Obteniendo mayor provecho de los discursos públicos
1 Allá en 1945 los discursos públicos llegaron a ser una parte regular de nuestras reuniones semanales. Desde entonces han contribuido significativamente a ampliar nuestro programa de instrucción bíblica. Los bosquejos que se han suministrado han considerado una amplia variedad de temas, incluso temas doctrinales. Los bosquejos más recientes han tratado con problemas cotidianos, examinando modos de aplicar principios bíblicos. Hay más de 100 bosquejos disponibles. Además, las congregaciones pueden hacer arreglos de vez en cuando para tener otros discursos que satisfagan las necesidades de la localidad.
2 Si ‘prestamos más que la acostumbrada atención,’ podemos aprender muchas cosas que nos serán útiles. (Heb. 2:1) Es útil seguir la lectura de los textos en la Biblia. Si tomamos notas breves más tarde podremos consultarlas con facilidad.
USANDO LO QUE APRENDEMOS
3 Recientemente tuvimos discursos que repasaron el material de los libros “Buenas nuevas” y “Espíritu santo.” ¿Estará usted alerta para notar los puntos específicos que mencione el orador? Y, ¿ha podido desde entonces usarlos con buen provecho? A continuación suministramos algunos ejemplos:
4 Temas doctrinales: Uno de los discursos llama atención a las páginas 148 y 149 del libro “Buenas nuevas,” que corroboran el cumplimiento de Revelación 11:15-18. Este discurso también considera la página 145, que señala 38 profecías que prueban que Jesús es el Mesías. Otro discurso considera el material de la página 83 que usted pudiera usar para convencer a una persona escéptica de que el Diluvio de veras ocurrió. Si usted presta atención cuidadosa a la consideración de las páginas 12 a 15 del libro “Espíritu santo,” probablemente obtenga prueba adicional en cuanto a por qué no hay base para creer que el espíritu santo sea parte de un Dios trino.
5 Pastoreo: Algunos de los discursos presentarán pensamientos bíblicos que los ancianos pueden usar en su obra de pastoreo. La consideración del capítulo 15 del libro “Buenas nuevas” pudiera suministrar base para dar estímulo que puede ser útil para evitar muchos peligros. O, es posible que un hermano deprimido por una dificultad personal quizás cobre ánimo cuando usted le relate los detalles que recuerde del discurso que describió el paraíso, según se considera en el capítulo 16. El discurso basado en las páginas 132 a 137 del libro “Espíritu santo” puede usarse para explicar cómo el espíritu santo de Dios obra como “intercesor,” que quizás sea precisamente lo que se necesita para ayudar a una persona que cree que sus oraciones están siendo estorbadas.
6 Respondiendo preguntas: Los discursos públicos les suministran las respuestas a preguntas que surgen en las consideraciones bíblicas. ¿Recuerda usted cómo el orador, al repasar las páginas 127 a 132 del libro “Espíritu santo,” explicó cómo un individuo sabe que ha sido engendrado por el espíritu santo? O, ¿cómo obtuvo Moisés los detalles acerca del registro de la creación y los sucesos que ocurrieron en Edén? Es muy probable que el orador haya dado las respuestas al comentar sobre la página 16 del libro “Buenas nuevas.”
7 Estos solamente son unos pocos ejemplos que muestran cómo lo discursos públicos nos pueden ayudar a sacar provecho de un almacén de información. Si usted cultiva su interés y presta buena atención, puede obtener abundante conocimiento bíblico que puede usar para beneficiarse usted mismo y beneficiar a otros. Cada vez que usted asista a un discurso bíblico en su congregación, recuerde el proverbio que dice: “El sabio escuchará y absorberá más instrucción.”—Pro. 1:5.