Cultivemos la nueva personalidad en el matrimonio
“Deben ser hechos nuevos en la fuerza que impulsa su mente, y deben vestirse de la nueva personalidad.” (EFESIOS 4:23, 24.)
1. ¿Por qué no debe tomarse a la ligera el matrimonio?
EL MATRIMONIO es uno de los pasos más importantes de la vida, por lo que no debe tomarse a la ligera. ¿Por qué decimos esto? Porque es un compromiso entre dos personas para toda la vida. Significa compartir la vida entera con esa persona. Para que tenga un buen fundamento se requiere que ambas sean maduras y tengan buen juicio. También requiere una influencia positiva que ‘impulse la mente para dar forma a la nueva personalidad’. (Efesios 4:23, 24; compárese con Génesis 24:10-58; Mateo 19:5, 6.)
2, 3. a) ¿Qué se requiere para escoger acertadamente a un cónyuge? b) ¿Qué implica el matrimonio?
2 Hay buenas razones para que no nos precipitemos a contraer matrimonio impulsados por el intenso deseo carnal. Se requiere tiempo para cultivar la personalidad y el carácter propios de un adulto. También exige tiempo adquirir la experiencia y el conocimiento que pueden servir de fundamento para obrar con buen juicio. Entonces es más fácil acertar en la selección de un compañero para toda la vida que sea compatible. Un refrán español expresa estas ideas claramente: “Más vale soltero andar, que mal casar”. (Proverbios 21:9; Eclesiastés 5:2.)
3 Obviamente, el escoger el cónyuge apropiado es fundamental para tener éxito en el matrimonio. Hacer eso requiere que el cristiano siga las pautas bíblicas y que no se deje llevar simplemente por la atracción física ni indebidas presiones emocionales y románticas. El matrimonio es mucho más que la unión de dos cuerpos. Es la unión de dos personalidades, dos antecedentes familiares y educativos, y posiblemente dos culturas e idiomas. La unión de dos personas en matrimonio ciertamente exige el uso apropiado de la lengua; con el habla derrumbamos o edificamos. Por todo ello, vemos la sabiduría del consejo de Pablo de ‘casarse solo en el Señor’, es decir, con un compañero de creencia. (1 Corintios 7:39; Génesis 24:1-4; Proverbios 12:18; 16:24.)
Cómo hacer frente a las presiones del matrimonio
4. ¿Por qué surgen a veces fricciones y tensiones en el matrimonio?
4 Aunque el matrimonio tenga un buen fundamento, habrá momentos de fricción, presión y tensión. Todos pasamos por ello, estemos casados o no. Los problemas económicos y de salud pueden causar tensión nerviosa en cualquier relación. Los cambios de estado de ánimo pueden llevar a choques de personalidad en el mejor de los matrimonios. Otro factor es que nadie domina perfectamente la lengua, como dijo Santiago: “Todos tropezamos muchas veces. Si alguno no tropieza en palabra, este es varón perfecto, capaz de refrenar también su cuerpo entero. [...] La lengua es un miembro pequeño, y sin embargo hace grandes alardes. ¡Miren! ¡Con cuán pequeño fuego se incendia tan grande bosque!”. (Santiago 3:2, 5.)
5, 6. a) ¿Qué se requiere cuando surgen malentendidos? b) ¿Qué se requerirá tal vez para hacer las paces?
5 ¿Cómo podemos hacer frente a las presiones que surgen en el matrimonio? ¿Cómo evitar que un malentendido se convierta en una disputa y que una disputa termine en un matrimonio roto? Aquí es donde entra en juego la fuerza que impulsa la mente. Este espíritu impulsor puede ser o positivo o negativo, edificante y orientado hacia lo espiritual o degradante y dominado por las inclinaciones carnales. Si es edificante, la persona trabajará para hacer las paces y salvar su matrimonio. Las discusiones y los desacuerdos no deben poner fin a un matrimonio. Se pueden zanjar las dificultades y se pueden restaurar el respeto mutuo y la comprensión cuando se aplica el consejo de la Biblia. (Romanos 14:19; Efesios 4:23, 26, 27.)
6 Cuando el matrimonio se halla en esas circunstancias, son muy apropiadas las palabras de Pablo: “De consiguiente, como escogidos de Dios, santos y amados, vístanse de los tiernos cariños de la compasión, la bondad, la humildad mental, la apacibilidad y la gran paciencia. Continúen soportándose unos a otros y perdonándose liberalmente unos a otros si alguno tiene causa de queja contra otro. Como Jehová los perdonó liberalmente a ustedes, así también háganlo ustedes. Pero, además de todas estas cosas, vístanse de amor, porque es un vínculo perfecto de unión”. (Colosenses 3:12-14.)
