Paz y seguridad... una esperanza segura
1 La mayoría de las personas hoy día desean paz y seguridad. Pero para este mundo ha sido difícil conseguir la paz verdadera junto con seguridad. Millones de personas viven en zonas devastadas por la guerra. A un sinnúmero de personas les parece que no hay esperanza de hallar paz y seguridad debido al terrorismo y a las guerras de guerrillas. Muchos temen salir de su hogar bien protegido después del anochecer, cuando parece que los criminales se adueñan de todo. En realidad, son pocos los que viven una vida tranquila.
2 El pasado mes de abril, cuando ofrecimos el libro Verdadera paz y seguridad... ¿cómo puede usted hallarla?, se colocaron más de un millón de ejemplares tan solo en los Estados Unidos. Como cristianos prestamos atención al mandato de Jesús: “Dondequiera que entren en una casa, digan primero: ‘Tenga paz esta casa’. Y si hay allí un amigo de la paz, la paz de ustedes descansará sobre él. Pero si no hay, se volverá a ustedes”. (Luc. 10:5, 6.) Como representantes del Dios de paz, abordamos a las personas pacíficamente. (Efe. 6:15.)
EJEMPLARES COMO PERSONAS QUE BUSCAN LA PAZ
3 Es obvio que, para poder recomendar un mensaje de paz, el pueblo de Jehová tiene que vivir una vida apacible en su comunidad y en sus congregaciones. Debemos ser ejemplares en cuanto a buscar la paz. Pedro escribió a sus compañeros cristianos para que ‘fueran hallados inmaculados y sin tacha y en paz’. (2 Ped. 3:14.) ¿De qué manera llegamos a ser ejemplares como cristianos que buscan la paz?
4 Primero, mantenemos relaciones pacíficas con Jehová, el Dios de paz. Reconocemos su autoridad como el Soberano Supremo, y somos obedientes a sus mandatos. (Sal. 34:14.) La paz, un fruto del espíritu de Dios, tiene que ser evidente en nuestra vida. (Gál. 5:22.)
5 Nuestra conducta ejemplar como cristianos que buscan la paz debe incluir el respeto a las autoridades humanas. Esto abarcaría las autoridades gubernamentales, los maestros, los patronos, los padres y los ancianos. (Rom. 13:1, 2; Col. 3:22; Efe. 6:1; Heb. 13:17.) Al llevar una vida tranquila y pacífica adornamos nuestro mensaje. Demostramos que queremos ‘seguir tras las cosas que contribuyen a la paz y las cosas que sirven para edificación mutua’. (Rom. 14:19.)
LA OFERTA ACTUAL PROMUEVE LA PAZ
6 Durante noviembre estaremos compartiendo nuestra esperanza por medio de ofrecer el libro Verdadera paz y seguridad... ¿cómo puede usted hallarla?, junto con la Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras, por la contribución de $4,50. Esta oferta es muy oportuna, pues en este mundo agitado el tema de la paz y seguridad preocupa a millones de personas.
7 Los primeros dos capítulos del libro contienen excelentes puntos de conversación. Usted quizás desee leerle al amo de casa los primeros dos párrafos de la página 5, o puede referirse al párrafo 11 en la página 8, donde se contrastan las promesas seguras de Dios con las de los líderes humanos. Véanse también los párrafos 28 y 29 en las páginas 20 y 21. Asegúrese de volver a visitar a todos los que muestran interés en el mensaje o que hayan tomado la oferta y esfuércese por comenzar un estudio bíblico.
8 Sigamos hablando a los que buscan paz y seguridad de la esperanza segura que Jehová, el Dios de paz, ha garantizado, y enseñémosles cómo se realizará esta mediante Su Reino en manos de Jesús, el Príncipe de Paz. (Isa. 9:6, 7.) Que nuestro ejemplo al vivir pacíficamente continúe recomendándonos como cristianos que ‘buscan la paz y siguen tras ella’. (1 Ped. 3:10, 11.)