Usando suscripciones para anunciar que “Jehová mismo ha llegado a ser rey”
“DIGAN entre las naciones: ‘Jehová mismo ha llegado a ser rey.’” (Sal. 96:10) Ese es nuestro texto del año para 1972, y ¡qué apropiado es! Por todas partes la gente necesita saber que Jehová ha llegado a ser rey. Es muy necesario que ellos se identifiquen con su soberanía. ¿Por qué? No solo porque el reino de Dios tiene la solución para todos los problemas que afligen a la humanidad sino también porque su misma vida está en peligro.
Qué apropiado, entonces, que ofrezcamos suscripciones a La Atalaya, la cual claramente dice en su portada que está “Anunciando el reino de Jehová.” Es por medio de leer esta revista junto con la Biblia que muchos miles de personas en todas partes de la Tierra han llegado a conocer a Jehová y a amarlo y se han hecho proclamadores leales de su soberanía.
Personas que hace solo unos pocos años nos rechazaban ahora gustosamente, sí, ansiosamente leen La Atalaya y su compañera, ¡Despertad! Estas personas están perplejas por las condiciones mundiales, pero observan que los testigos cristianos de Jehová son optimistas en cuanto al futuro y quieren saber el por qué. Como resultado, el año pasado, miles de personas interesadas nos enviaron su propia suscripción. Y el número total de nuevas suscripciones que se obtuvieron alrededor del mundo alcanzó la cifra de 2.702.000, un aumento de 240.000 suscripciones sobre el año pasado.
Lo que estas personas interesadas escriben
Aquí hay unos fragmentos de varias cartas típicas que fueron enviadas por las personas que se suscribieron por su propia cuenta. Un señor escribe: “Señores: Adjunto encontrarán un giro postal por la cantidad de $1,50 para otra suscripción anual. Disfruto de la lectura de esta revista y por lo general la leo de cubierta a cubierta la misma noche en que la recibo.”
Otro escribe: “Estimados publicadores y amigos: Tengan la bondad de renovar mi Atalaya y ¡Despertad! No es necesario que tomen tiempo para agradecerme por los pocos dólares extras que les envío. Ninguna literatura es tan valiosa como la que la Sociedad Watchtower imprime.”
Por eso, a medida que las condiciones mundiales continúan de mal en peor, aumenta el número de personas que desean leer estas revistas autoritativas. Y mientras más leen más se convencen de que ellas mismas deben suscribirse para que no les falte ningún número.
De paso, ¿notó usted que estas personas interesadas no se quejaron acerca del costo de $1,50 por la suscripción anual? Un señor dijo: “Tengo más de noventa años y disfruto la lectura de La Atalaya aunque solo puedo ver de un solo ojo. Solo desearía haberme suscrito antes a La Atalaya. Uno no puede pensar en nada que rinda más por el dinero que esta revista.”
Ciertamente el valor de estas revistas no puede medirse en valor monetario. Pues, ¡son tan valiosas como la vida de la persona! De hecho, un señor escribió: “Estoy vivo actualmente debido al mensaje en la revista La Atalaya. Pues un día estaba en mi hogar preparándome para suicidarme cuando un testigo de Jehová tocó a mi puerta con La Atalaya y ¡Despertad! Las leí y es por eso que estoy vivo hoy.”
Lo más importante es nuestra propia actitud
Otra razón que quizás sea más importante para esperar buenos resultados durante esta campaña es nuestra propia actitud como publicadores. Cuando apreciamos algo estamos ansiosos de compartir ese algo con otros, ¿no le parece? En este caso ese “algo” es las revistas La Atalaya y ¡Despertad! Por eso con entusiasmo instamos a otros a suscribirse a ellas, y también a leerla con regularidad.