7. ¿Qué problema pudieran tener algunos en su matrimonio?
7 Es fácil leer ese texto, pero no siempre es tan fácil aplicarlo debido a la presión del mundo moderno. ¿Cuál pudiera ser un problema fundamental? A veces, el cristiano pudiera regirse por dos conjuntos de normas sin darse cuenta de ello. En el Salón del Reino está con sus hermanos y es bondadoso y considerado. Luego, en casa, en la rutina doméstica, quizás olvide su relación espiritual. Allí son solo esposo y esposa, “él” y “ella”. Y bajo presión pueden decirse cosas poco amables que nunca se hubieran dicho en el Salón del Reino. ¿Qué ha ocurrido? El cristianismo se ha desvanecido momentáneamente. El que es siervo de Dios se ha olvidado de que sigue siendo cristiano en casa. La fuerza que impulsa la mente se ha hecho negativa en vez de positiva. (Santiago 1:22-25.)
8. ¿Qué puede suceder cuando la fuerza que impulsa la mente es negativa?
8 ¿Cuál es el resultado? Puede que el esposo deje de ‘morar con su esposa de acuerdo con conocimiento, asignándole honra como a un vaso más débil, el femenino’. Tal vez la esposa ya no respete a su esposo y pierda su “espíritu quieto y apacible”. La fuerza que impulsa la mente se ha hecho física en vez de espiritual. Una “disposición de ánimo carnal” se ha apoderado de la persona. Por lo tanto, ¿qué se puede hacer para que esa fuerza impulsora se mantenga espiritual y positiva? Hay que fortalecer la espiritualidad. (1 Pedro 3:1-4, 7; Colosenses 2:18.)
Fortalezca la fuerza
9. ¿Qué selecciones tenemos que hacer todos los días?
9 La fuerza impulsora es la inclinación mental que entra en juego cuando hay que decidir o escoger. En la vida se presenta una serie constante de opciones: propias o impropias, egoístas o altruistas, morales o inmorales. ¿Qué nos ayudará a tomar decisiones correctas? La fuerza que impulsa la mente, si está centrada en hacer la voluntad de Jehová. El salmista oró: “Instrúyeme, oh Jehová, en el camino de tus disposiciones reglamentarias, para que lo observe hasta lo último”. (Salmo 119:33; Ezequiel 18:31; Romanos 12:2.)
10. ¿Cómo podemos fortalecer de manera positiva la fuerza que impulsa la mente?
10 El tener una relación estrecha con Jehová nos ayudará a agradarlo y a rechazar lo que es malo, como lo es la infidelidad matrimonial. A Israel se le animó a hacer “lo que es bueno y recto a los ojos de Jehová [su] Dios”. Pero Dios también aconsejó: “Oh amadores de Jehová, odien lo que es malo”. En vista del séptimo de los Diez Mandamientos —“no debes cometer adulterio”—, los israelitas tenían que odiar el adulterio. Ese mandamiento mostraba el punto de vista estricto de Dios sobre la fidelidad en el matrimonio. (Deuteronomio 12:28; Salmo 97:10; Éxodo 20:14; Levítico 20:10.)
11. ¿Qué más podemos hacer para fortalecer la fuerza que impulsa nuestra mente?
11 ¿Cómo podemos fortalecer aún más la fuerza que impulsa la mente? Apreciando las actividades y los valores espirituales. Esto significa que tenemos que satisfacer la necesidad de estudiar la Palabra de Dios regularmente y aprender a deleitarnos en considerar juntos los pensamientos y el consejo de Jehová. Nuestros sentimientos sinceros han de ser como los del salmista: “Con todo mi corazón te he buscado. No me descarríes de tus mandamientos. En mi corazón he guardado cual tesoro tu dicho, a fin de no pecar contra ti. Instrúyeme, oh Jehová, en el camino de tus disposiciones reglamentarias, para que lo observe hasta lo último. Hazme entender, para que observe tu ley, y para que la guarde con todo el corazón”. (Salmo 119:10, 11, 33, 34.)
12. ¿Qué cosas pueden unirnos en reflejar la mente de Cristo?
12 Podemos mantener firme este aprecio por los principios justos de Jehová no solo estudiando la Biblia, sino participando con regularidad en las reuniones cristianas y predicando con otros en el ministerio cristiano. Estas dos influencias poderosas pueden fortalecer constantemente la fuerza que impulsa nuestra mente, de modo que nuestro modo de vivir altruista siempre refleje la mente de Cristo. (Romanos 15:5; 1 Corintios 2:16.)
