Entrene sus “facultades perceptivas”
1 Muy pocos de nosotros, si es que alguno, pasamos por la vida sin tener que tomar decisiones de gran importancia. Algunas decisiones afectan seriamente nuestro futuro y nuestra felicidad, quizás hasta nuestra relación con Dios. Por ejemplo: El doctor insiste en que usted morirá si no acepta una transfusión de sangre. O se le ordena que transija y viole su neutralidad cristiana. Aquel “simpático” joven mundano de la escuela le pide que salga con él. El entrenador quiere que usted forme parte del equipo. Los hermanos le invitan a que sirva de precursor con ellos. ¡Ciertamente usted se enfrenta a decisiones serias!
2 Cada persona reacciona de manera diferente cuando se enfrenta a decisiones serias. Algunas aplazan el tomar la decisión. Otras quieren que alguna otra persona asuma la responsabilidad de tomar la decisión... quizás la madre, el padre, un amigo, los ancianos o la Sociedad. ¡Algunas hasta enferman físicamente a causa de la indecisión! Pero hay otras que están preparadas para tomar decisiones correctas, puesto que tienen “sus facultades perceptivas entrenadas para distinguir tanto lo correcto como lo incorrecto” (Heb. 5:14). Pablo dice que éstas son “personas maduras”. Han llegado a tal punto que pueden tomar decisiones maduras sobre asuntos serios sin que otras personas tengan que decirles qué hacer. ¿Cómo lo han logrado? En Hebreos 5:14 Pablo usa dos expresiones que nos dan la clave. Éstas son: “por medio del uso” y “alimento sólido”.
SE REQUIERE ENTRENAMIENTO
3 Entrenamos nuestras facultades perceptivas mediante el uso a medida que alimentamos nuestra mente regularmente con el alimento espiritual sólido que se halla en la Biblia. Además de esto, el que nos aprovechemos plenamente de las provisiones sanas procedentes del “esclavo discreto” nos ayuda a tomar decisiones correctas. La experiencia que adquirimos al tomar decisiones correctas todos los días nos entrena para que podamos tomar decisiones correctas sobre asuntos más importantes que envuelven el hacer la voluntad de Dios. Así, “por medio del uso” del alimento espiritual sólido estamos preparados para cuando nos enfrentemos a decisiones que podrían afectar nuestra relación con Dios.
EJEMPLOS BÍBLICOS
4 ¿Recuerda usted algunos ejemplos bíblicos de personas que confiaron en el alimento sólido de la Palabra de Dios para que les ayudara a tomar decisiones correctas? ¿Qué hay de Jesús cuando se enfrentó a tres tentaciones en un momento en que se hallaba débil a causa de haber ayunado por 40 días? En cada caso Jesús demostró que sus facultades perceptivas estaban entrenadas para distinguir entre lo correcto y lo incorrecto. Su respuesta inmediata al tentador Satanás fue: “Está escrito”. Puesto que se había nutrido con alimento espiritual sólido, pudo vencer cada tentación. (Mat. 4:1-11.)
5 Estuvo también la ocasión en la que el cuerpo gobernante del primer siglo se enfrentó a la cuestión de la circuncisión. Mediante la guía espiritual registrada en Amós 9:11, 12, el discípulo Santiago pudo convencer a todos los presentes de que la circuncisión no es un requisito que tienen que satisfacer los cristianos. (Hech. 15:7, 13-19.)
UNA AYUDA VERDADERA CUANDO SE NECESITA
6 Estamos viviendo en un tiempo en que abundan las presiones procedentes del sistema de Satanás condenado a destrucción. Debido a los ataques enconados del encolerizado dios de este sistema de cosas, se tienen que tomar decisiones con relación a muchos asuntos. Pero nuestro Dios Jehová nos ha provisto la ayuda necesaria. Es poco probable que se pudiera hacer surgir una pregunta que La Atalaya no haya tratado en alguna ocasión durante los 104 años que ésta se ha estado publicando. Mediante el uso de los prácticos índices de las publicaciones, podemos extraer información de esta gran fuente de alimento espiritual sólido para que nos ayude a enfrentarnos al desafío de las tentaciones que nos presenta Satanás. ¡Los volúmenes del Índice de las publicaciones Watch Tower desde 1930 hasta 1982 (disponibles solo en inglés) contienen 1.568 páginas de referencias para ayudarnos!
7 ¿Tiene usted su propia suscripción a ¡Despertad! y a La Atalaya? ¿Tiene usted estas valiosas ayudas en la biblioteca teocrática de su hogar? Muchos “veteranos” en la verdad pueden mostrarle los volúmenes de estas revistas que han recibido durante el transcurso de los años. Han conservado sus ejemplares personales para referencia futura, junto con otra literatura provista por la Sociedad. Siguen utilizando éstos para ‘entrenar sus facultades perceptivas’.
8 Puesto que conocemos el valor de La Atalaya y ¡Despertad!, podemos recomendarlas convincentemente a nuestros vecinos. Para que puedan sobrevivir, sus vecinos también necesitan tener las facultades perceptivas entrenadas para distinguir tanto lo correcto como lo incorrecto. Por eso, ¡presénteles este alimento espiritual vital como si la vida de ellos dependiera de esto! (1 Tim. 4:16.)