Recomendaciones al Cuerpo Gobernante
El arreglo de los ancianos ha estado funcionando de manera excelente en las congregaciones. Que la bendición abundante de Jehová ha estado sobre él lo indica la unidad entre los ancianos, siervos ministeriales y los publicadores, así como los aumentos que continúan tomando lugar. ¡Ciertamente disfrutamos de nuestra aumentada prosperidad espiritual! A fin de poder hacer aún otras mejoras en el arreglo ofrecemos a continuación algunas sugerencias que sin duda beneficiarán especialmente a los ancianos.
Cuando los ancianos o siervos ministeriales se mudan, el comité debe notificar al Cuerpo Gobernante de su partida a fin de poder remover sus nombres de nuestros registros para esa congregación. Cuando se recomiendan remociones por otras razones, entonces el comité, escribiendo en nombre del cuerpo de ancianos, debe enviar razones completas y específicas para la recomendación. Por ejemplo, algunos solicitan ellos mismos que sean removidos haciendo esto por razones personales. Por supuesto, en tal caso los ancianos deben considerar el asunto con el hermano. ¿Está verdaderamente descalificado desde el punto de vista bíblico? O, ¿se debe sencillamente a que hay circunstancias que le impiden hacer tanto como él quisiera? ¿Pueden los ancianos prestar alguna ayuda? Si después de la consideración, él todavía cree que debe ser removido, entonces debe enviarse notificación al Cuerpo Gobernante, suministrando suficiente información a fin de hacer claras las razones.
Al recomendar otras remociones debe identificarse el requisito bíblico que el hermano no satisface y entonces debe suministrarse información en cuanto a lo que él ha hecho, o dejado de hacer, con el fin de que se pueda autorizar la remoción. (1 Tim. 3:1-13; Tito 1:5-9) De vez en cuando una carta que recomienda remoción sencillamente declara que se debe a que el hermano ahora dedica poco tiempo al ministerio del campo. Esto en realidad no suministra suficiente información. La Biblia no especifica un requisito de cierto mínimo de horas ni especifica ciertos tiempos o maneras de esparcir las buenas nuevas para calificar como anciano. Ciertamente es de esperarse que todos los ancianos y siervos ministeriales harán todo lo que puedan para ayudar a la congregación a tener una gran participación en la proclamación del Reino. Pero las circunstancias individuales varían y cada uno debe hacer lo que cree que puede, según su fe y su amor lo impulsen a actuar.
Cuando la actividad del campo de un hermano muestra alguna disminución o él falta a alguna reuniones, en vez de recomendar su remoción como anciano o siervo ministerial, los ancianos deben tomar en cuenta sus circunstancias. Es posible que el hermano o algún miembro de su familia no haya estado en buena salud. Tal vez esté trabajando una tanda diferente en su trabajo seglar o tenga un nuevo trabajo. O que tenga deudas que pagar y por eso está trabajando horas extraordinarias temporeramente, sin ser materialista en este asunto. O quizás se sienta desanimado o espiritualmente débil por un tiempo y un poco de estímulo le sería provechoso. Por supuesto, si él fuera a menospreciar, o tener en poco delante de otros la importancia de la obra del testimonio o de las reuniones esto podría ser grave. Pero sencillamente el que su actividad no sea igual a la de otros no sería una base para su remoción.
A veces se reciben cartas recomendando remociones declarando que esto se debe a “conducta no apropiada.” En estos casos también sería bueno suministrar más información. ¿Qué hizo? ¿Estuvo verdaderamente envuelto en mal grave que requeriría censura con restricción de privilegios? O quizás solo ha hecho un error, mostrando juicio deficiente en una ocasión, y la congregación todavía le tiene respeto y confianza como un anciano o siervo ministerial. Quizás el mal no se ha divulgado extensamente, o no se ha sabido del todo. Si él aprecia que lo que hizo no fue prudente, ha aprendido una buena lección de la experiencia y tiene una buena actitud, deseando mejorar, entonces se le pudiera retener. Estas ideas ayudarán al cuerpo de ancianos a obtener un punto de vista cabal y equilibrado del asunto y entonces podrán informarlo a cabalidad en su carta, exponiendo sus recomendaciones.
Todos nosotros apreciamos mucho la excelente obra que los ancianos y siervos ministeriales están haciendo en conjunto en nuestras congregaciones. El seguir estas sugerencias logrará una organización que funcione aún más suavemente en el futuro a medida que trabajamos juntos en el servicio de Jehová.