¿Estudian ustedes juntos como familia?
1 Recientemente un esposo cristiano que hablaba con un anciano dijo: “Trato de conducir un estudio de familia con regularidad, pero hallo que se me hace difícil. A veces yo soy el culpable de cancelarlo, o mi esposa no está de humor para estudiar, o los niños tienen otra cosa que hacer. Pasan las semanas sin que se haga esfuerzo verdadero por volver a la rutina de un estudio de familia. Sé que necesitamos el estudio y apreciaremos cualesquier sugerencias o ayuda que podamos conseguir.” ¿Le suenan conocidos estos comentarios?
2 Considere estas preguntas: ¿Por qué es tan importante celebrar con regularidad el estudio de familia y cuál es el objetivo de éste? ¿Quién debe llevar la delantera en conducir el estudio? ¿Qué publicaciones pueden usarse? ¿Cómo puede mantenerse el estudio animado e interesante, especialmente cuando hay niños de diversas edades? ¿Por qué son tan importantes la consecuencia y la devoción si es que se ha de conducir con regularidad el estudio de familia? La Biblia y la experiencia cristiana nos suministran las respuestas a estas preguntas.
3 Una pareja que sirve ahora en Betel dijo lo siguiente acerca del estudio que ellos conducían con su hija: ‘Hallamos que a menudo era importante ajustar y adaptar el estudio bíblico a las necesidades y circunstancias de ella. A veces se escogía información que trataba sobre el obedecer o respetar la autoridad. En otras ocasiones repasábamos material que trataba sobre las formas en que se sometía a prueba su fe en la escuela con relación al nacionalismo o la neutralidad, y a medida que pasaron los años consideramos temas como el concertar citas y el matrimonio. Ahora, muchos años después, que ella tiene sus propios hijos, ha resistido muchas pruebas severas de la fe y todavía está fuerte y activa en el servicio de Jehová.’ Este arreglo de estudio de familia ayudó a guiar a la hija de esta pareja a través de los años muy difíciles de la adolescencia hasta que ella alcanzó la madurez. Se logró el objetivo del estudio de familia, a saber, el desarrollar una persona espiritual, una sierva fiel de Jehová.
RESPONSABILIDADES DE LOS PADRES
4 Las Escrituras no dan lugar a dudas en cuanto a quién debe llevar la delantera en enseñar a los hijos. “Padres, . . . sigan criándolos en la disciplina y regulación mental de Jehová.” (Efe. 6:4) Los padres deben aceptar de buena gana su responsabilidad, sí, hasta estar deseosos de impartir conocimiento y consejo a sus hijos. Sin embargo, si el padre no es creyente, la esposa creyente debe hacer su parte para enseñar a los hijos y conducir el estudio de familia. (2 Tim. 1:5) O, debido a otras circunstancias, la hermana quizás tenga que asumir toda la responsabilidad de enseñar a sus hijos. (Pro. 1:8) En otros casos un anciano u otro publicador maduro puede proveer alguna ayuda, dependiendo de las necesidades particulares en cada situación. Pero tal arreglo no debe emplearse para librar a los padres y madres, especialmente a los padres, de su responsabilidad bíblica de enseñar y entrenar a sus hijos y de cuidar de ellos.—Deu. 6:6, 7; 1 Tim. 3:2, 4.
ADAPTABLE E INFORMAL
5 La adaptabilidad contribuirá a que el estudio de familia sea práctico y estimulante. Éste pudiera incluir el que leyeran y consideraran juntos porciones de la Biblia y temas o artículos específicos de las revistas u otras publicaciones de la Sociedad. Debe escogerse el material de acuerdo con las necesidades de la familia. Algunas familias quizás necesiten reconocer a Jehová como una persona real, una que nos ama y se interesa en cada uno de nosotros. Otras quizás necesiten ayuda tocante a sus oraciones. Pueden considerarse problemas a los que se enfrentan los jóvenes, como la presión que pueden ejercer los condiscípulos, el concertar citas, el participar en programas escolares, deportes, la selección de música, manías y tendencias inmorales. Es provechoso repetir los principios y los puntos de vista bíblicos, especialmente como medida preventiva de peligros y tentaciones que pudieran presentarse.
6 ¿Cuáles son algunas de las cosas que deben tomarse en consideración al conducirse el estudio de familia? Aunque los estudios no tienen que ser tan formales como las reuniones de congregación, deben ser instructivos. Haga que los estudios de familia sean ocasiones que todos disfruten, no los use como ocasiones para regañar. Anime a los hijos a comentar en sus propias palabras, puesto que esto les ayudará a aprender más rápidamente. Aunque los más jovencitos no puedan comprender plenamente o entender todo lo que se considera, no se les debe ignorar y se les debe ayudar a participar en el estudio. Los padres sabios dan atención a las necesidades de cada niño, cuánto pueden comprender, cuánto tiempo se mantienen atentos y la habilidad de expresarse de cada uno de ellos. Por supuesto, además del estudio regular de familia hay muchas otras oportunidades para dar atención personal a los miembros de la familia. Por ejemplo, mientras que con los más jóvenes se considera Mi libro de historias bíblicas, puede ser que con los adolescentes se requiera una consideración madura y comprensiva de problemas personales delicados que ellos quizás tengan. Sus esfuerzos diligentes y amorosos de seguro resultarán en unidad familiar y mayor espiritualidad.
¡NO SE DÉ POR VENCIDO!
7 ¿Por qué es tan importante apegarse al programa del estudio de familia? Porque en la vida hay muchas distracciones y cosas que tienden a interrumpirlo. No obstante, no permita que éstas interfieran indebidamente con los arreglos del estudio de familia. A veces, quizás los hijos digan que no tienen tiempo para el estudio de familia debido a las tareas escolares que tienen que hacer en la casa. Sin embargo, se ha observado que se “aparta” tiempo para ver los programas favoritos de televisión. Así que, ¿qué es más importante? Si se da prioridad al estudio regular de familia, esto prueba que hay un deseo de poner las cosas espirituales en primer lugar, como en el caso de las reuniones de congregación. Si es necesario cancelar el estudio, trate de programarlo para un tiempo más tarde durante la misma semana, si es posible. De modo que, acostúmbrense a celebrar el estudio de familia con regularidad. Desplieguen la cualidad de tenacidad y no permitan que asuntos menos importantes interfieran.—Gál. 6:9, 10.
8 El estudio bíblico regular de familia entrena y equipa a los hijos a enfrentarse a los problemas de la vida. Ustedes los padres están en la mejor posición para ayudar a sus hijos por medio de asumir la responsabilidad que Dios les ha dado. De seguro que Jehová les bendecirá.