“Cualquiera que oiga, diga: ‘¡Ven!’”
1 Durante su ministerio terrestre Jesucristo extendió una calurosa invitación a las personas mansas como ovejas que estaban sedientas a venir a él para recibir refrigerio espiritual. (Juan 7:37.) En nuestra generación, el Pastor Excelente amorosamente continúa utilizando a la clase de la novia para invitar a “una gran muchedumbre” de otras ovejas a beber gratuitamente de las provisiones de Dios para vida eterna. (Rev. 7:9, 17; 22:17.)
2 El resto ungido, impulsado por el espíritu y la Palabra de Dios, ha ‘seguido diciendo: “¡Ven!”’. Más de tres millones de las otras ovejas han respondido a esta invitación y están apagando su sed. Estas también tienen el privilegio de obedecer el mandato: “Cualquiera que oiga, diga: ‘¡Ven!’”.
DIRIJA A LAS PERSONAS A LA ORGANIZACIÓN DE DIOS
3 Al decir “¡Ven!”, no estamos dirigiendo a otras personas a nosotros mismos, como si individualmente fuéramos la fuente ‘del agua de la vida’. Más bien, apropiadamente las dirigimos a Jehová y a su organización teocrática. Cuando alguien manifieste interés sincero en aprender más, no titubee en decirle: Venga a nuestras reuniones cristianas. Allí es donde hallará verdadero refrigerio espiritual. (Sal. 133:1-3.)
4 Otra manera excelente de hacer que las personas conozcan la organización de Dios es mediante ofrecerles La Atalaya y ¡Despertad! El lector puede enterarse de que verdaderamente existe una hermandad internacional de cristianos que viven y trabajan en unidad. (Isa. 2:2-4; Zac. 8:23.) Esta unidad se nota en su ministerio, en las asambleas, cuando construyen lugares de adoración, cuando se ayudan unos a otros en tiempos de desastre, y así sucesivamente. Nuestras revistas invitan a millones de lectores a visitar el Salón del Reino de la localidad y a participar del banquete espiritual que el pueblo de Dios disfruta. Con aprecio por la organización de Dios y amor por la verdad que hemos aprendido mediante la información impresa en ¡Despertad! y La Atalaya, ofreceremos con entusiasmo las suscripciones a estas dos excelentes publicaciones en octubre.
DEJE QUE LOS NUEVOS DIGAN: “¡VEN!”
5 Puede animarse a los estudiantes de la Biblia que han captado el sentido de las buenas nuevas en su corazón a compartir lo que saben con sus amigos, parientes, compañeros de negocio y otras personas. (Compárese con Juan 1:46, 47; 4:28-30.) Deben comprender que no todos aceptarán en seguida la verdad, pero quizás haya algunos que sí apreciarán las buenas nuevas y responderán a la calurosa invitación de ‘venir’.
6 En octubre del año pasado, cierto estudiante apreciativo de la Biblia se sintió movido a ofrecer la suscripción a La Atalaya y ¡Despertad! a sus muchos conocidos. Visitó a los trabajadores en las fábricas de su zona durante la hora del almuerzo. Sencillamente les dijo: “Ustedes saben cómo era yo; hice muchas cosas malas, igual que todos los demás, pero cambié. Estas revistas me ayudaron a cambiar. También pueden ayudarles a ustedes, porque tratan de todos los problemas con que una persona pudiera enfrentarse”. Durante ese mes obtuvo ¡62 suscripciones!
7 Es un privilegio para las “otras ovejas” trabajar estrechamente con los del resto de la “novia” de Cristo en decir a toda persona en todo lugar: “¡Ven!”. Si es la voluntad de Jehová, que millones de personas más beban del “agua de la vida” y sean contadas entre los que son mansos como ovejas que oirán al Rey decir: ‘Vengan y participen de las bendiciones en la paradisíaca esfera terrestre del Reino de Dios’. (Mat. 25:34.)