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  • ¿Por qué tan poco tiempo?

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  • ¿Por qué tan poco tiempo?
  • La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1999
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La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1999
w99 1/10 págs. 3-4

¿Por qué tan poco tiempo?

TIEMPO. Aunque puede resultar difícil definir con exactitud qué es, lo que sí se sabe a ciencia cierta es que nunca parece ser suficiente y que pasa muy deprisa. De hecho, cuántas veces decimos suspirando: “¡El tiempo vuela!”.

Sin embargo, es evidente que el poeta inglés Austin Dobson se acercó más a la realidad cuando dijo en 1877: “El tiempo se va, ¿dices? Oh, no. ¡Ay! El tiempo se queda, nosotros nos vamos”. Dobson murió en 1921, se fue hace casi ochenta años, no obstante, el tiempo permanece.

Tiempo en abundancia

La Biblia nos dice sobre el Creador de la humanidad: “Antes que nacieran las montañas mismas, o tú procedieras a producir como con dolores de parto la tierra y el terreno productivo, aun de tiempo indefinido a tiempo indefinido tú eres Dios” (Salmo 90:2). O como lo vierte La Biblia de las Américas: “Desde la eternidad y hasta la eternidad, tú eres Dios”. De modo que el tiempo durará tanto como Dios mismo, es decir, para siempre.

En marcado contraste con Dios, que dispone de una eternidad, leemos acerca de los seres humanos: “Porque todos nuestros días han llegado a su declinación en tu furor; hemos terminado nuestros años lo mismo que un susurro. En sí mismos los días de nuestros años son setenta años; y si debido a poderío especial son ochenta años, sin embargo su insistencia está en penoso afán y cosas perjudiciales; porque tiene que pasar rápidamente, y volamos” (Salmo 90:9, 10).

Dado que la Biblia enseña claramente que el propósito de Dios para el hombre es que viva para siempre, ¿por qué es la vida tan corta hoy? (Génesis 1:27, 28; Salmo 37:29.) En vez de vivir indefinidamente como Dios se propuso, ¿por qué tiene el hombre una esperanza media de vida que no supera los treinta mil días? ¿Por qué disponen los seres humanos de tan poco tiempo? ¿Quién o qué tiene la culpa de esta lamentable situación? La Biblia facilita respuestas claras y satisfactorias a estas preguntas.a

Cada vez menos tiempo

Las personas mayores confirmarán que en las últimas décadas el ritmo de vida se ha acelerado. Una periodista, la doctora Sybille Fritsch, señaló que durante los pasados doscientos años la jornada laboral ha disminuido de ochenta horas semanales a treinta y ocho. “No obstante —dijo—, esto no ha acabado con nuestras quejas”, y citó algunas expresiones habituales, tales como: “No tengo tiempo; el tiempo es dinero; no me rinden los días; ando siempre a la carrera”.

Los nuevos inventos nos han brindado oportunidades y posibilidades con las que ni siquiera soñaron las generaciones pasadas. Cuantas más actividades haya en las que participar, mayor es la frustración que produce la falta de tiempo para ello. En muchas partes del mundo, la gente vive actualmente esclavizada al reloj, que la empuja a correr de un compromiso a otro. Papá tiene que irse a trabajar a las 7.00 de la mañana, mamá tiene que llevar a los niños al colegio a las 8.30, el abuelo tiene cita con el médico a las 9.40 y por la tarde, todos tenemos que estar listos para una importante reunión a las 7.30. Debido a las prisas por zanjar un asunto pendiente tras otro, apenas queda tiempo para relajarse. Nos quejamos del pesado trabajo diario y de la febril competitividad de la vida.

No somos los únicos con poco tiempo

El adversario de Dios, Satanás el Diablo, aquel cuyas intrigas provocaron que se acortase la vida del hombre, se ha convertido ahora en víctima de su propia maldad (compárese con Gálatas 6:7, 8). Hablando del nacimiento en el cielo del Reino Mesiánico, Revelación (Apocalipsis) 12:12 nos da una esperanza al decir: “A causa de esto, ¡alégrense, cielos, y los que residen en ellos! ¡Ay de la tierra y del mar!, porque el Diablo ha descendido a ustedes, teniendo gran cólera, sabiendo que tiene un corto espacio de tiempo”.

Según la cronología bíblica confiable y el cumplimiento de las profecías bíblicas, estamos viviendo al final de ese “corto espacio de tiempo”. ¡Qué alegría nos da saber que el período de libertad de Satanás expirará pronto! Una vez que se le aparte del camino, los seres humanos obedientes recobrarán la perfección y tendrán la oportunidad de conseguir la vida eterna que Jehová se propuso que tuvieran al principio (Revelación 21:1-4). La falta de tiempo dejará de ser un problema.

¿Puede usted imaginarse lo que significará tener vida eterna, es decir, vivir para siempre? Nunca más nos agobiarán las cosas que tuvimos que dejar sin hacer. Dispondremos de todo el tiempo que necesitemos para efectuarlas. Contaremos con el día siguiente, la semana siguiente, el año siguiente, en fin, una eternidad se extenderá ante nosotros.

Utilicemos sabiamente el tiempo que ahora tenemos

Consciente de que es limitado el tiempo que le queda para influir en los seres humanos, Satanás intenta mantener a la gente tan ocupada que no le quede tiempo para escuchar las buenas nuevas del Reino establecido de Dios. Por lo tanto, nosotros hacemos bien en prestar atención al consejo divino: “Vigilen cuidadosamente que su manera de andar no sea como imprudentes, sino como sabios, comprándose todo el tiempo oportuno que queda, porque los días son inicuos. Por esta razón dejen de estar haciéndose irrazonables, sino sigan percibiendo cuál es la voluntad de Jehová” (Efesios 5:15-17).

Es vital que empleemos nuestro tiempo sabiamente en las cosas más importantes en vez de desperdiciarlo en objetivos inútiles que no reportan ningún beneficio duradero. Debemos cultivar la misma actitud que manifestó Moisés cuando oró a Jehová con estas sinceras palabras: “Muéstranos precisamente cómo contar nuestros días de tal manera que hagamos entrar un corazón de sabiduría” (Salmo 90:12).

Es cierto que en el mundo de hoy toda la gente está ocupada. Sin embargo, los testigos de Jehová le animan sinceramente a que dedique parte de su valioso tiempo a aprender acerca de los requisitos de Dios para obtener la vida eterna bajo la gobernación de su Reino. Dedicar una hora a la semana a estudiar sistemáticamente la Biblia, “percibiendo cuál es la voluntad de Jehová”, puede ponerle en camino de experimentar personalmente el cumplimiento de estas palabras: “Apártate de lo que es malo y haz lo que es bueno, y por lo tanto reside hasta tiempo indefinido. Los justos mismos poseerán la tierra, y residirán para siempre sobre ella” (Salmo 37:27, 29).

[Nota]

a Véase el libro El conocimiento que lleva a vida eterna, cap. 6, editado por Watchtower Bible and Tract Society of New York, Inc.

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