La Conmemoración: celebración cristiana
1 El 14 de Nisán de 33 E.C. Jesús instituyó la Conmemoración y dio las siguientes instrucciones a sus discípulos: “Sigan haciendo esto en memoria de mí”. (Luc. 22:19.) El apóstol Pablo explicó que al hacerlo ‘seguimos proclamando la muerte del Señor, hasta que él llegue’. (1 Cor. 11:26.) Es apropiado conmemorar la muerte de Jesús debido a todo lo que logra en el cumplimiento del propósito de Jehová. El sacrificio de rescate suministra la base para nuestra fe y nos da esperanza de vida futura.
2 Desde el comienzo de la congregación cristiana, los discípulos de Jesús han observado fielmente la Conmemoración de su muerte. En tiempos modernos, tan temprano como en 1899, se informó que en los Estados Unidos 2.501 personas asistieron a la Conmemoración. Ahora, 91 años más tarde, el 14 de Nisán cae el martes 10 de abril, después de la puesta del Sol; y se espera que en los Estados Unidos cerca de dos millones de personas estén presentes en esta celebración anual.
PREPARATIVOS QUE LOS ANCIANOS TIENEN QUE HACER
3 Las congregaciones deben hacer preparativos de antemano en vista de la importancia de la ocasión y de la gran asistencia que se espera. (1 Cor. 14:40.) Esta celebración no implica rito ni formalidad ceremoniosa, pues en Mateo 26:26-30 notamos la manera simple como Jesús inició esta importantísima celebración. (1 Cor. 11:23-26.) No obstante, hay que dar atención a ciertos detalles esenciales para que la Conmemoración se efectúe correctamente. ¿Qué incluyen estos?
4 Entre otras cosas, los ancianos se aseguran de que se muestre respeto por la Cena del Señor al tener los emblemas apropiados. Se puede usar pan sin levadura, como el pan ácimo sin sazonar que usan los judíos, hecho solamente de harina de trigo y agua. Además, se debe usar vino tinto de uvas sin adulterar, como el quianti, el borgoña o un clarete. Se podría usar vino tinto hecho en casa, siempre y cuando no haya sido endulzado, sazonado con especias ni fortificado.
5 Los ancianos también querrán escoger hermanos ejemplares y capacitados para pasar los emblemas, preferiblemente ancianos o siervos ministeriales. Deben estar bien organizados y entender con exactitud lo que implica su asignación. A los que sirvan de acomodadores se les debe informar cuáles son sus deberes, tales como dirigir a los que entren y salgan del salón así como controlar el tráfico adicional de automóviles. En particular esto es importante en casos donde varias congregaciones usarán el mismo Salón del Reino o complejo de Salones del Reino. También deben asegurarse de que el orador esté al tanto de la hora y el lugar donde se efectuará la celebración. (Para información adicional sobre los preparativos para la Conmemoración, véase La Atalaya del 15 de febrero de 1985, página 19; 15 de febrero de 1990, páginas 16-18, y Nuestro Ministerio del Reino de marzo de 1989, página 4.)
PREPARACIÓN PERSONAL
6 Todos debemos esforzarnos por sacar el mayor provecho de esta ocasión tan sagrada. Entre otras cosas, podemos prepararnos mentalmente por medio de seguir la lectura bíblica programada para los días 5 al 10 de abril, como se indica en el Calendario de los Testigos de Jehová para 1990. Además, debemos hacer planes para invitar a cuantas personas sea posible y ayudarlas a asistir a esta ocasión especial. También, queremos dar buena acogida a los que asistan.
7 Al hacer preparativos minuciosos con anticipación, mostraremos que consideramos el asistir a la Conmemoración un privilegio y una oportunidad de mostrar agradecimiento por el sacrificio de Cristo. ¡Que la Conmemoración de este año resulte ser una ocasión de estímulo edificante para todos los siervos de Jehová, y que infunda en todos nosotros el espíritu de confianza que Jesús desplegó! Nuestra confianza en Jehová nos ayudará a vencer al mundo y a alcanzar nuestros respectivos galardones. (Juan 16:33; 2 Ped. 1:10; Rev. 7:9, 10, 14.)