Presentando las buenas nuevas... de manera razonable
1 En Tito 3:2 se nos anima a ‘ser razonables desplegando toda apacibilidad para con todos los hombres.’ Esto es cierto al tratar con los oficiales gubernamentales, según se refiere en la carta de Pablo a Tito, o al tratar con los amos de casa a quienes predicamos. The Kingdom Interlinear Translation nos ayuda a apreciar que el ser razonable significa ser “condescendiente.” El ser condescendiente significa “no ser rígido . . . ser flexible.”
2 El ser razonable o “condescendiente” no quiere decir que estaremos dispuestos a transigir en cuanto a lo que es verdad o que no haremos ningún esfuerzo para vencer las objeciones. No, al grado que nuestra habilidad lo permita, tratamos con las objeciones, pero al mismo tiempo no insistimos en que el amo de casa escuche si él nos dice que está familiarizado con nuestra obra y que no desea oír lo que queremos decirle.—Jos. 24:15.
3 Cuando una persona dice que está ocupada, pudiéramos decir: “Quería considerar brevemente un arreglo para un estudio bíblico gratuito que quizás sea de su interés. Me gustaría dejar con usted este prospecto para que lo pueda leer cuando tenga más tiempo.” Si la persona acepta el prospecto, usted pudiera preguntar: “¿Cuándo sería conveniente volverlo a visitar para considerar estos asuntos brevemente?” Al hacer las cosas de esta manera, ¿qué ha logrado? Ante todo, usted ha declarado brevemente su propósito al visitar, así como mostrado al amo de casa que usted ha tomado en consideración lo que él le dijo. Si no se logra nada más al menos su consideración debe dejar una buena impresión en el amo de casa. Es posible que él acceda a que usted vuelva a visitarlo, o posiblemente quede más inclinado a tomar tiempo para escuchar la próxima vez que alguien lo visite. El que usted sea “condescendiente” al presente es con mira de un logro mayor en el futuro.
4 Suponga que una persona esté realmente ocupada. Pudiéramos sugerir de manera bondadosa que nos gustaría que él tomara algún tiempo para escuchar. Pero, ¿sería razonable el pasar por alto sus circunstancias si él pide que se le excuse en esa ocasión? Sabemos que no apreciaríamos el que alguien viniera a nuestra puerta cuando estamos ocupados preparándonos para ir a nuestras reuniones e insistiera en hablarnos acerca de su religión. ¿Sería usted bondadoso con él si él no tomara en consideración las circunstancias de usted? Y, ¿qué hay si usted sí accediera a una consideración breve y él se quedara por largo tiempo?
5 Muchas veces visitamos a personas que están bien familiarizadas con nuestra obra y que sencillamente no quieren hablar con nosotros. En ese caso hacemos bien en recordar lo que se declara en Mateo 10:13. Y, si somos bondadosos y considerados, aun en el caso en que la persona sea brusca, es posible que la dejemos en un mejor estado de ánimo hacia la obra de los testigos de Jehová que el que tenía antes de nuestra visita. Eso sería un excelente logro, y facilitaría el dar un testimonio en el futuro.
¿Puede usted participar semanalmente en el ministerio?