Padres, ¿qué ejemplo dan a sus hijos?
“Háganse imitadores de Dios, como hijos amados, y sigan andando en amor.” (EFESIOS 5:1, 2.)
1. ¿Qué tipo de instrucciones dio Jehová a la primera pareja humana?
JEHOVÁ es el Originador de la familia. Todas las familias le deben su existencia, pues él fundó la primera de ellas y dotó de facultades procreativas a la primera pareja humana (Efesios 3:14, 15). Además, dio instrucciones básicas a Adán y Eva tocante a sus responsabilidades y les dejó un amplio margen de maniobra para que utilizaran su propia iniciativa al cumplir con ellas (Génesis 1:28-30; 2:15-22). Después que Adán y Eva pecaron, las situaciones que las familias tendrían que afrontar se hicieron más difíciles. Sin embargo, Jehová tuvo amor a sus siervos y les dio pautas que les ayudarían a afrontar tales circunstancias.
2. a) ¿De qué medios se ha valido Jehová para reforzar el consejo escrito con la enseñanza oral? b) ¿Qué deben preguntarse los padres?
2 Puesto que Jehová es nuestro Gran Instructor, no se ha limitado ni mucho menos a dejarnos directrices escritas sobre lo que debemos o no debemos hacer. En tiempos antiguos, se valió tanto de la escritura como de la palabra hablada para transmitir sus instrucciones mediante los sacerdotes, los profetas y los cabezas de familia. ¿A quiénes utiliza en nuestro tiempo para enseñarnos oralmente? A los ancianos cristianos y a los padres. Si usted es padre, ¿está cumpliendo con su parte de responsabilidad en educar a su familia en los caminos de Jehová? (Proverbios 6:20-23.)
3. ¿Qué pueden aprender de Jehová los cabezas de familia en cuanto a enseñar con eficacia?
3 ¿Cómo debe impartirse esa educación en el seno de la familia? Jehová marca la pauta. Nos dice claramente lo que está bien y lo que no, y nos lo repite con frecuencia (Éxodo 20:4, 5; Deuteronomio 4:23, 24; 5:8, 9; 6:14, 15; Josué 24:19, 20). Emplea preguntas que hacen pensar (Job 38:4, 8, 31). Nos despierta las emociones y moldea el corazón por medio de ilustraciones y experiencias de la vida real (Génesis 15:5; Daniel 3:1-29). Padres, ¿procuran imitar ese modelo cuando enseñan a sus hijos?
4. ¿Qué aprendemos de Jehová respecto a administrar disciplina, y por qué es importante esta?
4 Jehová defiende con firmeza lo que es correcto, pero es comprensivo respecto a las consecuencias de la imperfección. De ahí que antes de castigar a los seres humanos imperfectos les enseñe y dé repetidas advertencias y recordatorios (Génesis 19:15, 16; Jeremías 7:23-26). Cuando disciplina, lo hace en su justa medida, sin excederse (Salmo 103:10, 11; Isaías 28:26-29). Al tratar a nuestros hijos de ese modo demostramos que conocemos a Jehová, y a ellos se les hará más fácil llegar a conocerlo también (Jeremías 22:16; 1 Juan 4:8).
5. ¿Qué pueden aprender de Jehová los padres en lo que respecta a escuchar?
5 Felizmente, Jehová nos escucha, pues es un Padre celestial amoroso. No se limita a dar órdenes, sino que nos anima a que ‘derramemos el corazón’ ante él (Salmo 62:8). Y si los sentimientos que manifestamos no son exactamente los debidos, no nos regaña rugiendo desde los cielos, sino que nos enseña con paciencia. Qué acertado es, por tanto, el consejo del apóstol Pablo: “Háganse imitadores de Dios, como hijos amados” (Efesios 4:31–5:1). Sin lugar a dudas, Jehová da un ejemplo magnífico a los padres que procuran educar a sus hijos, un ejemplo que nos llega al corazón y hace que deseemos andar en Su camino.
La influencia del ejemplo
6. ¿Cómo influyen en los hijos la actitud y el ejemplo de sus padres?
6 Además de la instrucción verbal, el ejemplo tiene una profunda influencia en los jóvenes. Les guste a los padres o no, sus hijos van a imitarlos. Puede que los padres se complazcan —y a veces se sorprendan— de oír a sus hijos repetir algo que ellos mismos han dicho. El que la conducta y la actitud de los padres reflejen un profundo aprecio por los asuntos espirituales ejerce una influencia positiva en los hijos (Proverbios 20:7).