13. a) ¿Por qué es la oración un factor valioso para fortalecer la fuerza que impulsa la mente? b) ¿Qué ejemplo puso Jesús a este respecto?
13 Pablo hace resaltar otro factor en su carta a los efesios: “Con toda forma de oración y ruego, [ocúpense] en orar en toda ocasión en espíritu”. (Efesios 6:18.) El esposo y la esposa tienen que orar juntos. Esas oraciones nos ayudan muchas veces a expresar los sentimientos del corazón y resultan en conversaciones sinceras que zanjan cualquier problema. Cuando afrontamos pruebas y tentaciones, es necesario orar a Dios, pidiéndole ayuda y fortaleza espiritual para actuar en conformidad con la mente de Cristo. Incluso Jesús, que era perfecto, oró a su Padre en muchas ocasiones y le pidió que le diera fortaleza. Sus oraciones fueron sinceras e intensas. De igual manera, hoy día, cuando afrontamos tentaciones podemos hallar la fortaleza para tomar la decisión correcta orando a Jehová para que nos ayude a resistir el deseo de ceder a la carne y violar el voto matrimonial. (Salmo 119:101, 102.)
Ejemplos de conducta opuestos
14, 15. a) ¿Cómo reaccionó José ante la tentación? b) ¿Qué ayudó a José a resistir la tentación?
14 ¿Cómo podemos hacer frente a la tentación? A este respecto, vemos una diferencia clara entre lo que hicieron José y David. Después que la esposa de Potifar intentó en repetidas ocasiones seducir al apuesto José —que probablemente estaba soltero en aquel tiempo—, él por fin le contestó: “No hay nadie mayor que yo en esta casa, y [tu esposo] no ha retenido de mí cosa alguna salvo a ti, porque eres su esposa. Así es que, ¿cómo podría yo cometer esta gran maldad y realmente pecar contra Dios?”. (Génesis 39:6-9.)
15 ¿Qué ayudó a José a hacer lo que es correcto cuando hubiera sido tan fácil sucumbir? Una fuerza poderosa impulsaba su mente. Era muy consciente de su relación con Jehová. Sabía que cometer fornicación con esa mujer encaprichada no solo sería un pecado contra su esposo, sino que realmente, y más importante, sería un pecado contra Dios. (Génesis 39:12.)
16. ¿Cómo reaccionó David ante la tentación?
16 Por otra parte, ¿qué le sucedió a David? Estaba casado con varias esposas, como permitía la Ley. Una noche vio desde su palacio a una mujer que se estaba bañando. Se trataba de la hermosa Bat-seba, esposa de Urías. David tenía dos opciones claras: seguir mirando mientras la lascivia aumentaba en su corazón o alejarse y rechazar la tentación. ¿Qué escogió? Hizo que le llevaran la mujer a su palacio y cometió adulterio con ella. Peor aún, tramó la muerte de su esposo. (2 Samuel 11:2-4, 12-27.)
17. ¿A qué conclusiones podemos llegar respecto a la espiritualidad de David?
17 ¿Por qué falló David? De su confesión posterior, en la que expresó su arrepentimiento, se desprenden algunos factores. Él dijo, como está anotado en el Salmo 51: “Crea en mí hasta un corazón puro, oh Dios, y pon en mí un espíritu nuevo, uno que sea constante”. Es obvio que David no tenía un espíritu puro y constante cuando fue tentado. Tal vez había descuidado la lectura de la Ley de Jehová, y como consecuencia se debilitó su espiritualidad. O quizás permitió que su posición y poder como rey corrompieran su modo de pensar a tal grado que cayó víctima del deseo lascivo. No hay duda de que la fuerza que impulsó la mente de David en ese tiempo era egoísta y pecaminosa. Por eso reconoció que necesitaba ‘un espíritu nuevo, uno que fuera constante’. (Salmo 51:10; Deuteronomio 17:18-20.)
18. ¿Qué aconsejó Jesús sobre el adulterio?
18 Algunos matrimonios cristianos han fracasado porque uno de los cónyuges, o ambos, se ha debilitado espiritualmente como el rey David. Su ejemplo es una advertencia de lo peligroso que es mirar continuamente y con pasión a otra mujer, o a otro hombre, pues pudiera ser el paso previo al adulterio. Jesús mostró que conocía estas emociones humanas cuando dijo: “Oyeron ustedes que se dijo: ‘No debes cometer adulterio’. Pero yo les digo que todo el que sigue mirando a una mujer a fin de tener una pasión por ella ya ha cometido adulterio con ella en su corazón”. En este caso, la fuerza que impulsa la mente es egoísta y carnal, no espiritual. Por ello, ¿qué pueden hacer los cristianos para evitar el adulterio y seguir disfrutando de un matrimonio feliz y satisfactorio? (Mateo 5:27, 28.)
