Abarcando los territorios que no se han trabajado
1 ¿Qué opinaría usted de un agricultor que saliera repetidas veces a plantar semilla en la porción de terreno junto a su casa, pero nunca llegara a sembrar el terreno fértil que queda un poco más lejos? Es obvio que él conseguiría mejores resultados si tratara de cultivar una porción mayor de sus tierras.
2 Sin embargo, a veces sucede algo parecido al trabajar los territorios. Puede que trabajemos ciertos territorios vez tras vez y sin embargo otros territorios queden sin trabajarse. Es cierto que algunos territorios están dispersos o es difícil llegar a ellos, y el aumento en el costo de la transportación puede que contribuya a ello. También es cierto que algunos territorios son más productivos que otros. (Compare con Mateo 13:3-8.) No obstante, queremos dar a todo el mundo la oportunidad de oír las “buenas nuevas” por medio de sembrar la semilla del Reino hasta donde podamos.
3 Teniendo esto presente, el hermano que está a cargo de los registros de asignación de territorio anima a los publicadores y los precursores locales a solicitar territorios que no se trabajan tan a menudo. Quizás todos no puedan hacerlo, pero con la valiosa cooperación de la congregación tal vez se pueda abarcar mejor el territorio asignado a ésta. A veces los territorios más distantes pueden trabajarse durante el tiempo favorable del verano, cuando los días son más largos, y por medio de conseguir la ayuda de los precursores regulares y auxiliares, u otros publicadores que salen al servicio con regularidad. Los conductores de estudio de libro también pueden animar a sus grupos a participar. Quizás hallen que las personas que viven en los territorios que no se han trabajado recientemente muestran más interés en el mensaje. ¿Qué puede hacer usted para llevarles las “buenas nuevas”?
4 Durante los meses de vacaciones se presentan buenas oportunidades para abarcar los territorio que no se han trabajado. Una familia solo tendría que salir al servicio con alguna regularidad para abarcar adecuadamente uno de estos territorios durante sus vacaciones. Ésta sería una seria responsabilidad. Pero si a las personas de esos territorios se les visita solamente una vez este año, ¿cuántas oportunidades adicionales tendrán ellas de oír y aceptar la verdad en este lado de la “grande tribulación”? (Mat. 24:21) Esto sirve para enfatizar la necesidad de no solo hallar a las personas que tienen interés en el mensaje, sino de cultivarlo hasta donde podamos por medio de revisitas, estudios y hasta por correspondencia. De este modo, los que aman la verdad, prescindiendo de lo difícil que sea hallarlos o lo apartado que vivan, pueden tener la oportunidad de llegar a ser parte de la gran familia mundial de alabadores de Jehová.—Ecl. 11:6; Isa. 54:13.
5 Tal vez usted esté en condiciones de mudarse a donde hay mayor necesidad de publicadores, sea en este país o en algún otro. La Sociedad puede informarle dónde se necesita ayuda o puede que su superintendente de circuito pueda mencionarle una congregación cercana que necesite ayuda para abarcar regularmente su territorio. Si decide escribir a la Sociedad, primero considere el asunto con los ancianos para beneficiarse del consejo de ellos. Sírvase pedirles que escriban una carta breve dándonos las recomendaciones de ellos y que la adjunten a la de usted. El libro Organización suministra más información sobre esto en las páginas 132 y 133. Jesús dijo que se encargaría de que la testificación se efectuara en “la parte más lejana de la tierra.” (Hech. 1:8) Además de la gran necesidad de llegar con el mensaje a la gente de muchas partes de este país, hay aún mayor necesidad en muchos otros lugares. ¿Está usted en condiciones de ayudar?
6 El Anuario informa acerca de países donde hay cientos de miles y hasta millones de habitantes por cada publicador del Reino en el país. Muchas veces es casi imposible para los forasteros el entrar en tales países. Jesús hizo un comentario significativo sobre este asunto en Mateo 10:23. Debido a la persecución y a otras circunstancias quizás nos podamos llegar a todas partes de la Tierra con el mensaje del Reino antes de que llegue el Armagedón. Actualmente la proporción mundial entre los publicadores y la población es alrededor de uno por cada 1.900 personas... una asignación grande para cada cristiano dedicado. Por eso, mientras todavía hay tiempo, que cada uno haga todo cuanto pueda para ayudar a abarcar los territorios que no se han trabajado.—Mar. 13:10.