7. ¿Qué clase de ejemplo dio Jefté a su hija, y qué resultado produjo?
7 En la Biblia se ilustra muy bien la influencia del ejemplo de los padres. El hombre a quien Jehová utilizó para conducir a Israel a la victoria sobre los ammonitas, Jefté, también era padre. El testimonio escrito de su respuesta al rey de Ammón indica que Jefté debió de leer a menudo la historia de los tratos de Jehová con Israel, pues pudo referirse a ella sin dificultad y demostró una fe firme en Jehová. Seguramente, su ejemplo contribuyó a que su hija cultivara la fe y el espíritu de abnegación necesarios para someterse a un servicio que implicaba permanecer toda su vida soltera y dedicada a Jehová (Jueces 11:14-27, 34-40; compárese con Josué 1:8).
8. a) ¿Qué excelente actitud demostraron los padres de Samuel? b) ¿Cómo se benefició de su ejemplo Samuel?
8 Samuel fue un niño ejemplar, y un profeta fiel a Dios durante toda su vida. ¿Le gustaría que sus hijos se parecieran a él? Analice el ejemplo que dieron Elcaná y Ana, los padres de Samuel. Pese a que la situación de su casa distaba de ser perfecta, con regularidad subían a Siló, el emplazamiento del sagrado tabernáculo, para adorar a Dios (1 Samuel 1:3-8, 21). Fíjese en la profundidad de los sentimientos con que Ana oró (1 Samuel 1:9-13). Observe la importancia que concedieron ambos cónyuges a cumplir las promesas hechas a Dios (1 Samuel 1:22-28). Sin lugar a dudas, el ejemplo excelente de ellos ayudó a Samuel a cultivar las cualidades que le permitieron seguir un curso recto, incluso cuando algunas personas a su alrededor, que en teoría servían a Jehová, no mostraron el menor respeto por los caminos de Dios. Con el tiempo, Jehová confió a Samuel la responsabilidad de ser Su profeta (1 Samuel 2:11, 12; 3:1-21).
9. a) ¿Qué influencia positiva tuvo Timoteo en su casa? b) ¿Qué clase de persona fue Timoteo?
9 ¿Le gustaría que su hijo llegara a ser como Timoteo, quien en su juventud fue compañero del apóstol Pablo? Aunque su padre no era creyente, su madre y su abuela fueron un magnífico ejemplo de aprecio por los asuntos espirituales, ejemplo que sin duda contribuyó a sentar las bases para la vida cristiana de Timoteo. De su madre, Eunice, y de su abuela, Loida, se dice que tenían “fe [...] sin hipocresía alguna”. Su práctica del cristianismo no era una simulación; realmente vivían en armonía con lo que afirmaban creer, y al joven Timoteo le enseñaron a hacer lo mismo. Este probó que era digno de confianza y que se preocupaba sinceramente por el bienestar de los demás (2 Timoteo 1:5; Filipenses 2:20-22).
10. a) ¿Qué ejemplos pudieran influir en nuestros hijos fuera del hogar? b) ¿Cómo debemos reaccionar cuando esa influencia asome en el habla o actitud de nuestros hijos?
10 No todas las personas que influyen en nuestros hijos se encuentran dentro del hogar. Están sus compañeros de escuela; los profesores, cuyo trabajo consiste en moldear las mentes jóvenes; las personas convencidas de que todo el mundo debe conformarse a costumbres tribales o de comunidad muy arraigadas; las estrellas del deporte, aclamadas por sus hazañas, y los funcionarios públicos, cuya conducta se destaca en las noticias. Asimismo, la brutalidad de la guerra ha marcado a millones de niños. ¿Acaso debería sorprendernos que esas influencias asomen en el habla o la actitud de nuestros hijos? ¿Cómo reaccionamos cuando eso sucede? ¿Es una severa reprimenda o un áspero sermón la solución del problema? En vez de contestar enseguida a nuestros hijos, ¿no sería mejor que nos preguntáramos si hay algo en la forma en que Jehová trata con nosotros que pudiera ayudarnos a determinar el modo de afrontar la situación? (Compárese con Romanos 2:4.)
11. ¿Cómo pudiera afectar la actitud de los hijos para con sus padres los errores que estos cometen?