Fortalezca el vínculo matrimonial
19. ¿Cómo puede fortalecerse el matrimonio?
19 El rey Salomón escribió: “Si alguien pudiera subyugar a uno solo, dos juntos podrían mantenerse firmes contra él. Y una cuerda triple no puede ser rota en dos pronto”. Claro está que dos personas unidas armoniosamente en matrimonio están en mejores condiciones de mantenerse firmes contra las adversidades que una sola persona. Pero si se incluye a Dios en el vínculo matrimonial, este será sólido como una cuerda triple. ¿Y cómo se puede incluir a Dios en el matrimonio? Aplicando sus principios y consejo sobre la vida matrimonial. (Eclesiastés 4:12.)
20. ¿Qué consejo bíblico puede ayudar al esposo?
20 No cabe duda de que si el esposo aplica el consejo de los siguientes textos bíblicos, su matrimonio tendrá un mejor fundamento para gozar de buenos resultados:
“Ustedes, esposos, continúen morando con ellas de igual manera, de acuerdo con conocimiento, asignándoles honra como a un vaso más débil, el femenino, puesto que ustedes también son herederos con ellas del favor inmerecido de la vida, a fin de que sus oraciones no sean estorbadas.” (1 Pedro 3:7.)
“Esposos, continúen amando a sus esposas, tal como el Cristo también amó a la congregación y se entregó por ella. De esta manera los esposos deben estar amando a sus esposas como a sus propios cuerpos. El que ama a su esposa, a sí mismo se ama.” (Efesios 5:25, 28.)
“Su [esposo] se levanta, y la alaba. Hay muchas hijas que han demostrado capacidad, pero tú... tú has ascendido por encima de todas ellas.” (Proverbios 31:28, 29.)
“¿Puede un hombre andar sobre las brasas sin que se le chamusquen los mismos pies? Así mismo ocurre con cualquiera que tenga relaciones con la esposa de su semejante; nadie que la toque quedará exento de castigo. Cualquiera que comete adulterio [...] está arruinando su propia alma.” (Proverbios 6:28, 29, 32.)
21. ¿Qué consejo bíblico puede ayudar a la esposa?
21 Si la esposa presta atención a los siguientes principios bíblicos, contribuirá a la estabilidad de su matrimonio:
“Ustedes, esposas, estén en sujeción a sus propios esposos, a fin de que, si algunos no son obedientes a la palabra, sean ganados sin una palabra por la conducta de sus esposas, por haber sido ellos testigos oculares de su conducta casta junto con profundo respeto [...] [y de su] espíritu quieto y apacible.” (1 Pedro 3:1-4.)
“Que el esposo dé a su esposa [el débito conyugal]; pero que la esposa haga lo mismo también a su esposo. [...] No se priven de ello el uno al otro, a no ser de común acuerdo por un tiempo señalado.” (1 Corintios 7:3-5.)
22. a) ¿Qué otros factores pueden contribuir al bienestar del matrimonio? b) ¿Cómo ve Jehová el divorcio?
22 La Biblia también indica que el amor, la bondad, la compasión, la paciencia, la comprensión, el ánimo y la alabanza son otras facetas esenciales de la joya del matrimonio. Sin ellas, el matrimonio es como una planta que no recibe ni luz solar ni agua: rara vez florece. Por consiguiente, dejemos que la fuerza que impulsa nuestra mente nos motive a animar y fortalecer a nuestro cónyuge. Recuerde que Jehová ‘odia un divorciarse’. Si los cónyuges demuestran amor cristiano, no debería haber lugar para el adulterio ni para el fracaso del matrimonio. ¿Por qué? Porque “el amor nunca falla”. (Malaquías 2:16; 1 Corintios 13:4-8; Efesios 5:3-5.)
¿Qué explicación daría usted?
◻ ¿Qué es fundamental para tener un matrimonio feliz?
◻ ¿Cómo puede la fuerza que impulsa la mente afectar el matrimonio?
◻ ¿Cómo podemos fortalecer la fuerza que impulsa la mente?
◻ ¿Cómo se diferenció José de David ante la tentación?
◻ ¿Qué consejo bíblico ayudará a los esposos y las esposas a fortalecer su vínculo matrimonial?
[Fotografía en la página 18]
¿Tenemos dos conjuntos de normas: bondadoso en la congregación y áspero en casa?