Un día pleno en el servicio del campo
1 El participar en el servicio del campo requiere esfuerzo y hacer buenos planes. Los horarios de trabajo, el hogar, la familia y otros detalles similares de la vida necesitan atención. Es posible que nuestro territorio para predicar sea extenso, y el viajar requiera considerable tiempo y gastos. Al considerar todo lo que está envuelto, queremos tener presentes las palabras de Pablo: “Por lo tanto, la manera en que estoy corriendo no es incierta; la manera en que estoy dirigiendo mis golpes es como para no estar hiriendo el aire.” (1 Cor. 9:26) Por eso, si ya está en el campo, ¿por qué no se queda allí?
2 Hay varias cosas que podemos hacer para sacar el mayor provecho del esfuerzo que hemos hecho. Por ejemplo, las reuniones que se hacen para salir al campo deben ser breves y puntuales. Aunque no todos hayan llegado, el que toma la delantera puede comenzar la consideración con los que estén allí a tiempo y emplear de diez a quince minutos, y salir inmediatamente después de la oración. Algunos dejan una notita para que los que llegan tarde puedan encontrar el grupo en el territorio. Si las reuniones para el servicio del campo se celebran después de una reunión en el Salón del Reino, pueden ser muy breves.
3 Cuando usted haga un esfuerzo especial por trabajar partes distantes de su territorio, piense bien en cómo sacar el mejor partido de su tiempo. Trate de coordinar los grupos de tal manera que una vez que lleguen al territorio, todos puedan quedarse el mismo lapso de tiempo en vez de hacer que todo el grupo regrese debido a que alguien tenga que regresar a casa temprano. Aquellos cuyo tiempo es más limitado quizás puedan predicar en un territorio más cercano. Para poder pasar el máximo de tiempo en este territorio aislado sería apropiado llevar un almuerzo.
4 El hacer revisitas también requiere cuidadosa consideración. Los grupos deben ser tan pequeños como sea práctico y si es posible los que van a hacer revisitas en una misma zona pudieran ir en el mismo automóvil. También ahorrará tiempo el hacer revisitas al ir y venir del territorio. Otra manera de ahorrar tiempo es el hacer arreglos para el servicio del campo con los que tienen circunstancias similares a las nuestras. Estos arreglos privados nos dan la flexibilidad que necesitamos para ajustar nuestra situación personal.
5 En vista de todos los planes y el esfuerzo que se requieren para prepararse para la obra de dar testimonio público, ¿por qué no se queda en el campo tanto tiempo como le sea posible? Cuando el clima y otras circunstancias sean favorables, aprovéchese de la situación para hacer más de lo usual. Mientras más tiempo pasemos hablando la verdad a otros, más oportunidades tendremos de encontrar a los que tienen corazón honrado. Así, daremos más alabanza a Jehová y tendremos mayor gozo en nuestro servicio sagrado.