¿Está usted participando en ayudar a los inactivos?
1 “Regocíjense conmigo, porque he hallado mi oveja que estaba perdida.” (Luc. 15:6) Muchos hermanos y hermanas en congregaciones en las que los inactivos están regresando al rebaño están experimentando este mismo regocijo. Ciertamente es un gozo, en estos días críticos, ayudar a algunos de nuestros hermanos que, por una razón u otra, han dejado de asociarse con nosotros. Al igual que Jehová, pensamos que “no es cosa deseable . . . el que uno de éstos pequeños perezca.”—Mat. 18:14.
2 Por supuesto, para que más de nosotros tengamos este gozo, se requiere un esfuerzo continuo. ¿Por qué? Por lo general, una oveja perdida se halla muy desvalida. Es el pastor quien la busca para recuperarla. De modo que se requiere un esfuerzo real para buscar, hallar y entonces alimentar a la oveja perdida. En su ilustración, Jesús indicó que el pastor dejaría las noventa y nueve ovejas y saldría a buscar la que estaba perdida hasta hallarla.—Luc. 15:4.
CÓMO PUEDEN AYUDAR TODOS
3 Nuestro Ministerio del Reino de abril señaló que el secretario y el superintendente de servicio coordinarían los asuntos de modo que se asignaran a publicadores bien capacitados para conducir estudios bíblicos de casa con los inactivos. Sin embargo, esto no significa que los demás de la congregación no puedan ayudar también. Se han logrado resultados positivos mediante los esfuerzos conjuntos de todos los publicadores.
4 Es bueno reconocer que, para las personas que se han alejado de la congregación, es un tanto difícil volver a asistir a las reuniones. Al principio, puede que se les haga difícil debido a que se sienten tímidos o avergonzados. ¡Qué amoroso sería que todos nosotros tomáramos la iniciativa de saludar a estas personas cuando vienen al Salón del Reino! Esto les mostrará que nos sentimos felices, sí, que nos “regocijamos” de tenerlos con nosotros. No debemos mostrar interés solamente cuando comienzan a venir de nuevo al Salón, sino cada vez que vienen al Salón del Reino debemos hacerlos sentir bienvenidos. ¿Está usted participando en ayudar a los inactivos de esta manera?
5 Nos alegra ver que varias congregaciones han tenido resultados positivos por haber tomado a pechos el programa de ayudar a los inactivos. Recientemente, un superintendente de circuito informó que en una congregación se reactivó a siete publicadores. Una hermana dijo a los ancianos que ella había estado esperando que alguien la visitara y le ayudara, puesto que, por sí misma, no podía ver la manera de volver a asociarse.
6 Es posible que haya quienes no deseen que se les ayude. Jesús dijo: “SI sucede que la halla,” se regocija. (Mat. 18:13) Así, si sucede que no tenemos éxito en reactivar a algunos, no debemos desanimarnos demasiado, puesto que sabemos que hemos hecho un esfuerzo diligente por ayudarlos.
7 Por lo general, el buscar algo que ha estado perdido requiere tiempo, paciencia y una actitud positiva. Quizás no haya resultados tan pronto como nos gustaría que los hubiera. Pero ésa no es razón para que nos desanimemos. Tenemos que continuar gastándonos en esta obra, puesto que sabemos que “no es cosa deseable . . . el que uno de estos pequeños perezca.” (Mat. 18:14) Entonces, esforcémonos todos por participar en ayudar a los inactivos.