Pastoreen el rebaño
1 Una cosa que los testigos de Jehová pueden dar a sus hermanos y que a menudo ayuda más que cualquier otra cosa es el estímulo. Hasta el hermano que actúa excelentemente en todo aspecto de la vida cristiana necesita estímulo. A todos nos agrada que se nos asegure que lo que estamos haciendo está logrando algo, y también que se aprecia.
2 Jehová en su sabiduría ha hecho provisiones para ese estímulo necesario por medio de los pastores nombrados para cuidar el rebaño. El apóstol Pablo le mandó al pastor Timoteo que se aplicara ‘a la exhortación.’ (1 Tim. 4:13) La palabra griega que Pablo usó por “exhortación” es paráklesis, que está relacionada con la palabra “paracleto” o “ayudante.” También puede traducirse “estímulo.” En armonía con esto, los siervos tienen presente impartir cualquier ayuda espiritual que sea necesaria, en vez de pronunciar un discurso “vigorizante” o de “impulso” solo para aumentar los promedios de servicio del campo de un hermano. Se enfoca la atención en edificar la espiritualidad por medio de animar y de ayudar a las personas a leer con regularidad la Biblia junto con las revistas La Atalaya y ¡Despertad! y otras publicaciones de la Sociedad. Cuando se da ayuda espiritual apropiada que se ajusta a las necesidades del individuo, no habrá problema alguno en conseguir su apoyo a las reuniones o al ministerio del campo en vista de lo que se declara en 2 Pedro 1:8, ¿no es verdad?
3 ¿Por qué es que todos necesitamos tanto estímulo? Es debido a que cada uno de nosotros tiene sus problemas y sus pruebas. Cuando un siervo encuentra a un hermano en el Salón del Reino y le pregunta cómo le va, el hermano por lo general responde: “Bien.” Y quizás le vaya bien. Pero puede ser que esté afrontando problemas y que necesite un poco de estímulo. Quizás se esté encarando a problemas, grandes o pequeños, en su trabajo seglar. O quizás esté desanimándose debido a los parientes y asociados. Además, puede ser que le falte gozo por no estar obteniendo buenos resultados en el servicio. Sin embargo este hermano quizás nunca se queje ni diga una palabra acerca de ello.
4 Otros quizás piensen que les va muy bien, pero, sin sospechar los peligros envueltos, se están envolviendo en un modo de vivir materialista. O puede ser que alguien comience a convertirse en un quejoso. Otro quizás esté andando al borde de la conducta relajada. Quizás los que lo conocen bien puedan ver el lazo que lo amenaza, aunque el mismo hermano no pueda verlo claramente.—Gál. 6:1.
5 Estas razones hacen que sea absolutamente esencial que en particular el siervo de la congregación y los siervos de estudios de libro visiten a todos los hermanos en sus hogares, tanto a los más fuertes como a los más nuevos. Es cierto que puede darse mucho estímulo cuando vemos nuestros hermanos en el Salón del Reino o cuando participamos con ellos en el servicio del campo. Pero a veces hay mucho que no puede efectuarse en el corto tiempo que tenemos disponible en estas ocasiones.
6 Los siervos deben tener presente la responsabilidad que Dios les ha dado de pastorear el rebaño. Deben hacer esto aunque les cueste personalmente algún tiempo del servicio del campo. Pero de ese modo estarán cumpliendo con sus deberes y pueden esperar las bendiciones de Jehová. En realidad, los hermanos que reciban estímulo serán impulsados por el espíritu de Dios a dedicar más horas a la proclamación de las buenas nuevas, y éstas serán horas gozosas y eficaces.
7 Estas visitas no se hacen meramente con la idea de aumentar los promedios de servicio del hermano. Deben ser verdaderas visitas de amistad, que tengan como propósito el bienestar cabal del hermano. El objetivo es llegar a conocer mejor, apreciar mejor, a nuestros hermanos, con respecto a lo que hacen y a los problemas que afrontan. Entonces, cuando se necesite ayuda y estímulo, el siervo puede suministrar la ayuda necesaria con verdadero entendimiento. Si los hermanos son edificados espiritualmente, entonces serán mejores representantes de la adoración verdadera en cada rasgo de su vida... su vida doméstica, su conducta, su amor y su participación en estimular a otros con las buenas nuevas.
8 Además, los mismos siervos se ahorrarán muchos problemas que de otro modo quizás puedan surgir. El estado y salud espiritual de la congregación será mucho mejor. Por otra parte, los mismos siervos recibirán mucho beneficio debido al intercambio de estímulo.—Rom. 1:12.