11 Claro está que los padres, imperfectos como son, no siempre se encargarán de las situaciones de la manera ideal. Cometerán errores. Cuando los hijos lo noten, ¿quedará socavado el respeto que sienten por sus padres? Pudiera ser, sobre todo si estos tratan de restar importancia a sus equivocaciones imponiendo con dureza su autoridad. Pero el resultado puede ser muy distinto si los padres son humildes y admiten sin reparos sus errores. Así pueden dar un valioso ejemplo a sus hijos, quienes tienen que aprender a hacer lo mismo (Santiago 4:6).
Lo que nuestro ejemplo puede enseñar
12, 13. a) ¿Qué necesitan aprender los hijos en cuanto al amor, y cuál es el modo más eficaz de enseñárselo? b) ¿Por qué es importante que los hijos aprendan lo que es el amor?
12 La manera más eficaz de enseñar muchas lecciones importantes es acompañando la instrucción oral con un buen ejemplo. Veamos algunas de ellas.
13 Tener amor altruista: Una de las lecciones más importantes que pueden reforzarse con el ejemplo es la del significado del amor. “Amamos, porque [Dios] nos amó primero.” (1 Juan 4:19.) Él es la Fuente y el ejemplo supremo del amor. Este amor basado en principios, a·gá·pe, se menciona en la Biblia más de cien veces, y es una cualidad distintiva de los cristianos verdaderos (Juan 13:35). Es el amor que hemos de sentir por Dios y Jesucristo, y también el que los seres humanos hemos de tenernos unos a otros, incluso a aquellos por quienes no sintamos cariño (Mateo 5:44, 45; 1 Juan 5:3). Ese amor debe morar en nuestro corazón y hacerse evidente en nuestra vida si realmente queremos inculcarlo en nuestros hijos. Los hechos hablan más alto que las palabras. Los niños necesitan ver y sentir en el seno de la familia el amor y otras cualidades relacionadas, como el cariño. La falta de estas estorba su desarrollo físico, mental y emocional. Asimismo, los hijos han de ver que sentimos el debido amor y cariño por otros cristianos que no son de nuestra familia (Romanos 12:10; 1 Pedro 3:8).
14. a) ¿Cómo se puede enseñar a los hijos a trabajar de tal modo que les produzca satisfacción? b) ¿Cómo podemos lograrlo dentro de nuestras circunstancias familiares?
14 Aprender a trabajar: El trabajo es una faceta fundamental de la vida. Efectuar trabajo de calidad fomenta la autoestima (Eclesiastés 2:24; 2 Tesalonicenses 3:10). Si a un niño se le dan muy pocas explicaciones sobre las tareas que se le encargan y luego se le regaña por no hacerlas correctamente, es difícil que aprenda a trabajar bien. Sin embargo, cuando los padres enseñan a sus hijos trabajando a su lado y les dan el encomio oportuno, es más probable que estos aprendan a trabajar de tal modo que les produzca satisfacción. Si los padres unen su ejemplo a las explicaciones, contribuirán a que los hijos no solo aprendan a realizar una labor, sino también a superar las dificultades, a persistir en las tareas hasta terminarlas y a razonar y tomar decisiones. Al mismo tiempo, se les puede ayudar a ver que Jehová también trabaja, que lo hace bien y que Jesús imita a su Padre (Génesis 1:31; Proverbios 8:27-31; Juan 5:17). Si la familia tiene una granja o lleva un negocio, varios de sus miembros pueden trabajar juntos. O la madre quizás pueda enseñar a su hijo o hija a cocinar y a dejarlo todo recogido después de las comidas. Un padre que trabaje fuera de casa podría pensar en hacer algunos trabajos en el hogar con sus hijos. Qué provechoso es que el objetivo de los padres sea preparar a sus hijos para la vida, más bien que simplemente cumplir con algunas tareas inmediatas.
15. ¿De qué modos pueden enseñarse las lecciones relativas a la fe? Dé algún ejemplo.
15 Mantener la fe ante las adversidades: La fe es otro aspecto esencial de nuestra vida. Cuando se habla de ella en el estudio de familia, los hijos pueden aprender a definirla y familiarizarse con los hechos que harán que la fe empiece a crecer en su corazón. Pero cuando ven a sus padres demostrar una fe inquebrantable frente a pruebas intensas, es posible que lo recuerden toda la vida. En Panamá, el esposo de una estudiante de la Biblia la amenazó con echarla de casa si no dejaba de servir a Jehová. Aun así, ella caminaba con regularidad 16 kilómetros y luego seguía otros 30 en autobús para llegar al Salón del Reino más cercano. Su ejemplo ha animado a unos veinte miembros de su familia a emprender el camino de la verdad.
