Presentando las buenas nuevas... conduciendo un estudio bíblico provechoso
1 Usted puede participar en la obra de estudios bíblicos si lo desea y si está dispuesto y puede dedicar el tiempo y el esfuerzo. Jesús dijo que había que hacer la obra de hacer discípulos y el conducir estudios bíblicos es una manera de lograr esto. ¿Conduce usted un estudio de esta clase con su propia familia? ¿Podría usted conducir un estudio con otra persona también?—Mat. 28:19, 20.
2 Está claro, como mostró la interesante experiencia del número de octubre de 1976 de Nuestro Servicio del Reino, que en la obra de hacer discípulos algunos publicadores tienen más éxito que otros. El artículo habló de dos matrimonios que tuvieron éxito sobresaliente en este campo, pues cada matrimonio ayudó de 250 a 300 personas a llegar a hacerse alabadores dedicados de Jehová. ¿Hay algo que podamos hacer para tener más éxito en esta obra?
3 Estos matrimonios se esforzaron por envolver a toda la familia. Trabajaron juntos como matrimonio, y las sesiones nunca fueron sencillamente repasos de preguntas y respuestas, sino que fueron consideraciones entusiásticas de la verdad que ayudaban a los estudiantes a ver el valor de lo que estaban aprendiendo. Enfatizaron la importancia de cumplir con la cita para el estudio. Trataron de llevar a las personas a las reuniones y familiarizarlas con la organización. Vieron la necesidad de ser amigos genuinos de la gente. ¿Ha tratado usted estas sugerencias?
4 El esforzarse con toda el alma por ayudar a los estudiantes de la Biblia a progresar trae la bendición de Jehová. Recuerde, ellos son las ovejas de Jehová, no las nuestras, así que el familiarizarlas con otros de la congregación les ayudará espiritualmente, como muestra 1 Corintios 3:6, 10. Sin embargo, quizás tengamos el privilegio de ayudar a establecer el fundamento de la verdad en el corazón de algunos. Para comenzar es especialmente bueno considerar los asuntos de interés particular para la persona. Deje que ella elija el tema que desea considerar. Una vez que se dé cuenta del valor de lo que está estudiando querrá continuar estudiando y aumentar su entendimiento de otros temas de la Palabra de Dios.
5 Es muy útil ser flexibles en la consideración. Averigüe lo que la persona piensa acerca del tema antes de comenzar. A algunos les ha dado buenos resultados el parafrasear ciertas preguntas, pues esto anima a la persona a responder en sus propias palabras también, más bien que en las palabras de las publicaciones. El hacer preguntas de vez en cuando para ver si la persona concuerda con lo que se está diciendo pudiera ser útil para determinar si es preciso tener una consideración bíblica más detallada de ciertas ideas.
6 Ayude al amo de casa a entender cómo el material le atañe y cómo lo beneficiará a él y a su familia. No vacile en señalar usando buen tacto la diferencia entre las enseñanzas bíblicas y las tradiciones religiosas. ¿Le parece a usted que está llegando al corazón del estudiante? ¿Está él respondiendo a los esfuerzos de usted, aceptando su invitación de venir a las reuniones de la congregación en el Salón del Reino y el estudio de libro? ¿Está hablando con sus amistades acerca de lo que está aprendiendo? Si no, puede que usted desee tratar de ensanchar el punto de vista que la persona tiene de la organización, hablándole acerca de las asambleas, la obra de instrucción mundial y lo muy instructivas que son nuestras reuniones para cada miembro de la familia.
7 Cuando le parezca apropiado comenzar y terminar la consideración con oración, esto ayudará al estudiante a percatarse aún más de la importancia del estudio. En sus oraciones personales, pida la dirección y el espíritu de Jehová a fin de que los estudios que usted conduce sean productivos, y los esfuerzos que usted haga por hacer discípulos tendrán su bendición.