La Palabra de Dios ejerce poder
1 ¿A qué se debe que durante siglos la Biblia haya ejercido tan poderosa influencia en la vida de millones de personas? Se debe a que contiene guía procedente del Creador del hombre (Isa. 55:8, 9). Los mismos escritores de la Biblia testifican que las Escrituras no fueron el resultado de sus propios esfuerzos, sino de la inspiración divina. Ellos escribieron conforme los dirigió el espíritu santo. (2 Ped. 1:20, 21.)
EL PODER DE ELLA EN NUESTRA VIDA
2 ¿Ejerce la Palabra de Dios poder en la vida suya? Debemos estar ‘intensamente ocupados’ con la Palabra de Dios y deseosos de ayudar a otras personas a aprender más acerca de ella (Hech. 18:5). Pablo escribió: “Cuando ustedes recibieron la palabra de Dios, [...] la aceptaron, no como palabra de hombres, sino, como lo que verdaderamente es, como palabra de Dios, la cual también está obrando en ustedes los creyentes” (1 Tes. 2:13). Para adquirir tal convicción se exige estudio cuidadoso de la Palabra de Dios. Ciertamente la Palabra de Dios estuvo obrando en la vida de Pablo al moverlo a emprender sus nada fáciles giras misionales como portador de las buenas nuevas acerca del Cristo. (Rom. 15:19.)
3 Para que la Palabra de Dios ejerza poder en nuestra vida tenemos que saber lo que ésta enseña y ponerlo en práctica (Heb. 4:12). Algunas personas optan por pasar por alto la guía que ella suministra (Efe. 4:25-32). Pero las que siguen la guía de las Escrituras alcanzan felicidad y disfrutan de una excelente relación con su Creador. ¿Qué podemos hacer para ayudar a otras personas a disfrutar de tales bendiciones?
CÓMO AYUDAR A OTROS
4 ¿Se ha encontrado usted con personas que dudan que la Biblia sea realmente la Palabra de Dios? Hay quienes dicen que quizás sea “inspirada” en el sentido de ser el producto de la pluma de escritores dotados, pero dudan que en realidad haya procedido de Dios. Estas personas deberían darse la oportunidad de examinar la Biblia, de hacer la prueba de ella y ver si, en realidad, es la verdad, como dijo Jesús (Juan 17:17). Por eso, el que les ofrezcamos la Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras junto con cualquiera de los libros de 192 páginas publicados hace unos años les proporcionará lo que necesitan para hacer tal examen. Tanto el costo de la Biblia, $3.00, como el del libro, 75c, son muy módicos.
5 El colocar la literatura en las manos de la gente no es lo único que importa. La cuestión es: ¿Se puede ayudar a estas personas para que la Palabra de Dios ejerza poder e influencia beneficiosos en la vida de ellas y de sus familias, como los ha ejercido en la nuestra? Nuestro Tema de Conversación, “¿Que esperanza hay de un futuro feliz?”, es apropiado, pues la Biblia es el único libro que ofrece una esperanza segura y predice con exactitud el futuro. En Juan 17:3 se nos muestra que nuestra esperanza encierra vida eterna, y Juan 17:17 testifica que Jesús indicó que la Biblia es la Palabra de la verdad.
6 Utilice preguntas para lograr que el amo de casa participe en la conversación, y para ayudarle a ver cómo es posible tal futuro feliz. Por ejemplo, usted pudiera preguntar: “¿Sabe usted que Jesús, según se declara en Juan 17:3, habló acerca de vivir para siempre?”. O al comentar sobre Juan 17:17 pudiéramos decir: “¿Sabe usted que, de todos los maestros que ha habido, el que probablemente ejerció la mayor influencia enseñó que la Biblia es la fuente de la verdad? Ese maestro fue Jesús, y él dijo: (LEA)”.
7 Durante diciembre también tendremos la oportunidad de ofrecer el impreso explicativo Disfrute para siempre de la vida en la Tierra, por la contribución de 25c. Éste interesará particularmente a las personas a quienes quizás se les hace difícil leer. También, a muchas familias les gustará tener este impreso explicativo para considerarlo con sus hijos.
8 Solo cuando las personas sinceras aprenden la verdad y quedan convencidas de que la Biblia realmente es inspirada por Dios pueden sentirse movidas a seguir su guía, que lleva a la vida eterna (Pro. 2:1, 20, 21). Si cumplimos con nuestra parte, veremos crecer la influencia de la Palabra de Dios en nuestro territorio a medida que los nuevos se anʹaden a la fe. (Hech. 6:7.)