Presentando las buenas nuevas... para llegar al corazón
1 A veces nuestra presentación bondadosa y afectuosa pudiera influir mucho en la actitud de la gente. Sabiendo que de la abundancia del corazón habla la boca, el pueblo de Jehová continuamente hace esfuerzos por hablar palabras de consuelo y conocimiento. (Luc. 6:45) El corazón de este pueblo sobreabunda con el deseo de compartir con su prójimo lo que es bueno. Esto ha tenido gran efecto en muchas personas, según puede verse por el hecho de que millares continúan viniendo a Jehová y poniendo en su corazón el deseo sincero de llevar a cabo la voluntad de él.
2 Cuando nosotros hablamos con otras personas, ¿mostramos lo que hay en nuestro corazón? Esto envuelve muchas cosas. Una de ellas es nuestra sinceridad al mostrar que realmente nos interesamos en las personas con quienes hablamos. Otra es la convicción que comunicamos de que realmente creemos que lo que Dios dice en su Palabra es la verdad. Otra más es la manera en que presentamos el mensaje. Al hablar del corazón no damos nuestro mensaje mecánicamente, como si éste fuera un anuncio grabado. No; sinceramente tratamos de hablar con la gente desde el corazón. ¿Tenemos ayuda a este respecto? Sí, la tenemos. Considere lo siguiente:
3 Todos los meses tenemos un “Tema de conversación” en Nuestro Servicio del Reino. Este sugiere que no solo debemos hablar con la persona, sino que, como en una verdadera conversación, también debemos escuchar lo que la persona diga. Al mismo tiempo tratamos de razonar con ella y entablar una conversación. Esto ha dado mejores resultados como manera de obtener una respuesta sincera de alguien que se interesa en el mensaje del Reino. Cuando hacemos esto estamos tomando en cuenta el punto de vista, o argumento, de la persona mientras nos esforzamos por dar razón de la esperanza que hay en nosotros.—1 Ped. 3:15.
4 Cuando hallamos a personas que muestran interés, volvemos a hacerles visitas. Esto sugiere que se hace un esfuerzo por conversar, por llegar al corazón por medio de una consideración adicional de algún tema bíblico.
5 Quizás usted diga: “Pero a mí se me hace difícil entablar una conversación, como, por ejemplo, en la obra de casa en casa o en la testificación informal. Casi tengo que aprenderme de memoria todo lo que voy a decir, porque de otra manera se me olvida, y si dejo que el amo de casa diga algo se me confunde el razonamiento, y me pierdo.” ¿Se siente usted así algunas veces? Usted no es el único. Por lo tanto, ofrecemos la siguiente sugerencia que puede ayudarle a medida que usted se esfuerza por llegar al corazón de los que le escuchan.
6 Para algunos es útil tener un bosquejo breve. Note este breve tema de conversación: “¡Hola! ¿Se ha preguntado usted alguna vez si hay algún remedio para las aflicciones del mundo? [Escuche la contestación.] La Biblia predijo los problemas actuales y la causa de ellos. [Lea Revelación 12:12.] ¿Notó usted quién está causando los problemas? [Escuche la contestación.] Ese corto período de tiempo casi ha pasado por completo, y después viene la paz eterna que Dios da. En cuanto a esto, lo que dice Romanos 16:20 es consolador. [Lea.]”
7 ¿Notó usted las palabras en letras cursivas en lo que hemos presentado? Quizás con sólo esas palabras como impulso, usted pueda comenzar una conversación con el amo de casa. Por supuesto, después de la lectura del último texto el interés que la persona muestre le ayudará a determinar hasta dónde extender la conversación de ahí en adelante. Quizás pueda extender la conversación por medio de considerar los textos ya leídos.