Sea discernidor al cultivar el interés durante los días festivos
1 En diciembre muchos de los que han manifestado interés en nuestro mensaje estarán ocupados con las actividades de los días festivos. Por consiguiente, tendremos que mostrar discernimiento al visitarlos de nuevo y quizás estar preparados para ir pronto al grano, a menos que el amo de casa muestre deseos de conversar más.
2 Pensemos de antemano en lo que vamos a decir: Siempre debemos estar seguros de lo que queremos decir. Para ello tenemos que consultar las notas que tomamos en la visita anterior a fin de refrescar nuestra memoria sobre los puntos que tratamos en la conversación y cualquier pregunta pendiente que dejamos al amo de casa.
3 Si usamos la sugerencia del párrafo 5 del artículo anterior, al volver podemos decir:
◼ “En esta época del año muchas personas piensan en el nacimiento de Cristo. La última vez que conversamos, le prometí compartir con usted un detalle interesante respecto a la ciudad donde nació Jesús. ¿Sabía que la Biblia predijo con 700 años de antelación que Jesús nacería en Belén?”. Permita que conteste. Entonces, después de leer Miqueas 5:2, pudiera decir: “Es una profecía sorprendente, ¿no es cierto? Aunque este es un hecho bíblico interesante, ¿sabía usted que hay profecías de la Biblia que también se están cumpliendo en nuestro tiempo?”. Si la persona dispone de tiempo, podemos continuar la conversación, pero si está ocupada, podemos ofrecernos para regresar y hablar de este tema.
4 Si dejamos el tratado “¿Podrá sobrevivir este mundo?”, pudiéramos decir lo siguiente:
◼ “Note lo que se dice en la página 3, bajo el subtema ‘La señal’. Tiene que ver con profecías que Jesús dijo que caracterizarían los últimos días”. [Considere dos o tres de ellas con el amo de casa.] “¿Diría usted que estas profecías se están cumpliendo en nuestro día?” Si se ve interés genuino y el tiempo lo permite, puede sugerirle que examine el libro El hombre más grande. Muéstrele cómo el capítulo 111 explica con más detalle la señal que Jesús dio. Si solo deja el tratado, en una visita posterior puede considerar otro tratado o un folleto, como El gobierno que nos traerá el Paraíso o “¡Mira! Estoy haciendo nuevas todas las cosas”.
5 Ofrezca un estudio bíblico: Si dejamos en manos del amo de casa el libro El hombre más grande, o si ya lo tiene, sería provechoso mostrarle con el capítulo 111 cómo se conduce un estudio bíblico. Podemos emplear un método similar al que se utiliza en el Estudio de Libro de Congregación. Si el estudio progresa, podemos pasar a estudiar alguno de los folletos o ir directamente al libro Vivir para siempre.
6 Estemos siempre listos para visitar a todos los que han mostrado interés. Debemos ser discernidores y esforzarnos constantemente por preparar el camino para visitarle de nuevo, planteando preguntas interesantes al finalizar cada conversación. Esto nos ayudará a estar “completamente equipado para toda buena obra”. (2 Tim. 3:17.)