Cómo pueden cooperar los miembros de la familia para participar de lleno: en el ministerio
1 ¿Hay algo que sea más conmovedor que ver a esposos y esposas, padres e hijos juntos en el ministerio cristiano, dando así alabanza pública al nombre de Jehová? (Sal. 148:12, 13.) Toda familia debe tener un buen programa para participar de forma habitual en el servicio del campo. ¿Tiene la suya un día fijo a la semana para dedicarlo al ministerio? En tal caso, todos sabrán con exactitud cómo organizarse para participar de lleno (Pro. 21:5a).
2 Con antelación al día seleccionado, sería una buena idea que ensayaran juntos las presentaciones que van a usar. Las sesiones de práctica son muy útiles y generan un espíritu de cooperación. ¡Qué gratificante resulta cuando el ministerio del campo forma parte de las actividades de la familia y todos sus componentes están bien preparados!
3 Un superintendente viajante acompañó a una familia en la obra de revistas. Mientras iba de casa en casa con una de las hijas, esta le preguntó: “¿Cuánto tiempo va a predicar conmigo?”, y le explicó que después seguiría con su padre. Es patente que ambos, tanto el padre como la hija, disfrutaban del ministerio juntos. ¡Qué magnífica actitud!
4 Quizá haya familias cuyos miembros puedan hacer ajustes para servir de precursores auxiliares una vez al año; o es posible que por lo menos uno de ellos participe en este servicio de continuo o incluso que llegue a ser precursor regular. La buena organización y un espíritu de cooperación permitirán que cada uno de los componentes de la familia acreciente su predicación y brinde apoyo al precursor. No cabe duda de que la familia se beneficiará con el incremento en la actividad y las buenas experiencias en el ministerio (Mal. 3:10).
5 Participar de lleno en la obra de evangelizar contribuirá a que nuestra familia se mantenga unida, entusiasta, productiva y feliz en el servicio a Jehová (compárese con Filipenses 2:1, 2).