Preparando la Reunión de Servicio
1 Como fieles testigos de Jehová, queremos tener una participación tan plena como sea posible en la predicación de las buenas nuevas del reino de Dios y en hacer discípulos de las personas que respondan favorablemente a su Palabra. También es nuestro deseo el que nuestra conducta cotidiana dé testimonio del buen resultado que se produce al aplicar principios bíblicos. Nuestras reuniones semanales de servicio nos ayudan mucho a lograr esto.
2 El superintendente presidente es el responsable de la reunión de servicio. Debe estar profundamente interesado en que ésta sea tan edificante e instructiva como sea posible. Es posible que él quiera encargarse personalmente de la superintendencia de estas reuniones todas las semanas, haciendo asignaciones para las diversas partes y ofreciendo sugerencias en cuanto a cómo adaptarlas a las necesidades locales, o es posible que a veces él quiera compartir esa responsabilidad con otros ancianos. De cualquier modo, es su responsabilidad el asegurarse de que las reuniones de servicio se preparen apropiadamente y se presenten a la congregación.
3 A los ancianos y a los siervos ministeriales se les pide que se hagan cargo de las partes individuales de la reunión. El superintendente presidente no siempre tiene que encargarse de la porción final; de vez en cuando él puede abrir la reunión o puede encargarse de alguna consideración profunda de las Escrituras a mediados de la reunión. Todos a los que se les asigna presentar el material deben dar consideración cuidadosa, no solo a abarcar material, sino también a enseñar.
4 El material que se suministra en el Ministerio del Reino debe ser abarcado, pero si no aplica a las circunstancias locales, puede mencionarse muy brevemente y entonces se pueden desarrollar los asuntos de interés local para el beneficio de la congregación. En estos casos se deben suministrar instrucciones apropiadas al que se encarga de la parte. De este modo, cada porción de la reunión será útil e instructiva prescindiendo de las condiciones locales. El cuerpo de ancianos quizás esté al tanto de cierta situación que es necesario considerar y se puede dar atención a ésta cuando sea conveniente.
5 En armonía con lo que se declaró en nuestras asambleas de distrito, usted notará que no se suministran temas para la reunión en este Ministerio del Reino. Esto también será cierto de números subsiguientes. El tema que se enfatizará a través del año, cuando sea apropiado, es el que se representa en el texto del año.
6 Cuando se incluyen demostraciones o consideraciones en el programa, cualquiera que tenga buena reputación en la congregación, incluso los niños, pueden ser invitados a participar. Si asistimos a cada reunión de servicio con la idea de dar, no meramente de recibir, ¡cuán remuneradora será la reunión para nosotros así como para nuestros hermanos!—Heb. 10:23-25; Hech. 20:35.
7 Con buenos planes por adelantado y preparación de parte de todos nosotros, de parte de los que participen en el programa mismo así como de los del auditorio, cada reunión de servicio cumplirá su meta. Todos estaremos mejor equipados como ministros de las buenas nuevas.—Mat. 24:14; 28:19, 20.