Anime a otros a mirar atentamente a Jesús
1 El hombre más grande de todos los tiempos es un libro notable. Sus 133 capítulos pueden animar a sus lectores a mirar atentamente a Jesús y motivarlos a imitar su ejemplo. Con toda razón se ha dicho que todos los reyes de la historia juntos no han afectado la vida de la humanidad en esta Tierra tan poderosamente como lo ha hecho Jesús. Los que miran atentamente el ejemplo de Jesús con toda seguridad se beneficiarán.
2 Jesús enseñó a sus discípulos acerca de su Padre y ejemplificó las hermosas cualidades de Dios. Se nos conmueve el corazón cuando examinamos la magnífica habilidad de Jesús como maestro, su acaudillamiento denodado y su tierna compasión. Nos llenamos de aprecio al pensar lo que sufrió al dar su vida para rescatarnos. El libro El hombre más grande de todos los tiempos puede ayudar a las personas a ver a Jesús de esta manera.
3 Prepárese concienzudamente: Prepárese bien para comenzar una consideración bíblica que anime a otros a mirar atentamente a Jesús. Se puede ensayar con miembros de la familia y con otros. Esfuércese por estimular el interés de las personas y motívelas a leer el libro El hombre más grande. Para lograrlo, tal vez se requiera más de una conversación. Si al principio demuestra poco interés, pudiéramos dejar un tratado, un folleto o una revista.
4 En diciembre, nuestras presentaciones se centrarán en Jesús y en animar a las personas a conocerlo mejor. Al destacar ideas expresadas en el libro El hombre más grande, podemos ayudar a las personas a ver a Jesús no solo como un personaje histórico, sino como el Hijo de Dios y Rey reinante del gobierno que resolverá todos los problemas de la humanidad.
5 Como recalcó Nuestro Ministerio del Reino del mes pasado, queremos usar sabiamente nuestra literatura. ¿Cómo determinar si alguien está realmente interesado? El que la persona escuche con cuidado, haga preguntas o preste particular atención a lo que leemos de la Biblia puede ser indicio de interés sincero. A veces, el amo de casa agradece la visita que le hacemos o dice que ha disfrutado de leer nuestras publicaciones. Otra muestra de interés genuino será si examina de buena gana el libro que le mostramos o pregunta cómo puede conseguirlo. Si no vemos ese tipo de interés, podemos dejarle un tratado, plantearle alguna pregunta y concretar una revisita. Puede que al volver notemos con más claridad cuánto interés tiene. (Véase la página 7 de Nuestro Ministerio del Reino de mayo de 1990.)
6 Una persona que no es muy amante de la lectura expresó su aprecio por el libro El hombre más grande, diciendo que se le hizo placentera la lectura al fin del día. Ayudemos a otros a sentirse de igual manera, haciendo todo esfuerzo para animarlos a mirar atentamente a Jesús al leer con interés genuino el libro El hombre más grande de todos los tiempos.