Presentando las buenas nuevas... tenga presente el comenzar estudios bíblicos
1 A menudo es cierto que los resultados que obtenemos al visitar el hogar de una persona dependen de la meta que tenemos presente. Por supuesto, hay muchos amos de casa que sencillamente no quieren las buenas nuevas y las rechazan prescindiendo de cómo se les presente el mensaje. Pero no encontramos esa reacción en cada puerta, ¿verdad? Cuando usted encuentra a alguien que manifiesta cierta medida de interés, ¿qué trata usted de lograr?
2 Si su meta es colocar las revistas corrientes o un libro encuadernado, entonces lo que usted dice sin duda se inclina en esa dirección, y cuando se acepta la oferta usted está listo para ir a la próxima puerta. La distribución de esta literatura ha logrado mucho bien. Pero, ¿pudiéramos lograr más? Tal vez. En la mayoría de los casos, los que aceptan la oferta ya han recibido alguna literatura en el pasado. Sin duda disfrutarían de lo que llevamos hoy, y con gusto lo compartimos con ellos. Pero lo que más necesitan es que se les dé atención y ayuda personal con regularidad a fin de que lleguen a apreciar la seriedad del asunto y la magnífica esperanza que ofrece la Palabra de Dios. ¡Necesitan un estudio bíblico de casa! ¿Cómo podemos ayudarlos a darse cuenta de eso?
3 Bueno, si el tema de conversación que usted trae a discusión le interesa al amo de casa, entonces, en vez de sencillamente leer un texto bíblico y ofrecer la suscripción con tres folletos, esfuércese por hacer más. Pudiera abrir uno de los folletos a un punto que esté relacionado con su conversación y leer uno o dos párrafos. Observe la respuesta del amo de casa, pero mantenga la conversación en un tono informal. Lea de la Biblia junto al amo de casa cualesquier textos bíblicos que estén citados. En otras palabras, cuando alguien muestra interés, en realidad trate de comenzar un estudio, en vez de esperar hasta la próxima visita. Hoy la persona está en casa; hoy está mostrando interés. ¿Quién sabe cuándo se le presentará de nuevo esa oportunidad?
4 Sin embargo, en los casos en que se haya estimulado un interés razonable, sugiera lo siguiente: “Tal vez puedo regresar y pudiéramos considerar otro tema juntos [o, continuar nuestra consideración]. ¿Le parece bien?” Si el amo de casa concuerda, entonces, dependiendo de lo que le parezca práctico, usted pudiera sugerir un día y hora convenientes o decir: “Cuando vuelva, si la ocasión no es apropiada, sencillamente déjemelo saber. Entenderé. Pero tengo muchos deseos de volver a hablar con usted.”
5 ¿Se alegrará el amo de casa de que usted regrese? Al comentar acerca de un factor importante envuelto, un superintendente de circuito escribe lo siguiente: “En vez de estar dispuestos a escuchar, algunos publicadores quieren decirlo todo ellos. Pero al dejar que la otra persona hable, se establece una conversación, y frecuentemente el amo de casa está dispuesto a dejarnos regresar. Quizás haya que hacer más de una revisita para convertir la visita en un estudio, pero es importante lograr que la persona sienta que tiene el derecho a decir su opinión. No trato de hablarles como si ellos no supieran nada. En vez de tratar de corregir lo que ellos dicen, me esfuerzo por hallar puntos en que concordemos y entonces prosigo de allí.” Ese es un buen consejo.
6 Otro hermano dice que su buen éxito en comenzar estudios está directamente relacionado con su actitud cuando toca a la puerta. Cuando él pausa antes de trabajar una puerta y piensa acerca de cuán preciada nos es la vida y cuán preciada es para los que quizás escuchen, y ora a Jehová pidiendo su dirección, halla que expresa sinceridad genuina y verdadero amor por la gente a quien encuentra. Dijo: “Cuando estoy en el servicio oro a menudo, a veces antes de cada puerta.” Este hermano tiene un éxito sobresaliente en comenzar estudios y en ayudar a personas a aceptar la verdad.