Predicación eficaz en las calles
1. ¿Cuál es una forma de imitar a Jesús?
1 Durante su ministerio terrestre, Jesús no dudó en hablar con las personas que encontraba por el camino y en otros lugares públicos (Luc. 9:57-61; Juan 4:7). Estaba deseoso de llevar su importante mensaje a tantos como pudiera. Actualmente, la predicación en las calles es una singular forma de ayudar a la gente a adquirir la sabiduría divina (Pro. 1:20). Nuestro éxito será aún mayor si tomamos la iniciativa y obramos con buen juicio.
2. ¿Por qué necesitamos mostrar iniciativa al predicar en las calles?
2 Tomemos la iniciativa. Por lo general, conviene abordar a los transeúntes en lugar de quedarnos de pie o sentados en un solo lugar esperando a que ellos vengan a nosotros. Sonría, establezca contacto visual y hable de forma serena y amigable. Si lo acompañan otros publicadores, recuerde que lo mejor es abordar por separado a las personas. También hace falta iniciativa para cultivar el interés hallado. Al final de la conversación, y si le parece oportuno, pregúntele a la persona cómo puede comunicarse con ella. Hay publicadores que trabajan regularmente en la misma calle, lo que les permite hablar con la misma gente en repetidas ocasiones y así avivar su interés.
3. ¿Cómo podemos mostrar buen juicio al predicar en las calles?
3 Obremos con buen juicio. Sea prudente al elegir dónde trabajar y a quién abordar. No es preciso predicar a todo el que pasa. Sea observador. Por ejemplo, si alguien va deprisa, es mejor no detenerlo. Si está predicando frente a un negocio, hágalo de forma discreta para no incomodar al gerente. Por lo general, es mucho mejor hablar con las personas cuando salen del establecimiento que cuando entran. Acérquese de manera que no asuste ni sobresalte a nadie. También es importante saber discernir a la hora de ofrecer las publicaciones. Si alguien muestra poco interés, puede darle un tratado en vez de las revistas.
4. ¿Por qué es tan eficaz y agradable la predicación en las calles?
4 La predicación en las calles nos permite esparcir muchas semillas de la verdad en poco tiempo (Ecl. 11:6). Es probable que algunas de las personas con que nos topemos sean las mismas que no hallamos en casa cuando vamos de puerta en puerta. ¿Por qué no hace planes para participar en esta modalidad del servicio del campo, tan agradable y eficaz?