Un hermano expresó sus sentimientos de la siguiente manera: “Estimados hermanos: Sentí que tenía que escribirles unas cuantas líneas para expresarles mi profundo y sentido aprecio por los artículos recientes en La Atalaya. De seguro Jehová realmente está derramando su espíritu santo sobre su organización. No quiero citar un artículo en particular porque sencillamente todos han sido maravillosos. Con gran anhelo espero ansiosamente los números futuros.”
¿No es verdad que cada número de las revistas contiene material que es realmente provechoso para toda clase de personas? ¡Qué excelente sería que tantas personas como fuera posible recibieran las revistas con regularidad! Solo considere el buen efecto que éstas pueden tener sobre las personas de corazón honrado y sincero.
Tanto La Atalaya como ¡Despertad! ayudan a las personas a entender que el reino de Dios es el único remedio real para los dolores de la humanidad. Muestran por qué podemos estar completamente convencidos de que la entrada del nuevo orden de Dios se aproxima. Esto ciertamente le suministra a personas de corazón honrado una sólida ancla de esperanza en esta tenebrosa era de aflicción.
Piense, también, en la ayuda que estas revistas ofrecen para encontrar soluciones a los problemas diarios de uno. Lo han ayudado a usted, ¿no es verdad? También pueden ayudar a otras personas. Hay muchos artículos en estas revistas que tratan de varios problemas familiares... desde los problemas a los que los padres se enfrentan hasta los problemas que confrontan los niños pequeños y los adolescentes. Hombres y mujeres solteros también reciben consejo sabio en cuanto a la manera de resolver sus problemas especiales.
El atractivo práctico de muchos de los artículos de La Atalaya y ¡Despertad! ha hecho mucho para estimular el interés en la Biblia. Las revistas consideran a fondo las enfermedades sociales que plagan a la humanidad, y ofrecen sugerencias muy prácticas y útiles para evitar estas mismas cosas. No solo se advierte contra el alcoholismo, el abuso de las drogas, la inmoralidad y otros asuntos de este mundo, sino que se recomiendan medidas eficaces de defensa.
Son de interés, también, los informes de las grandes asambleas del pueblo de Dios, los relatos biográficos de los fieles testigos de Jehová y los informes de aquellos de nuestros hermanos que mantienen su integridad bajo dificultad. Artículos de esta índole pueden hacer mucho para impresionar a otros con la convicción que tienen los testigos de Jehová. Muestran que el cristianismo es un modo de vivir y eficazmente demuestran la diferencia entre la religión verdadera y la falsa. Es posible que usted se asombre del gran número de personas que no son testigos de Jehová y que leen estos artículos con interés.
Sí, La Atalaya y ¡Despertad! pueden hacer mucho para ayudar a las personas a moldear su manera de pensar para obtener la mente de Cristo y la mente de Dios. Contienen la verdad sólida de la Palabra de Dios presentada de una manera muy satisfaciente, alimento para la mente provisto por medio del “esclavo fiel y discreto” y servido “a su debido tiempo.”—Mat. 24:45, 46; 1 Tim. 4:16.
Razones para instar a otros a suscribirse
Al sugerir a otros que se suscriban a La Atalaya y ¡Despertad! ¿qué decimos por lo general? ¿Damos énfasis al tamaño conveniente de las revistas, del tipo de letras grandes, al hecho de que no contienen anuncios comerciales y al costo tan módico de unos pocos centavos por número? ¿Son éstas las razones principales que nosotros tenemos para leerlas? No. Porque aunque éstos son rasgos excelentes, la razón verdadera por la cual tenemos tanto aprecio por las revistas es debido al material que contienen... es verídico, digno de confianza, es práctico, es oportuno y muy provechoso.
Por lo tanto al presentar la oferta de la suscripción a otros debemos poner el mayor énfasis en el contenido... lo que estas revistas dicen que ninguna otra revista dice. Y cuando nosotros apreciamos personalmente las revistas podemos hablar de ellas con convicción al enfatizar la importancia que tienen al presentarlas a otras personas. Como lo expresó un hermano en México: “Cuando La Atalaya y ¡Despertad! llegan, mi corazón salta de gozo, y al leer los artículos me digo: ‘que Jehová bendiga a los que las prepararon.’ Esto no es emoción, es gratitud por lo que ustedes hacen. Soy precursor especial y no pueden imaginarse el gozo que siento al distribuir las revistas y ayudar a otras personas a apreciarlas de la misma manera en que yo las aprecio.”
