Conduzca estudios bíblicos progresivos
1 Se requiere premeditación y buena planificación para dirigir progresivamente a los estudiantes de la Biblia hasta el punto de hacerse discípulos. Los estudios se deben comenzar y conducir con un propósito fijo: ayudar al estudiante a hacerse un discípulo productivo de Cristo Jesús. (Mat. 13:23.) Por eso, enséñeles a observar todas las cosas que Jesús mandó. (Mat. 28:19, 20.) Ayude al estudiante a comprender que el estudio se conducirá semanalmente para ayudarle a adquirir un conocimiento básico de la Palabra de Dios. Además, muéstrele con bondad que es urgente que progrese mediante aplicar lo que aprende. (Pro. 22:17; Fili. 3:16.) Pero ¿en qué aspectos específicos se debe notar progreso?
2 El publicador debe reflexionar periódicamente sobre el progreso del estudiante. Pregúntese: ¿Se prepara él de antemano para el estudio y busca los textos bíblicos no citados? (Hech. 17:11; 1 Tes. 2:13.) ¿Comenta en sus propias palabras y muestra aprecio sincero por las verdades bíblicas que está aprendiendo? (Pro. 2:1-6.) ¿Sería apropiado animarlo a leer aún más de la Palabra de Dios y de las publicaciones de la Sociedad? ¿Está suscrito a ¡Despertad! y La Atalaya? ¿Ha progresado hasta el punto de apreciar la provisión del texto diario?
3 ¿Muestra el estudiante por su habla, actitud y conducta que adopta la norma bíblica sobre la moralidad? (1 Cor. 6:9, 10.) ¿Está haciendo ajustes en su personalidad? (Efe. 4:22-24.) ¿Lo impulsa un aprecio sincero por las verdades bíblicas a hablar informalmente con parientes, compañeros de trabajo o vecinos acerca de las cosas que está aprendiendo? (Luc. 6:45.) Si la salud y las circunstancias se lo permiten, ¿ha establecido un patrón regular de asistir a las reuniones de congregación? (Heb. 10:23-25.) El considerar el progreso del estudiante en estas facetas ayudará a determinar hasta qué grado está ‘aceptando con apacibilidad la implantación de la palabra’. (Sant. 1:21.)
CÓMO TERMINAR ESTUDIOS INFRUCTÍFEROS
4 Si un estudiante no progresa de manera significativa después que usted lo ha ayudado pacientemente durante un período de tiempo razonable, tal vez sea mejor emplear el tiempo para buscar a los que son merecedores. (Mat. 10:11-13.) Dependiendo de las circunstancias, quizás sea prudente discontinuar el estudio. Dé encomio genuino al amo de casa por el progreso que haya hecho. Sin embargo, hágale ver que las verdades bíblicas deben aplicarse a medida que se aprenden. Valiéndose de la parábola de Jesús acerca del sembrador, usted pudiera considerar las cuatro clases de terrenos que él mencionó y entonces mostrar cómo esta ilustración enfatiza lo necesario que es responder de manera positiva al mensaje del Reino. Esto quizás ayude al estudiante a reconocer qué le ha impedido hacer progreso constante. Puede que usted tenga la oportunidad de comentar sobre lo que ha observado. Sea bondadoso, pero directo y claro. (1 Cor. 14:8, 9.) Dígale que se pudiera reanudar el estudio cuando se hayan hecho los ajustes necesarios. Mientras tanto usted lo visitará periódicamente para animarlo. (Véase el Ministerio del Reino de marzo de 1970, página 3.)
5 Cuando encontramos en el territorio a personas que han estudiado en el pasado, es prudente averiguar por cuánto tiempo estudiaron y con quién. ¿Por qué dejaron de estudiar? Si usted conoce a la persona que condujo el estudio, sería bueno considerar el asunto con ella y con el superintendente de servicio antes de reanudar el estudio. Es probable que haya factores que usted no conoce. Algunas personas han estudiado con diversos publicadores a través de los años sin haber hecho ningún progreso verdadero. Tenemos que dedicar tiempo a los que muestran interés genuino en la verdad.
6 Sea que vaya a terminar un estudio bíblico o a reanudar uno que anteriormente se discontinuó, quizás desee considerar con el amo de casa la excelente información del artículo “Todavía hay tiempo para ‘volver a Jehová’”, de La Atalaya del 1 de septiembre de 1976, páginas 540-542. A medida que aguzamos nuestras habilidades para conducir estudios bíblicos progresivos, muchísimas personas más podrán aún recibir ayuda para que aprendan, acepten y practiquen la verdad. Esto puede resultar en que obtengan una relación aprobada con Jehová Dios y, finalmente, vida eterna. (Fili. 4:9; Juan 17:3.)