Presentando las buenas nuevas... al testificar de noche
1 A medida que Jehová acelera la obra de recogimiento, más congregaciones van formándose por todas partes, la cantidad de publicadores y precursores va aumentando y muchos publicadores están dedicando más tiempo al ministerio del campo. En algunos lugares tal vez haya muy poco territorio para trabajar. Los publicadores quizás estén visitando los mismos hogares muy a menudo. Sin embargo, se ha notado también que muchas personas no están en casa cuando tocamos a sus puertas durante el día, y algunas rara vez tienen la oportunidad de oír el mensaje del Reino a pesar de que trabajamos el territorio con regularidad.
2 Le animará saber que esta situación está cambiando en muchas congregaciones donde los publicadores han comenzado a concentrar sus esfuerzos en testificar por las noches. Los publicadores informan que en ciertos territorios han hallado a alguien en casi todos los hogares en que había muy pocas personas en casa durante el día. Además, se informa que las personas generalmente parecen estar más tranquilas hacia el fin del día y más inclinadas a escuchar cuando se les aborda con el mensaje del Reino.
SEA RAZONABLE
3 Hay ciertos puntos que tenemos que tener presentes si hemos de tener éxito al testificar de noche. Puede que a la gente no le guste recibir visitas inesperadas por parte de desconocidos, especialmente al anochecer. Debemos pensar en cómo abordar a los amos de casa. Pudiera ser útil repasar la información en la página 9 del libro Razonamiento. Es necesario que expresemos interés genuino por el bienestar de la gente. Esto animará a los amos de casa a sentirse cómodos y a expresarse abiertamente. El libro Razonamiento también nos recuerda que tomemos en cuenta las formalidades que suelen observarse y que se esperan de los visitantes. Esto incluiría presentarnos apropiadamente y observar las costumbres locales al respecto.
4 No debemos hacer visitas a horas inconvenientes sin haber sido invitados. Deben respetarse las medidas de seguridad del amo de casa. Esto pudiera incluir el uso de un intercomunicador o el hablar a la persona a través de la puerta y permitir que nos vea por la mirilla. (Véase km-S 11/85 págs. 4, 5, párrs. 23, 24, 31.)
5 Siempre debemos ser cautelosos, razonables y discretos. Puede que haya lugares en nuestro territorio que se consideran más peligrosos que otros. Debemos ser prudentes y tomar las precauciones necesarias cuando trabajemos en esos lugares. (Sant. 3:17; véase km-S 4/85 pág. 8.)
BENEFICIOS
6 La testificación por la noche podría ser eficaz en su congregación por varias razones. Puede darse un testimonio más cabal porque se hallará a más personas en casa. Muchos amos de casa que no están en casa durante el día ni los fines de semana tal vez puedan hallarse cuando se trabaje el territorio por la noche. Puede que algunos publicadores que tienen dificultades en salir al servicio los fines de semana puedan dedicar una o dos horas cada semana a la obra de casa en casa por la noche. Los precursores regulares y auxiliares tendrán más oportunidades de trabajar en el servicio del campo con los publicadores de la congregación. Algunos han hecho planes para conducir un estudio bíblico por la noche, después de dedicar una hora o más al ministerio de casa en casa.
7 Durante el verano el atardecer es particularmente conveniente para diversas formas de actividad en el servicio del campo y especialmente para hacer visitas de casa en casa. No obstante, esta forma de testificar no debe limitarse a las horas en que haya luz del día durante los meses de verano. El visitar prudentemente los hogares al anochecer durante todo el año ha resultado ser provechoso al cumplir con nuestra comisión de predicar las buenas nuevas del Reino.
8 ¿Tiene su congregación arreglos para testificar de noche? ¿Ha participado usted en esta actividad del servicio? Es necesario que pensemos de antemano y nos preparemos. Pero son muchas las bendiciones que reciben los que aprovechan todas las oportunidades disponibles para cumplir con nuestro ministerio de las buenas nuevas. (2 Tim. 4:5.)