Pero ¿por qué dos revistas? La mera economía en el costo y la eficacia quizás dicte la publicación de solo una revista. Pero hay otros factores importantes que deben considerarse. Por ejemplo, no toda persona tiene los mismos gustos en lo que toca al material de lectura. Ofrecemos La Atalaya a las personas que aman la justicia y que tienen fe en la Biblia y que quizás estén descontentas con las iglesias. Por otra parte es más probable que personas que no son religiosas lean ¡Despertad! y de esta manera se les puede presentar de manera indirecta los maravillosos tesoros de la Biblia y las promesas de ésta acerca de un mejor sistema de cosas por medio del reino de Dios. ¡Despertad! también abarca un campo de educación más amplio, y por esta razón es de importancia para el pueblo del Señor como material suplementario a La Atalaya. Así es que hay una necesidad definitiva para ambas revistas. Cada una en su propio papel cumple con un propósito específico. Es por eso que durante esta campaña de La Atalaya instamos a la gente, siempre que sea apropiado, a suscribirse a ambas revistas.
Al instar a otros a suscribirse es posible que usted quizás quiera hablar de la gran tirada de La Atalaya y ¡Despertad! en tantos idiomas. Tienen la tirada más grande con la que cuenta revista religiosa alguna en el mundo, una tirada combinada de aproximadamente 15.000.000 de ejemplares por cada número, lo que es mucho más que las dos principales revistas protestantes y católicas combinadas. Y hay muy pocas revistas aun en el campo seglar que rivalizan con La Atalaya y ¡Despertad! en su tirada. El mencionar estos hechos ayudará a las personas a comprender que millones de personas que no son testigos de Jehová hallan que el material de nuestras revistas es mucho más provechoso que el de cualquier otra revista.
Dónde obtener suscripciones
Parece que el mayor número de suscripciones debe obtenerse en la obra de casa en casa, pues la mayoría de las personas en el territorio aun no se suscriben. Por lo tanto en la obra de casa en casa durante esta campaña querremos ofrecerle a cada amo de casa la oportunidad de suscribirse. Explique el porqué necesitan estas revistas y los beneficios que obtendrán de recibirlas por correo con regularidad.
Para hacer esto lo primero que usted necesita hacer es leer y analizar los números corrientes para que pueda hablar inteligentemente acerca de los puntos que le interesan al amo de casa. Recuerde, la cosa importante de la cual hablar es el contenido de las revistas. Sea como el precursor de México... ayude a otros a apreciar las revistas de la misma manera en que usted las aprecia.
No encontrará muchas personas que se suscribirán a la primera visita, pero a menudo usted puede dejar con ellas los números corrientes, pidiéndoles que lean un artículo en particular. Haga una nota de la colocación y dentro de pocos días vuelva a visitar y obtenga su respuesta, de nuevo invítelo a suscribirse. Muchas personas concuerdan en suscribirse en la revisita.
A veces quizás recibimos la impresión de que la persona con que hablamos leerá muy poco, si es que leerá algo, de las revistas. ¿Debía esto disuadirnos de presentar la oferta de la suscripción con entusiasmo? De ningún modo. ¿Por qué no? Bueno, al conseguir que las revistas le lleguen al hogar veinticuatro veces al año (cuarenta y ocho veces si se obtienen las dos suscripciones), es casi como si usted, como publicador, revisitara frecuentemente a esta casa. Y, quién sabe, quizás el cónyuge, hijos, parientes o visitantes las leerán. Así es que nunca vacile en ofrecer la suscripción.