Dé el ejemplo en la lectura diaria de la Biblia
16. ¿Por qué se recomienda leer la Biblia a diario en familia?
16 La lectura regular de la Biblia es una de las costumbres más valiosas que una familia puede tener, una costumbre que beneficiará a los padres y que constituirá para los hijos un ejemplo digno de seguir. Haga todo lo posible por leer algo de la Biblia todos los días. Lo más importante no es cuánto se lea. La regularidad y el modo de leerla tienen una relevancia mucho mayor. Los hijos podrían complementar la lectura de la Biblia escuchando los casetes de la obra Mi libro de historias bíblicas, si están disponibles en su idioma. La lectura diaria de la Palabra de Dios nos permitirá tener presentes los pensamientos divinos. Y si esa lectura no solo se efectúa personalmente, sino también en familia, ayudará a todos sus miembros a andar en los caminos de Jehová. En la reciente serie de asambleas de distrito “Andemos en el camino de Dios”, el drama intitulado Familias, anden en el camino de Dios leyendo la Biblia diariamente animó a cultivar ese hábito (Salmo 1:1-3).
17. ¿Cómo nos ayudará a seguir el consejo de Efesios 6:4 el leer la Biblia en familia y aprendernos de memoria textos bíblicos clave?
17 Leer la Biblia en familia está en consonancia con lo que el apóstol Pablo escribió en su carta inspirada a los cristianos de Éfeso: “Padres, no estén irritando a sus hijos, sino sigan criándolos en la disciplina y regulación mental de Jehová” (Efesios 6:4). ¿Qué quieren decir estas palabras? “Regulación mental” significa literalmente la acción de “poner la mente en”; por tanto, se insta a los padres cristianos a que pongan la mente de Jehová Dios en sus hijos, ayudándolos así a que conozcan los pensamientos de Dios. Animar a los hijos a que aprendan de memoria textos bíblicos clave puede contribuir a lograrlo. El objetivo es que los pensamientos de Jehová dirijan su modo de pensar, de modo que, estén junto a sus padres o no, sus deseos y conducta reflejen cada vez mejor las normas divinas. La Biblia es el fundamento de ese modo de pensar (Deuteronomio 6:6, 7).
18. ¿Qué puede requerirse al leer la Biblia a fin de a) entenderla claramente? b) beneficiarse del consejo que contiene? c) actuar en armonía con lo que revela sobre el propósito de Jehová? d) beneficiarnos de lo que dice sobre las actitudes y actuación de algunas personas?
18 Obviamente, para que la Biblia influya en nuestra vida hemos de entender lo que dice. En el caso de muchos de nosotros, es posible que para ello tengamos que leer los pasajes más de una vez. A fin de captar toda la fuerza de ciertas expresiones, puede que necesitemos buscar las palabras en algún diccionario o en la obra Perspicacia para comprender las Escrituras. Si el texto contiene un consejo o un mandamiento, tómese el tiempo suficiente para hablar de situaciones de la vida actual que lo hacen oportuno. Luego pudiera preguntar: “¿Cómo nos ayuda poner en práctica este consejo?” (Isaías 48:17, 18). Si el texto habla de algún aspecto del propósito de Jehová, pregunte: “¿Qué efecto tienen en nuestra vida estas palabras?”. O quizá esté leyendo un relato sobre las actitudes y el proceder de algunas personas. ¿Qué presiones tuvieron en la vida? ¿Cómo se enfrentaron a ellas? ¿De qué modo pudiera beneficiarnos su ejemplo? No deje de dedicar tiempo a conversar sobre lo que el relato significa para nosotros hoy (Romanos 15:4; 1 Corintios 10:11).
19. ¿Qué daremos a nuestros hijos si nos hacemos imitadores de Dios?
19 Sin lugar a dudas, este es un buen método para que los pensamientos de Dios se graben en nuestra mente y corazón, de forma que nos hagamos “imitadores de Dios, como hijos amados” (Efesios 5:1). Además, daremos a nuestros hijos un ejemplo digno de seguir.
¿Recuerda usted?
◻ ¿Cómo puede beneficiar a los padres el ejemplo de Jehová?
◻ ¿Por qué debe complementarse la instrucción verbal con el buen ejemplo de los padres?
◻ ¿Qué lecciones, entre otras, se enseñan mejor con el ejemplo de los padres?
◻ ¿Cómo podemos obtener el máximo provecho de la lectura de la Biblia en familia?
[Ilustraciones de la página 10]
Muchas familias disfrutan de leer la Biblia a diario