Abunden en amor los unos para los otros
1 Todos los cristianos verdaderos tienen la obligación de tener la cualidad de amor (1 Juan 4:11). En la congregación cristiana se está manifestando amor fraternal. Pero ¿pudiéramos seguir “haciéndolo en medida más plena”? (1 Tes. 4:9, 10.)
CÓMO MANIFESTAR AMOR
2 Todos agradecemos el que alguien muestre profundo interés y consideración por nosotros. Si somos considerados para con nuestros hermanos de mayor edad y con los enfermos, estaremos imitando a nuestro Dios Jehová, quien tiene en mucha estima “la canicie [...] cuando se halla en el camino de la justicia” (Pro. 16:31). Pero ¿cómo podemos mostrar amor a los que son de mayor edad? Por medio de ir a buscarlos a sus hogares para traerlos a las reuniones, visitarlos, hacerles las compras y los mandados, invitarlos a nuestro hogar para una comida y así por el estilo (Gál. 6:10). ¿Qué hay en cuanto a los huérfanos de padre? ¿Hemos mostrado últimamente que nos interesamos profundamente en ellos?
3 Siempre es apropiado que los verdaderos cristianos desplieguen buenos modales. ¡Qué refrescante fue el que Nuestro Ministerio del Reino de noviembre de 1982 nos recordara que es menester manifestar buenos modales siempre! El que repasemos esta información periódicamente nos ayudará a que se grabe en la mente. ¿Por qué no considerarla con la familia?
4 “¡Miren! Los hijos son una herencia de parte de Jehová”, dice el salmista (Sal. 127:3). Por lo tanto, ante Jehová, los padres tienen la seria responsabilidad de educar a sus hijos en la disciplina y regulación mental de Jehová (Efe. 6:4). Estos jovencitos, también, tienen que aprender cómo mostrarse amor unos a otros. Es preciso que los padres recuerden a sus hijos que deben ser respetuosos en todo momento, que no deben correr en el Salón del Reino ni pegar goma de mascar ni dulces en las sillas ni tampoco echarlos al suelo.
5 Puesto que el amor es importantísimo en la vida de todos nosotros, tenemos que mostrarlo a los nuevos que se están uniendo a la organización de Jehová. Lo correcto es que se les dé una bienvenida calurosa cuando visitan el Salón del Reino. Cuando les mostramos que nos interesamos sinceramente en ellos, se dan cuenta de que estamos siguiendo el mandato de amarnos unos a otros desde el corazón. Repetidas veces la Sociedad ha recibido cartas en las que personas expresan su agradecimiento por el amor que se les ha manifestado. ¿Podemos ‘ensanchar’ nuestro corazón para incluir en él a los nuevos? (2 Cor. 6:13.)
6 ¿Cómo respondemos cuando los hermanos o las hermanas enferman gravemente, o cuando algún miembro de la familia de éstos está hospitalizado? Nuestro amor fraternal nos moverá a buscar maneras de prestarles apoyo en su tiempo de necesidad.
7 El apóstol Pedro escribe: “Ante todo, tengan amor intenso los unos para los otros, porque el amor cubre una multitud de pecados” (1 Ped. 4:8-10). La palabra griega que se traduce “intenso” significa ‘extendido o alargado’. El amor que debemos manifestar a nuestros hermanos cristianos no puede ser un amor sin entusiasmo, ni puede limitarse a hacer solo lo que nos parezca que tenemos que hacer o a lo que creamos que no nos causará inconveniencia. Tampoco debe abarcar a solo unos cuantos de nuestros hermanos preferidos en la congregación. Además, tenemos que respaldar nuestro amor con hechos cristianos que resulten en bendiciones eternas para nuestros hermanos.
8 Al responder con amor estaremos dando a otras personas razones abundantes para que hablen bien del Dios a quien adoramos. Como organización estamos haciendo bien en esto. ¿Qué hay en cuanto a cada uno de nosotros personalmente? Si tenemos que mejorar en algunos de estos asuntos, ¿por qué no hacerlo ahora? Entonces, verdaderamente estaremos imitando a nuestro Dios amoroso, Jehová, quien nos ha mostrado el más grande amor. (Juan 3:16.)