Presentando las buenas nuevas... con un espíritu dispuesto y presto
1 ¿Ha notado usted que algunas personas nunca pierden su entusiasmo por la verdad? Aún después de décadas de servicio fiel, todavía siguen dispuestas y prestas a compartir las buenas nuevas con otras. Todos nosotros debemos esforzarnos por cultivar esta misma actitud positiva. (1 Tim. 6:18; compare con Hebreos 3:14.) Al presentar las buenas nuevas en toda ocasión apropiada se demuestra un espíritu dispuesto y presto.
2 Durante el mes de octubre, estaremos ofreciendo las suscripciones a La Atalaya y ¡Despertad! Querremos mostrar que tenemos un espíritu dispuesto y presto por medio de ofrecer las suscripciones no solo de casa en casa, sino todas las veces que sea posible.
EN TODA OCASIÓN
3 Todos nosotros nos ponemos en contacto con personas de diferentes maneras. De hecho, nuestra rutina cotidiana, desde el ser buen vecino hasta el hacer cola ante el mostrador de una tienda, requiere que tengamos tratos con aquellas personas que no son testigos de Jehová. Muchas de estas ocasiones nos ofrecen la maravillosa oportunidad de compartir las buenas nuevas con otros. A veces puede que vacilemos en abordar a las personas debido a que no sabemos qué decir o cómo entablar una conversación. Se necesitan preparación y previsión para hacer que los sucesos de la vida cotidiana resulten en oportunidades para compartir las buenas nuevas.
4 Por ejemplo, tal vez tengamos una cita con el médico y sabemos que pasaremos algún tiempo en la sala de espera. Podríamos llevar los últimos números de las revistas y estar preparados para conversar sobre algún artículo que pudiera ser de interés a alguien con quien nos encontráramos allí. En tal situación, pudiéramos comenzar por hablar de lo bueno que sería si no existieran las enfermedades, y entonces enlazar esto con la esperanza del Reino por medio de compartir un punto específico de La Atalaya o ¡Despertad! Según las circunstancias y el interés que se muestre, se podría ofrecer una suscripción. Si estamos preparados para compartir nuestra esperanza basada en la Biblia y si estamos deseosos de hacerlo, no pasaremos por alto ninguna oportunidad de ayudar a otros a aprender la verdad.
5 Nuestros hermanos y hermanas jóvenes pueden tomar la iniciativa de testificar a sus compañeros de clase y a sus maestros. Algunos han aprovechado sus períodos libres de clases. Algunos han sido abordados por otros estudiantes porque tenían La Atalaya y ¡Despertad! a la vista en su pupitre. Los maestros también han visto la literatura y han mostrado interés en esta. (Ecl. 11:6.) ¿No crees que sería bueno que estés consciente de las maneras como puedes ofrecer una suscripción a tus maestros y condiscípulos durante octubre?
6 A los que tienen trabajo seglar quizás se les presente la oportunidad de testificar a compañeros de trabajo. Cierto hermano que ha tenido mucho éxito en obtener suscripciones de sus compañeros de trabajo usó un modo sencillo y directo de abordarlos, sencillamente preguntaba a sus compañeros de trabajo si disfrutaban de la buena lectura. Si respondían afirmativamente, les ofrecía la suscripción. Otro hermano notó que cierto compañero de trabajo oraba antes de almorzar. Aprovechó la oportunidad para darle testimonio, y el hombre aceptó la verdad rápidamente. Después, este señor sirvió en una de las sucursales de la Sociedad. Algunos hermanos y hermanas llevan consigo literatura para leer durante su período de descanso. Al compartir con compañeros de trabajo lo que leen, aprovechan el tiempo para cultivar el interés de estos en la verdad. Así han logrado obtener suscripciones. De nuevo, la clave está en mantener un espíritu dispuesto y presto y estar preparado para dar testimonio. ¿Se está valiendo del libro Razonamiento a partir de las Escrituras en toda ocasión posible?
7 ¿Puede pensar en otras situaciones en que podría ofrecer la suscripción? ¿Por qué no hace un esfuerzo adicional en octubre para estar consciente de hablar a otros, teniendo presente la oferta de la suscripción?