Presentando las buenas nuevas... con actitud positiva
1 ¿Cómo se siente usted en cuanto a ofrecer la suscripción de La Atalaya este mes? ¿Está usted entusiasmado y buscando oportunidades para participar en esta actividad? A buen grado esto depende de su punto de vista personal. Desde un punto de vista realista, no vamos a obtener una suscripción en la mayoría de los hogares. Pero queremos tener presente que la persona que acepta una suscripción queda mucho más expuesta a la influencia de la verdad. De los 24 números, muy bien pudiera ser que por lo menos un artículo capte el interés y llegue al corazón de la persona. A continuación hay dos experiencias extraordinarias que recalcan el valor de: (1) tener una actitud positiva en cuanto a la importancia de la revista La Atalaya y (2) ofrecer las suscripciones en toda posible oportunidad.
2 Una hermana colocó 90 suscripciones durante la última campaña de suscripción. ¿Cómo lo hizo? Aprovechó toda oportunidad. Por ejemplo, ella iba de casa en casa cuando vio a un grupo de trabajadores cavando en la calle. Se acercó a ellos y les explicó la obra que estaba efectuando. ¿Cuál fue el resultado? Obtuvo 24 nuevas suscripciones. Después, mientras iba de casa en casa, se encontró con una señora que almorzaba con varias amigas. Con discreción presentó las revistas y colocó otras 12 suscripciones. Una mañana lluviosa varias personas llamaron a esta hermana por teléfono y ella colocó 10 suscripciones antes de salir de la casa. Es obvio que Jehová estaba bendiciendo los esfuerzos celosos de esta hermana.
3 Muchos de nosotros hemos experimentado las bendiciones de testificar informalmente. Recientemente un hermano salió en un viaje de negocios. Durante el vuelo de regreso comenzó a conversar con un hombre que estaba sentado a su lado y que resultó ser un coronel del ejército. La conversación entre ellos los condujo al problema que este hombre tenía con su esposa. Después de 20 años de casados, la esposa era adicta a drogas, había tratado de suicidarse varias veces y estaba a punto de abandonarlo por un hombre más joven.
4 Nuestro hermano habló con este militar acerca de la excelente ayuda bíblica y estímulo que él obtiene cada vez que recibe las revistas ¡Despertad! y La Atalaya. El hombre preguntó cómo podía obtener estas revistas y también quiso que se las enviaran a su esposa. Nuestro hermano preguntó la dirección de la esposa, pero el coronel no podía encontrar un bolígrafo para escribirla. Antes de que el hermano pudiera conseguir su bolígrafo, el hombre que estaba sentado al lado de la ventana puso uno en la mano del coronel. Este otro hombre había estado escuchando, aunque nuestro hermano no lo sabía.
5 El avión aterrizó, y cuando el hermano se levantó para salir, la pareja que estaba sentada frente a él se volvió hacia él con lágrimas en los ojos, al igual que dos estudiantes de una escuela bíblica de la localidad que estaban sentados al otro lado del pasillo. La señora del frente dijo que ella también quería recibir las revistas. Los dos estudiantes que estaban al otro lado del pasillo dijeron: “No nos excluya. Nosotros también queremos recibirlas.” Así que, por medio de tomar la iniciativa mientras estaba en este viaje de negocios, el hermano colocó un total de 22 suscripciones, 21 libros y 45 revistas.
6 Es obvio que experiencias como éstas no se presentan todos los días. Y aun si tratamos todo el mes y no obtenemos buenos resultados, todavía hemos hecho lo correcto. ¿Por qué? Porque apreciamos el valor de esta excelente revista y nos damos cuenta del buen efecto que tiene en nuestra vida. De modo que esfuércese por presentar las revistas al público, especialmente durante el mes de julio. Oramos que Jehová vaya con cada uno de nosotros a medida que hacemos el esfuerzo por obrar así.