Presentando las buenas nuevas... con las revistas especiales
1 En el pasado personas de diferentes profesiones han expresado aprecio por los artículos especiales en las revistas que ustedes les han distribuido. Por supuesto, esto es además de distribuir con regularidad las revistas a gente de toda clase semana tras semana.
2 Quizás usted se pregunte exactamente qué se logra con estas revistas especiales y los esfuerzos extraordinarios que se hacen para distribuirlas a las personas que están particularmente interesadas con ese problema o ese asunto. Una de las buenas cosas que resulta es la edificación de respeto al pueblo de Jehová, los principios bíblicos que rigen la vida de éstos y la obra que ellos efectúan. Además, estas personas se enteran de que hay un grupo de personas que practican estos principios justos y que, como resultado de ello, no ocasionan o añaden problemas a la comunidad, sino que más bien, ejercen una influencia para el bien. De esa manera se debilita el prejuicio y se abre el camino para dar testimonio adicional en el futuro.
3 Creemos que muchos funcionarios públicos apreciarán los excelentes artículos que se hallan en el número del 15 de septiembre de La Atalaya. Como resultado, quizás se pueda ayudar a algunos de ellos a apreciar la verdad. Y como le escribió Pablo a Timoteo, es la voluntad de Dios que “hombres de toda clase sean salvos y lleguen a un conocimiento exacto de la verdad.”—1 Tim. 2:1-4.
4 El número del 15 de septiembre de La Atalaya es particularmente apropiado para distribuirlo a los jueces, la policía y los funcionarios de las cárceles, pues considera asuntos que son de interés especial para ellos. Uno de los asuntos principales es “¿Cómo ve usted la autoridad?” Este es un problema grave para esos hombres, y sin duda muchos de ellos apreciarán el punto de vista expresado en La Atalaya acerca de este asunto. Además, hay un artículo que trata con los problemas de los jóvenes, el cual es otro asunto con el que los funcionarios tienen que bregar constantemente. Sugerimos que hagan un esfuerzo especial para ponerse en comunicación con los funcionarios con esta revista.
5 Hay otras personas que quizás también aprecien la información de este número de La Atalaya. Estamos pensando en los que son patronos. También, maestros de escuela, consejeros y administradores escolares. El desacato a la autoridad es algo que preocupa por igual a todas estas personas y en esta revista se da atención a sus problemas. ¿Qué puede hacer usted como individuo —y quizás por medio de trabajar junto con otros en la congregación— para poner este número de La Atalaya en las manos de la gente que quizás se beneficien más de él al ver que la Palabra de Dios tiene la solución a los problemas a los que se enfrentan?
6 Hoy día hay personas sinceras en el mundo que desean hacer el bien a favor de su prójimo. Pero a menudo quedan frustradas al experimentar con los varios remedios de hechura humana que realmente nunca dan buen resultado. Hallan que las cosas continúan empeorando. Por eso si leen lo que dice Dios, quizás comprendan que esto es lo que ellos en realidad han estado buscando.
7 Jehová está efectuando una obra maravillosa en estos “últimos días.” La gente no solo está escuchando la predicación oral de las buenas nuevas a medida que hablamos la verdad en cada ocasión apropiada sino que muchos están leyendo las publicaciones que distribuimos.
8 ¿Estamos haciendo el mejor uso posible de las revistas al presentar las buenas nuevas? Apreciando el bien que éstas pueden efectuar, ¿las estamos presentando con confianza? ¿Por qué no usarlas plenamente tanto en nuestra predicación regular como al predicar a los grupos especiales que posiblemente estén interesados?
Familias fuertes forman congregaciones fuertes.