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  • ¿Está edificando usted con materiales incombustibles?

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  • ¿Está edificando usted con materiales incombustibles?
  • Nuestro Ministerio del Reino 1983
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Nuestro Ministerio del Reino 1983
km 6/83 págs. 1-3

¿Está edificando usted con materiales incombustibles?

1 El apóstol Pedro dio la siguiente advertencia a los cristianos primitivos: “Su adversario, el Diablo, anda en derredor como león rugiente, procurando devorar a alguien” (1 Ped. 5:8). ¿Ha disminuido el Diablo sus ataques en nuestro día? No, más bien los ha intensificado, puesto que sabe que le queda poco tiempo (Rev. 12:12). Por consiguiente, podemos esperar que las pruebas a las que se someterá nuestra fe serán aún más severas en los días venideros. ¿Cuál es la mejor manera de protegerse a sí mismo y de proteger a su familia a fin de que todos puedan sobrevivir el “fuego” de estas pruebas? Por medio de asegurarse de que haya establecido su fe sobre el fundamento correcto y de que la haya edificado con materiales incombustibles. (1 Cor. 3:10-15.)

2 Los metales y las piedras preciosas con los que edificamos son las leyes, los mandamientos, los principios y los preceptos que la Palabra de Dios enseña y los cuales Jesús personificó en su vida. Hemos aprendido éstos mediante el estudio personal y en la congregación, y los hemos reforzado al ponerlos en práctica en nuestra vida.

LA ATALAYA... UNA AYUDA

3 ¿No es cierto que el estudiar La Atalaya ha edificado su fe con materiales incombustibles de alta calidad? Si da una mirada retrospectiva a algunas de las revistas que se han publicado últimamente, verá los artículos sobre la lealtad (1 de septiembre, 1 de diciembre de 1982), la esperanza de la resurrección (1 de octubre de 1982), cómo viene el Reino (1 de agosto de 1982), la conciencia (15 de noviembre de 1982), guía para los jóvenes (15 de abril de 1983), la perseverancia (15 de mayo de 1983) y el amor (15 de febrero de 1983), solo para mencionar unos cuantos. ¿No le emocionó aprender o repasar lo que la Biblia enseña sobre estos temas y considerar ejemplos, del pasado y presente, de personas que han mantenido su fe a través de pruebas? Probablemente usted pensó: ‘Si ellos pudieron hacerlo, yo también puedo’. Sí, La Atalaya ha sido y es una poderosa ayuda para fortalecer nuestra fe.

4 Aunque la mayoría de los hermanos han intensificado sus esfuerzos por fortalecer su fe y su confianza en las promesas seguras procedentes de Jehová, parece que algunos no han estado edificando con cualidades incombustibles. Esto se hace patente, ya que participan poco, o no participan en absoluto, en el ministerio; no asisten a las reuniones; o se envuelven en la comisión de algún mal, lo cual los conduce a que se les tenga que censurar o expulsar. Los que son fuertes se sienten obligados, por su deuda de amor a Jehová, a “soportar las debilidades de los que no son fuertes” (Rom. 15:1; 13:8; Hech. 20:35; Gál. 6:10). Los esfuerzos bondadosos y amorosos de éstos son dignos de encomio, y Jehová los ha bendecido por ello. Pero todos debemos reconocer la necesidad de desarrollar cualidades semejantes a las de Cristo, las cuales pueden hacer que nuestra fe sea ininflamable.

5 El aplicarnos al estudio personal es una manera importante de comenzar el programa para hacer que nuestra fe sea ininflamable. Llegue a conocer mejor a Jehová mediante leer acerca de sus cualidades, tratos, actitudes y propósitos. Estudie la vida y las enseñanzas de Jesús e imítelo por medio de dejar que los pensamientos de Dios rijan su vida (Juan 14:9-11). Acuda a Jehová en oración incesantemente (1 Tes. 5:17). Obre en armonía con sus oraciones y, entonces, respetuosamente acepte las respuestas que él dé a éstas y póngalas en práctica en su vida. Descubrirá que cuando se tope con el “fuego” de las pruebas en el futuro, en vez de que éste devore su fe, la refinará y purificará.

AYUDE A LOS JÓVENES, A LOS INACTIVOS Y A LOS NUEVOS

6 El que usemos la Palabra de Dios para educar a nuestros hijos y para ayudar a las personas interesadas en la verdad a rehacer su personalidad es una parte vital de nuestro ministerio. Últimamente se ha trabajado mucho en la obra de volver a edificar la fe de los inactivos por medio de conducir estudios bíblicos con ellos, y esto merece encomio. A medida que estudiamos con las personas, queremos educarlas, adiestrarlas y disciplinarlas en la sabiduría celestial y el discernimiento espiritual. Ayúdelas a que cultiven cualidades piadosas, la lealtad y devoción a los principios bíblicos. Es preciso que lleguen a ser discípulos verdaderos de Cristo. Ayúdelas a ver cómo La Atalaya le ha ayudado a usted. A medida que ellas vayan desarrollando la personalidad cristiana mediante el estudio y adiestramiento, las verá enfrentarse con éxito al “fuego” de las pruebas. ¡Qué gozo nos da saber que con la ayuda de Dios podemos ayudar a otras personas a que desarrollen cualidades incombustibles!

7 Nuevamente, durante junio tendremos gusto en ofrecer el libro “Venga tu reino”. Puesto que reconocemos que este libro es sumamente valioso y que ha influenciado de manera positiva nuestra vida, entusiásticamente debemos aprovechar toda oportunidad para animar a otras personas a que comiencen a leerlo.

8 Así como el apóstol Pablo escribió en 1 Corintios 3:9, somos “campo de Dios bajo cultivo, edificio de Dios”. Por eso debemos permitir que Jehová realice una obra de edificar en nosotros por medio de dar la debida atención a las provisiones que él ha suministrado mediante su organización. A medida que nos acercamos cada vez más al fin, podemos sentir que las presiones aumentan. Esto no hace que nos rindamos o nos derrumbemos bajo el calor de la presión a la que Satanás nos está sometiendo. Más bien, sabiamente fortalecemos nuestras defensas por medio de asegurarnos de que estamos edificando con materiales incombustibles. (Gál. 6:9, 10.)

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