Mostremos aprecio por nuestros precursores
1 Los colaboradores para el Reino de Dios se fortalecen unos a otros. (Col. 4:11.) Cuando consideramos que la obra principal de la congregación cristiana es predicar las buenas nuevas, vemos que hay razones apremiantes para mostrar aprecio por los que sirven de tiempo completo. (Mar. 13:10; Rom. 16:2; Fili. 4:3.)
¿POR QUÉ?
2 De manera directa, los precursores edifican a la congregación al trabajar con publicadores que tienen menos experiencia en ciertos rasgos de la predicación. Eso incluye testificar con las revistas, prepararse para las revisitas y hacerlas, comenzar estudios bíblicos y conducirlos con eficacia. Además, los precursores pueden dar el ejemplo al ser valerosos en la testificación informal. El que apoyen los arreglos de testificar en grupo entre semana les da la oportunidad de ayudar a otros. La influencia positiva que ejercen en el ministerio puede notarse especialmente cuando apoyan el servicio del campo durante el fin de semana, cuando la mayoría de los publicadores puede participar en la predicación.
3 Los precursores ayudan a las congregaciones a trabajar cabal y frecuentemente el territorio. Eso permite que la gente se familiarice mejor con nuestro mensaje y que se sienta más tranquila cuando la visitamos, pues sabe quiénes somos. Las muchas horas que los precursores pasan en el territorio, dejando literatura con personas interesadas en el mensaje y cultivando el interés —en realidad sembrando y regando las semillas de la verdad— solo pueden resultar en un territorio más productivo. (1 Cor. 3:6.)
EN LA CONGREGACIÓN
4 Muchos han emprendido el servicio de tiempo completo porque el celo y el entusiasmo de precursores fieles ha tocado su corazón. Cierta hermana estaba indecisa en cuanto a ser precursora regular debido a que en la congregación no había ninguno. Pero, después de recibir estímulo del superintendente de circuito, emprendió el servicio de precursor. Enseguida otros siguieron su ejemplo, y ahora esa congregación tiene un número considerable de precursores celosos.
5 En ocasiones, puede que los ancianos pidan que un precursor ayude a alguien que se ha hecho irregular o inactivo. Esa ayuda quizás incluya conducir un estudio bíblico con la persona. Así, la fe y el celo del precursor pudieran ayudarla a reavivar su amor por la verdad y a reactivarse a fin de cumplir con las obligaciones de su dedicación. (1 Tes. 5:14.)
ANIME A LOS PRECURSORES
6 Aunque los precursores hacen mucho para animar a otros, ellos también necesitan estímulo para seguir con gozo en su servicio. (Rom. 1:12.) ¿Es positiva su habla acerca del ministerio de precursor? ¿Cuándo fue la última vez que encomió a uno de ellos por su obra y por su espíritu de abnegación? Los precursores agradecen especialmente tener a alguien con quien trabajar en el servicio del campo durante las horas del día en que pocos publicadores pueden salir a predicar. ¿Pudiera acompañar a los precursores y quizás dedicar más horas en apoyo de la predicación?
7 ¿De qué otra manera puede usted animar a los precursores? Además de dar encomio, pudiera expresar de manera tangible su aprecio por esos trabajadores, al compartir una comida con ellos, ayudarlos voluntariamente con los gastos de transportación y darles apoyo de otras maneras, según le permitan sus circunstancias. (Compárese con 1 Tesalonicenses 5:12, 13.)
8 A medida que los ancianos y los siervos ministeriales lleven la delantera en la congregación, los precursores y los publicadores apoyarán plenamente los planes bien organizados para el servicio. Así, todos usaremos el don que hemos recibido para ‘ministrarnos unos a otros’. (1 Ped. 4:10, 11.)