reino son en realidad buenas. De hecho, son las únicas buenas nuevas verdaderas y duraderas que hallará en este mundo habitado por centenares de millones de personas desnutridas y hambrientas, plagado de horribles enfermedades que amenazan a la humanidad, que sufre un alarmante aumento del delito y en el que se ve cada vez más inestabilidad política. Las buenas nuevas del Reino representan la única esperanza de una verdadera mejora.
Por eso Jesús profetizó respecto a nuestros días: “Estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin”. (Mateo 24:14.) Estas palabras se están cumpliendo notablemente a medida que los testigos de Jehová predican las buenas nuevas en más de 200 países. La publicación católica Nova Evangelização 2000 encomia a los Testigos por efectuar esta obra, al decir: “¿Dónde encontramos a los testigos de Jehová? A las puertas de los hogares. Y para ser testigo de Jehová es necesario que, además de pertenecer a Jehová, uno sea testigo. Por eso los vemos trabajando, anunciando, presentando lo que han experimentado”.
Sin embargo, nadie se beneficia automáticamente de las buenas nuevas. Ayudarán solo a los que las escuchan y obedecen. Para explicar esto Jesús dio la parábola acerca de un hombre que sembró semilla. Las diferentes clases de tierra sobre las que se sembró la semilla ilustraron las diferentes condiciones de corazón que demuestran los oyentes de las buenas nuevas. Jesús dijo: “Cuando alguien oye la palabra del reino, pero no capta el sentido de ella, el inicuo viene y arrebata lo que se sembró en su corazón [...] En cuanto al que se sembró sobre la tierra excelente, este es el que oye la palabra y capta el sentido de ella, que verdaderamente lleva fruto y produce, este de a ciento por uno, aquel de a sesenta, el otro de a treinta”. (Mateo 13:18-23.)
Como en el primer siglo, la mayoría de las personas hoy se esfuerzan poco por comprender las buenas nuevas. No captan su sentido, y por ello no se benefician. Otras aprecian las buenas nuevas y aprenden a poner su vida en conformidad con la voluntad de Dios. De este modo son bendecidas. ¿A qué grupo pertenece usted?
El poder del Evangelio hoy
Las experiencias muestran que el comprender las buenas nuevas ha ayudado a los que “no tenían esperanza, y estaban sin Dios”. (Efesios 2:12; 4:22-24.) Roberto, de Río de Janeiro, necesitaba ayuda. Desde que era joven había llevado una vida de libertinaje, pues se drogaba, era inmoral y ladrón. Con el tiempo fue encarcelado. En la prisión Roberto estudió la Biblia con un Testigo que visitaba aquel lugar. Su progreso espiritual fue tan notable que se redujo considerablemente su condena de prisión.
Después que a Roberto se le puso en libertad se encontró con una joven a quien en el pasado había atracado y amenazado con un revólver. Ella también estudiaba la Biblia con los testigos de Jehová. ¿Qué sucedió? Una carta que relata la experiencia dice en parte: “La siguiente vez que se vieron después del atraco fue en el Salón del Reino. El encuentro fue conmovedor. Ambos lloraron de emoción y se abrazaron como hermano y hermana. Ahora tanto el ex ladrón como su víctima alaban a Jehová”.
Isabel era otra persona que necesitaba ayuda, dado que era conocida por su mal genio. Estaba sumida en el espiritismo y la brujería, y los demonios la atormentaban. A medida que estudió la Biblia con los testigos de Jehová, halló que las buenas nuevas verdaderamente eran de gran ayuda. Con el tiempo se libró de la influencia demoníaca y cambió de personalidad, pues por fin aprendió a dominar su genio. Ahora es una fiel cristiana, conocida como una persona que trata a los demás con bondad.
Sí, las buenas nuevas no son una simple teoría. Pueden transformar vidas. (1 Corintios 6:9-11.) Hacen aun más que eso. También anuncian bendiciones futuras.
Bendiciones por venir
Según la Palabra de Dios, el futuro encierra perspectivas maravillosas. Veremos la respuesta a la oración de Jesús en la que pidió que el Reino de Dios viniera y que se hiciera Su voluntad en la Tierra como se hace en el cielo. (Mateo 6:10.) Dentro de poco se erradicará el sistema de cosas actual con su deprimente corrupción y violencia, y el gobierno celestial de Dios, su Reino, gobernará sobre las personas de corazón justo que escuchan y obedecen las buenas nuevas. (Daniel 2:44.)
Después se producirán cambios drásticos a medida que se dirija a los seres humanos fieles para que transformen la Tierra en un paraíso donde los mansos puedan vivir para siempre. (Salmo 37:11, 29.) El saber que el delito, la enfermedad, el hambre, la contaminación y las guerras desaparecerán para siempre ¡son verdaderamente buenas nuevas! ¿Puede verse junto con su familia viviendo en ese nuevo mundo en paz y en salud perfecta sin temor a la enfermedad ni a la muerte? (Revelación 21:4.)
Es cierto que muchos consideran esas buenas nuevas como simplistas o imaginarias. Pero están equivocados. Las buenas nuevas se basan en la prueba más sólida que existe, y ya han cambiado la vida de millones de personas. Así que nunca se deje intimidar si otros no las creen.
Imagínese a una persona prudente que compra terreno en una zona en desarrollo con la esperanza de obtener ganancias de su inversión. ¿Pudiera alguien criticarla por ello? No. Es probable que la gente dijera que actúa con inteligencia. ¿Por qué, entonces, no tener esa previsión respecto al Reino e invertir, por decirlo así, en las buenas nuevas? Puesto que el aceptar las buenas nuevas significa salvación, ninguna otra inversión resultará en mejores beneficios. (Romanos 1:16.)
¿Cómo puede usted invertir en las buenas nuevas? En primer lugar, esté dispuesto a ser enseñado por Dios. Luego, obre en conformidad con lo que aprende. Siga los requisitos fundamentales registrados por el profeta hebreo de la antigüedad: “¿Qué es lo que Jehová está pidiendo de vuelta de ti sino ejercer justicia y amar la bondad y ser modesto al andar con tu Dios?”. (Miqueas 6:8.) El aprender a andar con Dios requiere tiempo y esfuerzo. No obstante, los testigos de Jehová, que ayudaron a Roberto y a Isabel, con gusto le ayudarán a usted a este respecto, como lo han hecho en el caso de millones de personas a través de los años.
Mientras espera el cumplimiento de las promesas de Dios, cuide su inversión viviendo según las buenas nuevas, disfrutando de paz mental y edificando una relación más estrecha con Dios. Su inversión estará segura, sin la amenaza de una depresión económica o levantamiento político. Y finalmente le proporcionará un maravilloso beneficio. ¿Cuál es ese beneficio? El apóstol Juan escribió: “El mundo va pasando, y también su deseo, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre”. (1 Juan 2:17.)
[Fotografía en la página 7]
Las semillas de las buenas nuevas caen sobre diferentes clases de tierra
[Reconocimiento]
Garo Nalbandian