Mostremos fe mediante el estar contentos
1 El estar contentos en un mundo que está lleno de descontento requiere fe fuerte. La mayoría de las personas no se sienten contentas con lo que tienen. Quieren más, sin importar lo que les cueste (Ecl. 5:10, 12b; 1 Tim. 6:9). Satanás trata de hacer que se desarrollen en nosotros inclinaciones materialistas; nos tienta con cosas ‘deseables a los ojos’ (1 Juan 2:16). Esto fue lo que él hizo en el jardín de Edén, y dio resultado. Por eso, se vale de tretas semejantes para engañar a los que estén desprevenidos hoy día.
2 Para defendernos contra las maquinaciones de Satanás, es necesario que mostremos nuestra fe por medio de estar contentos con lo que tenemos. Jesús enseñó a sus discípulos a orar al Padre por “nuestro pan para este día” (Mat. 6:11). El que estemos satisfechos con sus provisiones nos libra de ansiedad de modo que podamos poner los intereses del Reino en primer lugar. El que nos esforzáramos por cosas materiales desmentiría nuestra afirmación al respecto (Mat. 6:33). Jesús nos advirtió que no deberíamos acumular “tesoros sobre la tierra”. Nos instó a mantener el ojo sencillo, fijo en un solo objeto: el hacer la voluntad de Dios. (Mat. 6:19, 22.)
MANTENGAMOS EL REINO EN PRIMER LUGAR
3 Después de conocer la verdad tuvimos que hacer cambios en nuestra vida. Ahora tenemos que estar resueltos a seguir poniendo en primer lugar los intereses del Reino. No querríamos estar apegados a las posesiones materiales como lo estuvo el joven gobernante rico. Él preguntó a Jesús: “¿Qué tengo que hacer de bueno para obtener la vida eterna?”. No estuvo dispuesto a hacer los cambios sugeridos por Jesús y se fue contristado por la respuesta que Jesús le dio (Mat. 19:16-22; Luc. 18:18-23). Sin embargo, nosotros nos sentimos felices de hacer estos cambios. Ahora que estamos procediendo debidamente, se nos presenta el desafío de mantener el Reino en primer lugar en la vida. Es correcto y necesario que trabajemos para obtener adecuadamente “sustento y con qué cubrirnos”. Pero Satanás halla modos de inducir a uno a que se vea cada vez más envuelto en el trabajo seglar, y así hace que los intereses del Reino se deslicen a un segundo plano. Podemos evitar las trampas astutas de Satanás si estamos contentos y no dejamos que el amor al dinero nos extravíe. (1 Tim. 6:7-10.)
4 Así como el apóstol Pablo, nosotros obtenemos muchas bendiciones si edificamos nuestra vida en torno al ministerio cristiano. Él trabajó afanosamente y animó a sus compañeros cristianos a hacer lo mismo (1 Tes. 2:9; 2 Tes. 3:7-12). Pensaba constantemente en cómo podría adelantar la predicación del Reino; y, no obstante, manifestó tierno interés por el bienestar espiritual de todos en las congregaciones (1 Tes. 2:7, 8). Nosotros también debemos interesarnos en la propagación de las buenas nuevas y en las necesidades de otros. El saber que estamos haciendo lo que Jehová quiere que hagamos resulta en contentamiento.
HAGAMOS LO QUE PODAMOS
5 Algunos de nosotros podemos dedicar más tiempo al ministerio del campo que otros. Pero no podemos juzgar a otros por nuestra situación. Las circunstancias de cada persona varían. Tanto la edad como la salud y las responsabilidades de familia son factores que hay que tener en cuenta. Por eso, no debemos criticar a otros, sino dejar que la fe siga impulsándonos a trabajar para mejorar personalmente y servir a Dios hasta el máximo de lo que nuestras propias circunstancias permitan. Tal actitud no producirá descontento, tampoco desanimará a otros.
6 Jehová nos ha dado mucho que hacer en la obra del Reino. En septiembre ofreceremos el libro Verdadera paz y seguridad o cualquier otro libro de 192 páginas por $1,00. Para ser eficientes al colocar literatura en manos de la gente, sería bueno conocer bien la publicación que se ofrece. Seamos entusiásticos en cuanto al mensaje que contiene, puesto que sabemos que puede ser el medio por el cual se ayude a personas de corazón honrado a desarrollar interés en el Reino de Dios.
7 Nuestra fe fuerte en las promesas de Jehová nos impulsa a tomar parte en proclamar celosamente las buenas nuevas. Sigamos adelante, contentos y seguros de que Jehová nos bendecirá con éxito a medida que lealmente hacemos su voluntad.