Además de la obra de casa en casa, hay muchas otras oportunidades excelentes de obtener suscripciones. En su lugar de empleo, ¿ha abordado a sus compañeros de trabajo o a su administrador acerca de este asunto en la hora del almuerzo? Un hermano frecuentemente le daba su revista a un compañero de trabajo, el cual notó con el tiempo que otro trabajador siempre tenía el mismo número antes que él. Así es que el hombre le dijo al hermano: “Este otro compañero recibe su ¡Despertad! aproximadamente una semana antes que yo. ¿Por qué tengo que esperar tanto tiempo?” El hermano explicó que el otro hombre se suscribía y que la recibía directamente por correo. Al oír esto el hombre dijo: “Bueno, Roberto, ¿por qué no puedo suscribirme yo también?” Sin perder tiempo se le ofreció una suscripción a ambas revistas, lo cual aceptó rápidamente.
Si va a la escuela, diríjase a sus maestros con la misma oferta entusiasta de la suscripción que usted presenta a las puertas en el territorio. Ellos también necesitan aprender que Jehová ha llegado a ser rey. Un hermano dice: “He encontrado otro modo de conseguir suscripciones... escuelas de segunda enseñanza y universidades donde se enseñan lenguajes extranjeros. Durante las últimas dos semanas he colocado seis suscripciones de ¡Despertad! en idiomas extranjeros y dos en inglés en escuelas y universidades como ésas. Hasta el llevar un juego de revistas en idiomas extranjeros al ir de casa en casa sirve para conseguir más suscripciones.”
¿Qué hay de los nombres que usted quizás tenga en sus listas viejas de revisitas? Posiblemente pueda realizar el interés de alguien que se haya enfriado, y al mismo tiempo ayudarlo a volver a suscribirse. Sin embargo, si alguien con el que usted estudia la Biblia asiste a las reuniones con regularidad, le sugerimos que lo anime a conseguir sus revistas en el Salón del Reino. Podemos obtener nuestras revistas de la misma manera. Esto le ahorrará al individuo el costo del correo y le ahorrará trabajo a la Sociedad.
Y no pase por alto la excelente oportunidad de enviar suscripciones de regalo. Podemos enviarlas a asociados en los negocios, amigos y parientes a los cuales uno quiera favorecer especialmente. Uno de éstos que recibió una suscripción de regalo y vive en Florida escribe: “Las revistas fueron un regalo de un devoto testigo de Jehová y han sido una bendición en mi vida.” No pase por alto a los que están confinados o aislados y a los cuales los testigos de Jehová no pueden visitar. Un soldado en Vietnam escribió: “Les escribo para dar las gracias a ustedes y a mi madre por La Atalaya. He llegado a saber la realidad de que la paz no vendrá a la Tierra por los esfuerzos del hombre.” El dueño de una estación de gasolina, después de leer unos cuantos ejemplares de las revistas, envió treinta y cinco suscripciones de regalo para que todos sus amigos y parientes pudieran disfrutar de ellas también.
Hay otro punto también que no queremos pasar por alto en esta campaña. Todos estamos ansiosos de obtener unas cuantas suscripciones por nuestra propia cuenta. Estemos igualmente ansiosos para asegurarnos de que las revistas lleguen a su lugar de destinación. SOLO llegarán si el nombre y la dirección, incluso la ZONA de CORREO o NÚMERO CLAVE, si se usan, están correctas y completas. La Sociedad paga decenas de miles de dólares al año por el franqueo de revistas que regresan y nunca se entregan, sencillamente porque la dirección o la zona de correos no están correctas.
Teniendo presente estas sugerencias, que podamos, al ofrecer suscripciones, continuar trabajando duro en mantener ante todas las personas de nuestro territorio la soberanía de Jehová. Y que nuestra oración unida sea que Jehová bendiga nuestros esfuerzos para ayudar a muchas más personas a someterse al Reino, para su gozo y bienestar eterno.