La caja de preguntas
● La Atalaya del 1 de agosto de 1981 declaró que la ordenación de una persona como ministro de Dios tiene lugar cuando la persona se bautiza. ¿Qué efecto tiene esto en nuestro punto de vista tocante a los que están capacitados para efectuar casamientos?
En cada estado los requisitos para efectuar casamientos pueden variar algo. En algunos estados, ciudades o comunidades, la ceremonia matrimonial solo puede ser solemnizada por ministros que estén debidamente registrados por las autoridades locales. Por lo tanto, es necesario investigar qué requisitos legales hay que satisfacer para efectuar casamientos en la localidad, y cumplir con ellos. Sírvanse no escribir a la Sociedad pidiendo tal información, pues no tenemos disponible la información de lo que aplica en los diferentes estados, ciudades o comunidades de este país.
Debido a que el matrimonio cristiano es un compromiso muy serio y que encierra gran obligación entre dos personas delante de Jehová, la ceremonia matrimonial debe ser presidida por un ministro ordenado bien capacitado, quien pronuncia el discurso de matrimonio y solemniza el casamiento. Por lo tanto, se prefiere que ancianos de congregación, hombres de quienes se hable bien en la congregación, se encarguen de esta responsabilidad para que todas las cosas se lleven a cabo con el orden apropiado.
Información tocante al discurso de matrimonio y los votos aprobados puede hallarse en las revistas La Atalaya del 15 de agosto de 1969, páginas 494-499, 15 de septiembre de 1974, páginas 561-563, 15 de agosto de 1977, páginas 492-505, y ¡Despertad! del 22 de agosto de 1974, páginas 3-6.
El cuerpo de ancianos de la congregación debe aprobar los arreglos para el uso del Salón del Reino para casamientos. Puesto que la instrucción bíblica es casarse “solo en el Señor” (1 Cor. 7:39), los hermanos que efectúen casamientos deben abstenerse de solemnizar casamientos entre Testigos dedicados y personas no creyentes, y tales bodas no deben celebrarse en el Salón del Reino. Si surge alguna situación poco común con relación a esto, es mejor escribir a la Sociedad y explicar las circunstancias envueltas en el asunto.